El Arte Románico: Características, Arquitectura y Escultura en Europa

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El Arte Románico en Europa

Hacia el año 1000, se produce en Europa occidental una recuperación demográfica, económica y cultural. Los siglos anteriores estuvieron marcados por la expansión del Islam, las guerras, las invasiones de los normandos, sarracenos y magiares, y por el hambre. En esta época comienza la consolidación del nuevo sistema feudal caracterizado por la división de la población en estamentos: nobleza, clero y tercer estado. Dos poderes, el Papado y el Imperio, luchan por la supremacía en Europa. Mientras la autoridad de los monarcas se fragmenta, en el siglo XI surgen algunas figuras que fortalecen el papado y la monarquía.

El dinamismo de este mundo en expansión se manifiesta en vastas empresas político-económicas como el avance de la conquista de los territorios musulmanes en la península ibérica por los cristianos, la proclamación de las cruzadas, etc. Hacia el siglo XI surge un estilo sabio y uniforme, denominado Románico, recibe este nombre debido a las lenguas provenientes del latín que se conocen como romances. La palabra encierra dos conceptos: la semejanza entre el proceso de formación de las lenguas romances y el de las artes figurativas, realizadas en los mismos países y en el mismo tiempo, uniendo cuanto quedaba de la gran tradición romana con las técnicas y tendencias bárbaras.

El Románico tiene sus orígenes en el Cisma de Oriente producido en 1054, cuando se establece una separación entre la iglesia ortodoxa y la católica propiamente dicha. El Románico surge en el siglo XI, a partir de la abadía de Cluny como arte de la cristiandad europea reunida en torno al Papa de Roma.

La Arquitectura Románica y las Peregrinaciones

La arquitectura románica se desarrolla fundamentalmente en los siglos XI y XII y está fuertemente vinculada con las peregrinaciones que caracterizan esta época, entre las que destacaron Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela. El Camino de Santiago, cuyo auge tuvo lugar en el siglo XI, no sólo fue una de las grandes rutas de peregrinación medievales sino que se convirtió también en un potente vehículo de intercambio de mercancías, personas y culturas.

La necesidad de protegerlos y de cubrir sus necesidades mientras hacían el camino, llevó a la creación de distintos tipos de edificios a lo largo de las principales rutas que llevaban a Santiago. Así, surgieron los primeros hospitales para atender y alojar a los caminantes, se desarrollaron las antiguas ciudades y se crearon otras nuevas que pronto se transformaron en importantes núcleos mercantiles y de población. Las rutas del Camino de Santiago no se hallaban exclusivamente en la Península sino que numerosas vías enlazaban con el Camino desde diferentes lugares de Europa, llegando a la Península a través de los Pirineos. Esta circunstancia provocó un intenso desarrollo en la construcción de templos románicos a lo largo de estas vías para acoger a los numerosos peregrinos.

En el caso de España, Cataluña fue uno de los focos principales y más tempranos del desarrollo de la arquitectura románica. Junto a ella, deben mencionarse todas las construcciones realizadas a lo largo de la propia ruta del Camino de Santiago, así como la misma Compostela, donde asegura la tradición que se encuentra el sepulcro del Apóstol, y donde se levantó uno de los templos románicos más emblemáticos: la catedral de Santiago. Aquellos hombres buscaban perdón para sus pecados, obtener una petición o hacer un acto de fe. El Románico es un arte didáctico que pretende la educación religiosa del pueblo.

Características del Arte Románico

  1. La presencia de un edificio típico: la Iglesia. Se trata de una época de fuerte religiosidad en donde la iglesia es la organización más rica y culta.
  2. La cobertura de espacios arquitectónicos mediante bóvedas (prolongación de un arco en el espacio). Las más utilizadas son la bóveda de cañón, la de arista y la de crucería.
  3. Las construcciones son macizas con fuerte efecto de claroscuro y luces que penetran por escasas aberturas.
  4. La jerarquización de las artes hace de la arquitectura la principal de todas ellas.
  5. El nombre o el término Románico se utiliza para referirse al arte de la Edad Media en la Europa occidental y se debe al intento de sintetizar el anhelo por el enlace del arte románico con las lenguas románicas. Se inicia en el siglo X y llega con esplendor hasta el siglo XII, dejando en el siglo XIII paso al gótico.
  6. Pese al gran número de escuelas regionales que se generan, lo que les une, los principios fundamentales, hacen de él, el primer arte internacional propiamente dicho.
  7. Al margen de las influencias del arte romano, el Románico utiliza también elementos germánicos, bizantinos, islámicos y armenios.

