Arquitectura, Urbanismo, Escultura y Pintura del Barroco Español
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La Arquitectura y el Urbanismo en el Barroco Español
La economía española en el siglo XVII experimentó cambios significativos. La labor constructiva se vio muy restringida, los presupuestos se redujeron y las obras sufrieron interrupciones provocadas por la carencia de fondos. La mayor parte de las construcciones del siglo fueron de tipo religioso y de poca envergadura.
La pobreza de los materiales fue una constante en la construcción barroca hispana: el ladrillo, la mampostería o el tapial se emplearon en varias obras; las bóvedas se hacían la mayoría de las veces de ladrillo. La piedra se reservó para las fachadas.
La pobreza del material empleado y el empeño en ocultarlo tras una exuberancia decorativa, fueron las causas del progresivo desarrollo de la ornamentación en España, que poco a poco fue ganando terreno a la austeridad escurialense. Hacia mediados del siglo, el gusto por la decoración triunfaba y hacía que se levantasen edificios con una carga decorativa mucho más intensa.
El foco castellano destacó por la utilización de molduras, baquetones y vanos ovales. Así se aprecia en la fachada central de la Plaza Mayor de Salamanca. En el foco andaluz predominaron las columnas salomónicas, los cortinajes y una menuda y variada decoración que recorre las fachadas. Pero el núcleo más original fue el foco compostelano que buscó el efecto ornamental a través de los resaltes de placas y de los recortes en los propios elementos constructivos como las pilastras, entablamentos o las basas.
Los retablos inciden en el intento de contrarrestar la pobreza de los materiales empleados, pero muestran también un afán contrarreformista de plasmar la grandeza de Dios. De ahí que los edificios hispanos de la época se cubrieran con enormes máquinas decoradas con pan de oro para cobijar y sartas de frutas y columnas salomónicas, figuras de los santos que forman el coro celestial.
Las Plazas Mayores
A principios del siglo XVII apareció en la península ese interés por organizar los espacios. Así se puede apreciar en Lerma donde Felipe II encargó un proyecto y el encargado fue Francisco de Mora. Los ejemplos de este interés urbanístico se encuentran en las plazas mayores.
En 1726 se le encargó a Alberto Churriguera la construcción de la Plaza Mayor de Salamanca que se terminó a mediados de siglo. La diferencia entre esta y la de Madrid estriba en el mayor aparato ornamental de la plaza salmantina. Alberto Churriguera que fue ayudado por sus dos hermanos dejó en la ciudad de Salamanca un gran número de obras caracterizadas por la ornamentación.
Los Palacios de los Borbones
La preocupación urbanística marcó todo el siglo XVII español y los primeros años del siglo XVIII pero lo que realmente caracterizó a la arquitectura civil hispana fueron las grandes construcciones palaciegas que la dinastía de los Borbones edificó, a su llegada a España como imitación de los palacios cortesanos franceses.
El Palacio de la Granja (1721) se encuentra en un lugar apartado. Fue como un lugar de retiro del mundo para que el monarca pudiera disfrutar de la naturaleza y dedicar su tiempo a Dios. Los jardines y fuentes adquieren una gran importancia como los palacios franceses.
El nuevo Palacio Real de Madrid muestra un gran gusto por la policromía que se consigue con el juego de materiales y texturas. Pero el más llamativo de los palacios borbónicos es el Palacio de Aranjuez. En el proyecto se aprecian características del Despotismo Ilustrado.
La Escultura en el Barroco Español
Una de las características de la escultura hispana del barroco fue la gran implantación entre los escultores de los principios contrarreformistas. Por ello, al lado de los nuevos principios de movimiento, vitalidad y naturalismo que caracterizaron a la escultura europea del periodo, en España predominó la temática religiosa.
Tres fueron los motivos:
- En la representación de los santos se destacaba la vida de los hombres y mujeres que habían de servir a todo cristiano como guía.
- Otra temática era la relacionada con el culto a la Virgen: María como madre de la humanidad y como defensora delante de su hijo.
- También estaban las representaciones de Cristo que comenzaron a especializarse en el sentido de que proliferaron diferentes imágenes alusivas a la pasión.
