El Auge y Caída del Tercer Reich: De la Blitzkrieg a la Postguerra

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La Blitzkrieg

La Blitzkrieg (en alemán, literalmente guerra relámpago) es una doctrina militar de ataque que implica un bombardeo inicial, seguido del uso de fuerzas móviles atacando con velocidad y sorpresa para impedir que un enemigo pueda llevar a cabo una defensa coherente. Los principios básicos de estos tipos de operaciones se desarrollaron en el siglo XIX por varias naciones, y se adaptaron años después de la Primera Guerra Mundial, principalmente por la Wehrmacht, para incorporar armas y vehículos modernos como un método para evitar la guerra de trincheras y la guerra lineal en futuros conflictos. Los primeros usos prácticos de estos conceptos junto con la tecnología moderna fueron establecidos por la Wehrmacht alemana en las batallas iniciales de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que las operaciones en Polonia fueron bastante convencionales, las siguientes batallas (particularmente las invasiones de Francia, los Países Bajos y las primeras operaciones en la Unión Soviética) fueron efectivas debido a las penetraciones por sorpresa, la falta de preparación general del enemigo y la incapacidad de reaccionar rápidamente a las ofensivas alemanas. La victoria del ejército alemán frente a un enemigo técnicamente superior y más numeroso en Francia llevó a muchos analistas a creer que se había inventado un nuevo sistema de guerra.

Consecuencias Demográficas

Nos encontramos ante un panorama desmotivante, con un cálculo global de más de 60 millones de muertos, muchos de ellos civiles, aunque hoy en día no son "muertes civiles" sino "daños colaterales" (patrañas del lenguaje político). Esto sí era nuevo, ya que en la Primera Guerra Mundial no fueron tantas las víctimas civiles, por lo que la conmoción fue mayor. La peor parte la llevaría Rusia con más de 20 millones de pérdidas humanas, siendo Polonia otra gran perjudicada que, sin siquiera querer formar parte de la misma, perdió 6 millones de habitantes. En cambio, en el oeste de Europa las pérdidas son relativamente pocas, comparando con las de la U.R.S.S., como por ejemplo las 600.000 almas perdidas por los franceses. De aquí se desprende por qué los países de Europa del Este deseaban castigos mucho más severos hacia Alemania que los aliados de siempre. Pero la peor parte aparece en 1945 cuando son descubiertos los campos de concentración nazis. Se calculan 6 millones de judíos muertos en ellos, una cifra alarmante no solo por el número sino por el horror que significó, causando conmoción en todo el mundo. Episodio realmente lamentable en la historia de la humanidad que lamentablemente se ha ido repitiendo a lo largo de los años (me refiero a la persecución y matanza inescrupulosa).

Saldo de Guerra

  • Demográficos y económicos: Alrededor de 50 millones de militares muertos, 35 millones de heridos, cerca de 3 millones de desaparecidos y varios millones de civiles afectados; en Polonia el 97% de los muertos eran civiles y en la URSS el 50%. Debido a la imposición de campos de concentración y a que se practicaron ataques y bombardeos indiscriminados en todos los países.
  • Destrucción masiva de infraestructura: Destrucción masiva de la infraestructura urbana y productiva, Alemania perdió el 20% de sus viviendas mientras que la URSS perdió el 20% de su capacidad industrial y Yugoslavia el 38%, lo que ocasionó altísimos índices de pobreza entre los sobrevivientes y elevados costos de reconstrucción.

La Conferencia de Potsdam

La Conferencia de Potsdam fue una reunión llevada a cabo en Potsdam, Alemania (cerca de Berlín) entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945. Los participantes se reunieron en el Palacio Cecilienhof y fueron la Unión Soviética, el Reino Unido y Estados Unidos, los más poderosos de los aliados que derrotaron a las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial. Los jefes de gobierno de estas tres naciones eran el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Iósif Stalin, el primer ministro Winston Churchill (posteriormente Clement Attlee) y el presidente Harry S. Truman, respectivamente. Stalin, Churchill y Truman (así como Clement Attlee, que sucedió a Churchill tras ganar las elecciones de 1945) habían acordado decidir cómo administrarían Alemania, que se había rendido incondicionalmente nueve semanas antes, el 8 de mayo. Los objetivos de la conferencia también incluían el establecimiento de un orden de posguerra, asuntos relacionados con tratados de paz y el estudio de los efectos de la guerra.