La Arquitectura Románica: El Monasterio y la Iglesia de Peregrinación

La subordinación de las otras artes a la arquitectura.

Tipos de Plantas en la Arquitectura Románica

  • Planta basilical: Se trata de iglesias longitudinales con 1, 3 ó 5 naves paralelas (espacio entre filas de arcadas) sin transepto y normalmente finalizadas en cabecera de ábsides semicirculares escalonados.
  • Planta de cruz latina: A la disposición anterior se le añadía un brazo perpendicular saliente en planta (transepto) con lo que el resultado era de cruz latina. Ello simbolizaba la cruz de Cristo. Estas iglesias podían estar también rematadas en cabeceras con ábsides escalonados. Sin embargo, en iglesias de peregrinación y otros grandes templos las naves terminaban en una cabecera compleja formada por capilla mayor rodeada de una girola o deambulatorio de una o varias naves que la rodeaba y a la que se abrían capillas radiales.
  • Plantas circulares o poligonales: Las iglesias de plantas circulares o poligonales son menos frecuentes. Normalmente son templos al servicio de comunidades de órdenes militares participantes en la Cruzadas, como los templarios o los caballeros del Santo Sepulcro, por parecerse al templo de Salomón y al del Santo Sepulcro de Jerusalén, respectivamente.
  • Planta de cruz griega: Otra planta ocasional es la de cruz griega, es decir, formada por dos naves iguales que se cruzan perpendicularmente en el centro.

Elementos Arquitectónicos del Románico

  • El arco de medio punto (forma de media circunferencia).
  • La bóveda de cañón: Se origina prolongando un arco de medio punto. Como el peso de las bóvedas de piedra es considerable, se refuerza por dentro mediante arcos fajones.
  • La bóveda de arista: Se utiliza en las naves laterales. Se origina por el cruce de 2 bóvedas de cañón de igual anchura. Cuando se origina por el cruce de arcos apuntados y se refuerza con nervaduras, da lugar a la bóveda de crucería.
  • Los pilares y columnas son los principales elementos interiores de sustentación (junto con el muro). Los pilares cruciformes adquieren una gran relevancia.
  • Los contrafuertes y los muros muy macizos soportan las cargas de las bóvedas.
  • El material más común era la piedra.
  • Respecto a la decoración, pueden aparecer los siguientes motivos: arquillos ciegos, dientes de sierra, zigzag, puntas de diamante, almenillas, ajedrezados y entrelazados. También bandas lombardas.
  • El arco polilobulado y el arco apuntado también aparecen como decoración en el Románico.
  • Las edificaciones presentan escasas aberturas, para evitar restarle fuerza a los muros. Con ello, además se consiguen interesantes efectos de claroscuro.

Tipología de la Arquitectura Románica

La tipología típica de la arquitectura románica en cuanto a sus construcciones más relevantes son:

  • La iglesia (el modelo más perfeccionado es el de la Iglesia de peregrinación).
  • El monasterio.
  • El castillo o palacio.

Variedades Regionales del Románico

El Románico se fue gestando en Europa con unos caracteres comunes, pero también con una gran variedad, porque según las regiones incorporó las tradiciones locales, así como las voluntades de los artistas que construían los edificios, así podemos encontrar diferencias notables entre los diferentes países europeos:

Francia

En el sur, se encuentra la vía tolosana (herencia clásica): San Trófimo de Arlés, Saint-Sernin de Toulouse. En el centro, se encuentran dos vías: La vía podensis (iglesias de peregrinación): Sainte Foy de Conques, San Pedro de Moissac. La vía limusina: Magdalena de Vézelay. Un conjunto de iglesias marcadas por la influencia bizantina (plantas de cruz griega y cúpulas sobre pechinas): Saint-Front de Périgueux. En el oeste, se encuentra la vía turonensis: Notre Dame de Poitiers.

Italia

Hay una profunda influencia bizantina y de la arquitectura clásica. Se dan las escuelas de: Piamonte, Toscana y Lombardía con construcciones de ladrillo y un sistema triple de edificios de: iglesia, baptisterio y campanario. San Ambrosio de Milán, y las catedrales de Parma, Pisa y Módena.