En la península ibérica debido a la escasez del mármol y a su alto precio, se empleó ya desde el renacimiento, la madera totalmente cubierta por pintura para darle un acabado más suntuoso. La tradición se mantuvo durante el barroco.
En el foco castellano fue Gregorio Fernández y en el andaluz Martínez Montañés. Los dos consiguieron una rara calidad en su producción.
Gregorio Fernández
Fue el encargado de introducir tipos iconográficos. En todas sus obras, el tratamiento de los paños es muy especial: los tallaba como si fueran tela acartonada, lo que provoca pliegues con aristas, que permiten un mayor juego lumínico de las figuras. El tratamiento de la anatomía también estuvo bien: en sus Cristos muestra una gran maestría en el tratamiento del desnudo.
Martínez Montañés
También dominaba la temática religiosa. También realizó un buen número de crucificados: perfecto tratamiento de la anatomía, realismo en los rostros enmarcados con ojos de vidrio, labios abiertos. Usaba también la madera, policromada.
La Pintura en el Barroco Español
La pintura se centró en la temática religiosa con especial interés por los ciclos encargados por las órdenes religiosas para la decoración de sus estancias interiores y refectorios. Los mejores pintores del momento pertenecieron a la escuela salmantina. Tal fue el caso de Velázquez que se instaló en Madrid y allí realizó la mayor parte de su producción.
Pero los pintores españoles del barroco (Murillo, Ribera, Zurbarán, Valdés Leal...) fueron hombres influidos por la forma de trabajar la luz de Caravaggio. Lo que caracterizó a la pintura barroca hispana fue el tratamiento de las composiciones: los pintores primaban la escena principal y luego se centraban en el motivo que se buscaba representar.
El tratamiento de las figuras recuerda a la escultura porque llenan y destacan contra fondos muy oscuros. Se puede apreciar un interés por plasmar el sentimiento interior del personaje: se buscaba que el rostro y los gestos transmitieran la vida interior. Otra característica era la búsqueda de modelos de la época por Caravaggio. Era para identificar al personaje.
Hay 4 pintores del barroco hispano importantes:
José de Ribera
Nació en Valencia que se familiarizó con las características de la escuela valenciana: el uso de la gama cálida, con predominio del rojo y empleo de carnaciones tostadas. Muchas de sus obras llegaron a España y alcanzaron una gran influencia por lo que se considera el introductor del naturalismo barroco en la península.
La obra de Ribera incluyó un gran número de temas mitológicos. En sus cuadros destaca la sencillez de las composiciones, pero la más personal de él es el tratamiento anatómico y el tratamiento de luz.
Francisco de Zurbarán
La peculiaridad de Zurbarán es una marcada austeridad compositiva: los personajes se mueven en un fondo casi neutro, en una ausencia total de elementos accesorios. Llevó al límite la despreocupación por el fondo de la pintura hispana. Otra de sus características es el dominio de las gradaciones cromáticas en un contexto en el que destaca el blanco de los hábitos. En todas las obras hay preocupación lumínica del barroco en las que aparecen dos mundos: el terrenal y espiritual. El uso de modelos reales que utilizaba incluso para dar cuerpo a las representaciones de los ángeles o en la serie de santas.
Bartolomé Esteban Murillo
Fue el pintor que alcanzó mayor difusión fuera de España. Tenía pinturas con un tema principal: la vida cotidiana de los barrios bajos de Sevilla. Pintaba mendigos robando fruta, jugando a los dados, mujeres charlando, etc.
Diego Velázquez
En sus obras de tema mitológico muestra su peculiar visión. Las obras más abundantes de su producción son los retratos, pintó también temas históricos. Se había iniciado en los cuadros de género en el taller de Sevilla en los que el tratamiento de luz, la paleta empleada, detallismo en los elementos de bodegón y los modelos de los barrios bajos eran comunes.
Poco a poco el tratamiento de luz cambió y comenzó por captar la atmósfera en una determinada estancia, el tipo de pincelada se hizo más suelta, abandonó la precisión del dibujo de las primeras obras. El color evolucionó también y comenzó a poner gamas de difícil manejo.