Acuerdos de Potsdam

  • Devolución de todos los territorios europeos anexionados por la Alemania nazi desde 1937 y separación de Austria.
  • Objetivos durante la ocupación aliada de Alemania: desmilitarización, desnazificación, democratización y descuartelización.
  • El Acuerdo de Potsdam, que establecía la división de Alemania y Austria en cuatro zonas de ocupación (ya acordada en la Conferencia de Yalta), y una división similar de Berlín y Viena.
  • Persecución de los criminales de guerra nazis.
  • El establecimiento temporal de la línea Oder-Neisse, que sería la frontera del territorio administrado por el gobierno de Polonia. (La frontera final entre Alemania y Polonia hubiera sido discutida en una conferencia de paz final).
  • El reasentamiento de “forma humana y ordenada” de las minorías alemanas de “Polonia, Hungría y Checoslovaquia”.

El Fin de la Alemania Nazi

A principios de 1945, las fuerzas soviéticas rodeaban Berlín y los estadounidenses y británicos habían tomado la mayor parte de la Alemania occidental. Las tropas soviéticas en movimiento hacia el oeste se reunieron con las tropas aliadas que se desplazaban hacia el este en Torgau, a orillas del río Elba, el 26 de abril de 1945. Con Berlín sitiado, Hitler y los otros miembros clave del régimen nazi se vieron obligados a vivir en la clandestinidad, refugiados en el Führerbunker, mientras que la superficie de Berlín fue constantemente bombardeada por el Ejército Rojo. Encerrado en su búnker subterráneo, Hitler se encontró cada vez más aislado y separado de la realidad, mostrando signos de trastorno mental cada vez más frecuentes, como accesos de ira e infantiles rabietas cuando se le informaba de la difícil situación que afrontaba el resto del Berlín alemán y las fuerzas armadas que allí se encontraban. En un ataque de ira durante una reunión con los comandantes militares se dice que Hitler comenzó a considerar la posibilidad de suicidarse, pues tuvo que reconocer que Alemania ya no podía ganar la guerra. Berlín fue finalmente rodeado y cortadas las comunicaciones entre la capital y el resto de Alemania. A pesar de la evidente derrota total, Hitler se negó a renunciar a su poder o a entregarse. Sin comunicaciones procedentes de Berlín, Hermann Göring envió un ultimátum a la capital pidiendo asumir el régimen nazi en abril, pues consideraba que Hitler había quedado incapacitado como líder. Al recibir el mensaje, Hitler ordenó airadamente la detención inmediata de Göring e hizo que un avión entregase el mensaje a Göring en Baviera. Más tarde, el Reichsführer-SS Heinrich Himmler, comenzó en el norte de Alemania a comunicarse con los Aliados occidentales en busca de una paz negociada. Hitler, una vez más, reaccionó violentamente a estos intentos y ordenó la detención y ejecución de Himmler. Dada la nula intención de rendirse por parte de Hitler, los intensos combates callejeros continuaron en las desgarradas ruinas de Berlín; los restos del ejército alemán, las juventudes hitlerianas y las Waffen-SS se batían con el Ejército Rojo. Esta batalla se conoce como la Batalla de Berlín. Las fuerzas alemanas sufrieron graves pérdidas, llegándose a reclutar a un gran número de niños y ancianos para defender las bolsas de territorio berlinés todavía no controladas por el Ejército Rojo. El 30 de abril de 1945, asolada la ciudad por la cruel batalla, Hitler se suicidó en su búnker subterráneo. Dos días después, el 2 de mayo, el general alemán Helmuth Weidling se rindió incondicionalmente al general soviético Vasili Chuikov. Hitler fue sucedido por el Gran Almirante Karl Dönitz como Presidente del Reich, mientras que Joseph Goebbels fue nombrado Canciller del Reich, suicidándose tan sólo un día más tarde. Sin embargo, nadie asumió el cargo de Führer. El gobierno de Dönitz, establecido cerca de la frontera danesa, solicitó sin éxito una paz con los Aliados occidentales. Entre el 4 y el 8 de mayo de 1945, el resto de las fuerzas armadas alemanas se rindieron incondicionalmente en toda Europa. Finalmente el Mariscal Wilhelm Keitel capituló oficialmente ante el Mariscal ruso Georgi Zhúkov el 9 de mayo de 1945. Era el fin de la Alemania Nazi.

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