Alemania

Los edificios son muy grandes, altos y desarrollados en longitud y están construidos en ladrillo. Santa María de Laach y San Miguel de Hildesheim.

Inglaterra

Se siente la influencia normanda, hasta el punto de conocerse como estilo anglonormando. Catedral de Winchester y la cripta de la catedral de Canterbury.

El Monasterio Románico

El monasterio medieval es un conjunto de edificios en el que vive, ora y trabaja una comunidad de monjes. Los monasterios no fueron sólo centros religiosos sino también culturales, políticos, económicos y artísticos, y pueden considerarse pequeñas ciudades de economía autosuficiente y con una organización rigurosa. La reforma de los benedictinos, que tiene su origen en el monasterio de Cluny, favorece poderosamente a la unificación de su vida. Su regla termina imponiéndose a un millar de abadías diseminadas por todo Occidente, que considera dependencias suyas. San Benito de Nursia en el siglo VI, dictó una serie de normas para la comunidad monástica que fueron muy extendidas entre los monasterios.

Una característica del monasterio benedictino era la norma en la que el horario y todos los aspectos de la vida del monje estaban rígidamente establecidos, de manera que este no sólo se dedicaba a la oración, sino que también se ocupaba de labores o cuestiones intelectuales como por ejemplo la agricultura o la copia de libros (los llamados códices). Las normas que regían la vida de los monjes condicionaban la existencia de una serie de dependencias y su organización espacial.

Organización del Monasterio

  • La planta del monasterio venía dictada por esa visión jerárquica y religiosa:
  • La iglesia dominaba las demás construcciones.
  • La iglesia estaba construida con los materiales más ricos, mientras que en los demás edificios se seguía empleando la madera.
  • El claustro (junto a la iglesia) era un espacio abierto ajardinado, rodeado por una galería cubierta y que servía como lugar de procesiones y como centro distribuidor de las distintas dependencias del monasterio, como:
  • La sala capitular, generalmente cuadrada y con bancos que recorren la pared, donde se reunían los miembros de la comunidad y el prior.
  • El comedor era una gran sala rectangular, en la que a veces se encontraba un púlpito elevado en el que se situaba un monje que leía en voz alta textos religiosos mientras el resto de la comunidad comía.
  • Los dormitorios, el scriptorium, donde los monjes estudiaban y copiaban los libros antiguos, las cocinas y almacenes, el hospital, la hospedería de peregrinos, los establos, las letrinas, etc.

La Iglesia de Peregrinación

Las iglesias de peregrinación están pensadas para que los peregrinos puedan deambular sin obstáculos por el interior del templo, venerar las reliquias y asistir al culto. En la Edad Media, la veneración de las reliquias tenía un aspecto físico (había que tocarlas para recibir sus poderes curativos, físicos o espirituales), de modo que los maestros constructores de las iglesias importantes de peregrinación tuvieron en cuenta el hecho de que los visitantes pudieran tocar, al menos, el lugar donde se encontraban estos milagrosos despojos, y todo ello sin perturbar el desarrollo de otras ceremonias que se hicieran en el templo.

A veces, se construye una cripta, generalmente bajo el altar mayor, a la que se puede acceder desde la girola (Saint-Sernin de Toulouse).

Características de las Iglesias de Peregrinación

  • La innovación principal fue sus grandes dimensiones, destinadas a acoger a peregrinos.
  • A los pies, podía o no aparecer nártex (antesala abovedada monumental).
  • En la cabecera, podían aparecer ábsides o capillas absidiales.
  • La existencia de planta de cruz latina, representando la cruz donde fue crucificado Jesucristo. Por esto es por lo que estas iglesias poseen un número comprendido entre 3 y 5 de naves, tanto transversales como longitudinales, que se cruzan en un punto llamado crucero, en medio del cual se levanta una estructura cupular, llamada cimborrio (pequeña) o linterna (grande).
  • Las cúpulas circulares se apoyaran en pechinas, y las cúpulas poligonales apoyadas en trompas.
  • Los elementos sustentantes también son importantes, ya que por primera vez se utilizan los pilares con columnas adosadas. Además de estos pilares, se utilizan muros de sillares de piedra con contrafuertes adosados para contrarrestar el empuje lateral.
  • Esta iglesia podía tener uno o dos pisos. El segundo piso era donde los peregrinos podían dormir.
  • El triforio (arcadas por las que desde el segundo piso se ve el primero).
  • El claristorio (ventanas que dan el exterior y permiten la entrada de luz).
  • El andito (pasillo).
  • En lo referido a la cubierta de las naves, ésta era diferente según la ubicación de la nave. Las naves centrales se cubrían con bóvedas de cañón, que se origina prolongando un arco de medio punto. Como el peso de las bóvedas de piedra es considerable, se refuerza por dentro mediante arcos fajones. Las naves laterales se cubrían con bóvedas de arista, que se origina por el cruce de 2 bóvedas de cañón de igual anchura. Cuando se origina por el cruce de arcos apuntados y se refuerza con nervaduras, da lugar a la bóveda de crucería.
  • Otro aspecto destacable es el del paso de la nave central a las laterales, que se hace a través de arcos formeros, apoyados sobre pilares.
  • Los arcos torales son más fuertes y sustentan estructuras grandes, como el cimborrio o linterna.
  • Las fachadas flanqueadas por torres fueron características en el Románico.
  • También predominan las portadas tripartitas, lo que permite anticipar como serán los interiores: así la portada principal más grande que las laterales, evoca la mayor amplitud de la nave central.

La Escultura Románica: Portada Románica

Características Esenciales de las Esculturas Románicas

  • La escultura se limita básicamente a las partes del edificio arquitectónico (portadas, capiteles, cimacios).
  • Pese a esto, también merece mención las obras de orfebrería, las majestades (cristos crucificados) y las vírgenes con niños.
  • Adaptación de la escultura a la arquitectura con porta deformaciones más o menos marcadas de las representaciones.
  • La función escultórica es adoctrinar más que decorar.
  • Iban dirigidas a una población muy religiosa, pero incapaz de leer.
  • La obra escultórica presenta ausencia de perspectiva y fondos que envuelvan a los personajes.
  • Las figuras son hieráticas y solemnes.
  • Los personajes presentan una ordenación jerárquica.
  • Es común encontrar evidentes muestras de horror vacui.
  • Se busca la expresividad y el simbolismo, lo que conduce a una clara falta de realismo.
  • Se utiliza la policromía.
  • Los temas principales fueron ilustraciones de libros, vidas de santos y actividades humanas. Todo ello con un marcado carácter moral.
  • También se utilizaron de forma decorativa, elementos geométricos, y del mundo animal y vegetal.
  • La tipología escultórica se compone de altos y bajos relieves, y estatuas exentas.

Las portadas de las iglesias son una de las zonas más habituales de aparición de la escultura románica, y están formadas por tímpano, dintel, parteluz, arquivoltas y jambas.

Desarrollo de la Escultura Románica

El arte románico hace posible el renacimiento de la escultura en piedra formando parte de los edificios y quedando supeditada a ellos. La escultura romana había quedado empobrecida en los últimos tiempos del Imperio y termina por desaparecer con las invasiones bárbaras. La actividad escultórica a partir de este momento se va a ver limitada a la orfebrería y pequeños trabajos en marfil.

La importancia de la escultura románica en el edificio se hace posible, gracias a la incorporación de escultores en las cuadrillas ambulantes de canteros que irán incorporando la decoración esculpida a la propia arquitectura en capiteles, frisos, cimacios, molduras, arcos, tímpanos, etc. Esta estrecha colaboración entre escultores y arquitectos hace posible que en el siglo XII se desarrolle la escultura monumental, que no puede concebirse fuera de su soporte vital, la arquitectura y más específicamente en las iglesias, donde se desarrollan la mayor parte de los programas decorativos.

La particularidad de estar supeditada al soporte arquitectónico hace que esta escultura adquiera dentro de él sus formas precisas, ajustándose las figuras a la estructura del capitel, alargándose en las jambas o empequeñeciéndose en las dovelas de un arco. Esta supeditación y el carácter instructivo de la decoración hace que exista una despreocupación por la belleza formal (las figuras son planas, rígidas y los gestos hieráticos). Con frecuencia se tiende a la geometrización: ojos almendrados, dedos tubulares y pliegues, que parecen rayas trazadas a escuadra. Era necesario entender con un golpe de vista que era lo representado, que a su vez tenía que adaptarse perfectamente al marco arquitectónico elegido. La simplificación en los métodos de representación, apartándose del mundo de las cosas visibles, permitió expresar el mundo sobrenatural mediante un simbolismo muy sutil.

Iconografía de la Escultura Románica

En la iconografía, la escultura al igual que la pintura se inspira en fuentes muy diversas (tanto religiosas como profanas, recogiendo motivos tanto de la antigüedad clásica como de los modelos prerrománicos). Los temas y motivos más representados fueron los que narraban historias del Antiguo Testamento, los Evangelios, el Apocalipsis, o las luchas simbólicas entre hombres y animales, asimismo representaciones del bestiario heredado de la antigüedad clásica y el mundo oriental y simplemente motivos vegetales y geométricos. Esta iconografía tenía como una de sus más importantes finalidades la de instruir a los fieles, uniendo las funciones narrativas con las pedagógicas y de transmisión de la cultura.

Características Generales de la Figuración Románica

  • En líneas generales, se puede decir que la figuración queda supeditada al desarrollo de la arquitectura.
  • En general, se puede decir también que su objetivo es más el adoctrinamiento que la decoración. Esto es debido a la necesidad de explicarle la historia sagrada a un público, muy religioso pero no culto.
  • No se intenta representar el ambiente que rodea a los personajes, ni se ajusta en absoluto al criterio realista. Por tanto, son norma general las deformaciones, los simbolismos y la mezcla de aspectos reales y fantásticos.
  • La realización de imágenes es generalmente tosca, y con frecuencia deformada, pero a la vez muy expresiva.

Zonas de Desarrollo Iconográfico en la Escultura

  • Las portadas (la puerta, el tímpano y el abocinamiento). Generalmente, las arquivoltas aparecen decoradas, en la parte superior por motivos geométricos, y en la parte inferior con columnas a veces decoradas.
  • Los capiteles. Los capiteles no suelen tener una forma determinada, aunque si existe una tendencia a la creación de capiteles cúbicos con ángulos redondeados. Estos capiteles tendrán las caras del cubo esculpidas (capiteles historiados) con escenas del evangelio, luchas de monstruos y hombres, y figuras alegóricas.

La técnica utilizada es variada, van desde lo más rudimentario y expresionista hasta el intento de belleza plástica, con figuras desde bajo relieve hasta casi el bulto redondo.

Por último, la escultura exenta merece ser mencionada, esencialmente por los crucifijos. Esta representación del Cristo crucificado es frecuente en el Románico, y adquiere caracteres casi modélicos según los países:

  • En Alemania, Cristos expresivos.
  • En Italia, Cristos hieráticos.
  • En España, Cristos muy civilizados. Estos cristos aparecen vestidos con pliegues anchos y colores vivos, y reciben el nombre de Majestades.

Temas Iconográficos Principales en la Escultura Románica

  • La Visión Apocalíptica: Narrada, sobre todo, por San Juan en su Apocalipsis. Esto es, Cristo todopoderoso (Pantocrátor) rodeado por los símbolos de los 4 evangelistas y contemplado por los 24 ancianos. Cristo aparecía en el centro y estaba sentado en el trono dispuesto dentro de una mandorla o almendra mística.
  • La Ascensión: Aparece la figura de Cristo, juez entre ángeles que lo contemplan, al tiempo que lo miran los apóstoles. En esta escena, suele aparecer la ruptura de alguna arquivolta para indicar la ascensión.
  • La Virgen con el Niño: Este programa se desarrolló, sobre todo, a partir del siglo XII, debido al desarrollo del fervor mariano. Otros temas menores relacionados con la virgen son la Anunciación y los milagros.
  • La Santa Cena: Se trata de un tema poco frecuente, pero que a veces aparece junto con el lavatorio de pies.

La Escultura Románica en España

En España, la influencia viene del mundo mozárabe y de la escultura románica francesa. Sus características esenciales son el fuerte expresionismo, encontrándose como en el resto de Europa, la iconografía en portadas y en claustros convencionales. En cuanto a los focos, destacan: el foco aragonés (La catedral de Jaca), el foco leonés (San Isidoro de León y la catedral de Santiago de Compostela), el foco burgalés (Santo Domingo de Silos). Junto a éstos, merece la pena destacar el foco catalán, cuya obra más importante posiblemente se encuentre en el Monasterio de Ripoll. En cuanto a escultura exenta, destacan los cristos en majestad (Majestad Batlló) y las vírgenes con el niño.

La Pintura Románica

Desde el punto de vista formal, existen dos tipos de pintura:

La Pintura que Decora los Edificios (Decoración Mural)

La pintura mural se realiza esencialmente al fresco, siendo el mosaico casi exclusivo de Bizancio. Los temas son en gran parte los de la escultura y como en ella se está más pendiente de lo didáctico que de lo estético. Se utilizan colores vivos, habitualmente planos y resaltados con un trazo perfilado, lo que los hace fuertemente expresivos. Los fondos, o son inexistentes o simbólicos. La perspectiva se resuelve de un modo sencillo y lineal, apareciendo las figuras más junto a otras, y se quiere resaltar a alguna se le aumenta de tamaño (perspectiva jerárquica), cuando hay varios planos las figuras se hacen más grandes las más lejanas (perspectiva inversa). El dibujo, por tanto, se convierte en fundamental debido al trazo. En general, las composiciones son frontales. El lugar para el desarrollo de la pintura mural era el ábside y las paredes superiores de la nave principal (el tema más repetido para el ábside es el Pantocrátor).

La Pintura que Decora Libros y Pergaminos (Miniaturas)

En cuanto a las miniaturas, lo más frecuente es la ilustración del texto y la decoración de las letras iniciales. Este trabajo se realizaba esencialmente en conventos, donde los clérigos tenían dedicación a la copia del manuscrito. Aparte de los textos, se daba también la pintura en tablas con técnica al temple y destinada esencialmente a decorar frontales de altar (retablos y antipedios).

Pintura Románica Española

En la actualidad, la mayoría se encuentra en los museos de Cataluña y en el Prado. Las características son las mismas que la pintura románica en general, destacando 3 tendencias estilísticas:

  1. La italobizantina (sobre todo en Cataluña) San Clemente de Tahull.
  2. La francesa (en el camino de Santiago) San Isidro de León.
  3. La pintura de influencia islámica San Justo en Segovia.

El Arte Románico en el Camino de Santiago

Debido a la seguridad que se alcanza en algunas regiones europeas a principios del siglo XI, se generaliza la costumbre de las peregrinaciones a las ciudades santas de Roma y Santiago de Compostela. Estas peregrinaciones contribuyen a la internacionalización del arte románico. En torno a las rutas de los peregrinos y en sus puntos estratégicos, se levantan algunos de los principales templos monasterios románicos. En España contamos con el ejemplo que nos otorgan las construcciones que se escalonan alrededor del Camino de Santiago, desde el Pirineo hasta la tumba del apóstol.

El templo más importante de este Camino se encuentra edificado sobre el sepulcro del santo.

La catedral de Santiago de Compostela inicia su construcción el año 1075, bajo los auspicios del obispo Diego Peláez y recoge en su construcción la distribución de algunas iglesias francesas como Saint-Martin de Tours, Sainte-Foy de Conques o Saint-Sernin de Toulouse. Se compone de una planta de cruz latina con nártex de tres naves, un amplio transepto también de tres naves, cabecera con girola y cinco capillas absidiales, torres en su fachada occidental y tribuna en el interior. Su nave central está cubierta con bóveda de cañón, las naves laterales con bóvedas de arista y las tribunas con bóvedas de cuarto de cañón.

No obstante, a lo largo del camino también se construyeron otros edificios importantes.

  • En las áreas catalana-aragonesa y navarra destacan:
    • La catedral de Jaca (con sus naves divididas por columnas y pilares cruciformes dispuestos alternamente).
    • El conjunto fortificado de Loarre (con sus murallas y su cripta).
    • La iglesia de Leyre, (con su cripta, configurada por pilares que soportan unos macizos capiteles y arcos de medio punto peraltados).
  • En la zona castellano-leonesa destacan:
    • San Isidoro de León (de planta basilical con tres naves, tres ábsides semicirculares y bóvedas de cañón y de arista).
    • San Martín de Frómista (es una de las iglesias románicas mejor conservadas, con planta basilical de tres naves separadas por pilares cruciformes, tres ábsides semicirculares, un cimborrio de tambor octogonal sobre trompas cubierto con una cúpula y torres circulares en su fachada occidental).

Otros conjuntos importantes son los monasterios de Silos y de San Pedro de Arlanza, ambos en la provincia de Burgos.

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