Arquitectura Histórica: La Alhambra, Mezquitas y el Panteón

La Alhambra

La Alhambra es una ciudad palatina situada en Granada, España. Consiste en un conjunto de palacios, jardines y fortaleza que albergaba una verdadera ciudadela dentro de la propia ciudad de Granada, que sirvió como alojamiento al monarca y a la corte del reino nazarí de Granada. Su verdadero atractivo, no solo radica en los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, sino también en su localización y adaptación.

La Mezquita

Una mezquita es un lugar de culto para los seguidores de la fe islámica. La palabra mezquita se usa en español para referirse a todo tipo de edificios dedicados al culto islámico, pero en árabe existe una diferencia entre las mezquitas privadas, más pequeñas, y las mayores de uso colectivo, que albergan a una comunidad mayor y disponen de más servicios sociales. El propósito principal de las mezquitas es servir de lugar donde los musulmanes pueden reunirse para orar. Si bien hoy en día no son solo conocidas en todo el mundo por su importancia general para la comunidad musulmana, sino también como muestras de la arquitectura islámica. La mayoría de las mezquitas tienen cúpulas elaboradas, minaretes y salas para orar.

El Panteón

Nos encontramos ante una obra arquitectónica que muestra el exterior de un edificio circular cubierto con cúpula llamado el Panteón. Cuenta con un pórtico de entrada de 16 columnas monolíticas de granito y capiteles corintios, ocho de las cuales descansan sobre un podio con escalinatas, ofreciendo en conjunto un limpio juego de volúmenes que traducen al exterior la transición entre la zona porticada rectangular de entrada y la rotonda que configura el interior, que evidencian su organización en dos pisos. Destaca de forma impresionante como elemento sustentado principal la enorme cúpula que cubre la parte circular del edificio. Se asienta directamente sobre un anillo mural, realizado con un excelente hormigón formado a base de cal y fragmentos de ladrillo, cuya estructura interna consta de dos elementos que actúan de sostén. Por una parte, ocho enormes pilones de seis metros de espesor y entre ellos una serie de arcos de descarga que sirven para transmitir el peso de la cúpula a los pilones, auténticos soportes del peso de esta.

La cúpula propiamente dicha, para reducir su peso, consta de dos paredes paralelas rellenas de materiales ligeros y ladrillos grandes colocados en líneas concéntricas para un mejor trabazón. Al interior se produce una centralización del espacio gracias a su trazado circular y a la propia forma y altura de la cúpula. En total se abren ocho grandes nichos al interior, uno ocupado por la puerta y el resto en alternancia de rectángulos y semicírculos. Toda la parte cupulada presenta casetones, que disminuyen de tamaño en altitud. Se aprecia un claro predominio del macizo sobre el vano y se combinan las líneas rectas con las curvas, aunque la planta circular, la cúpula y los arcos de medio punto hacen que predomine un sentido en curvo. En cuanto a los materiales utilizados, destaca el empleo del citado hormigón y ladrillo, y para el revestimiento exterior de estos materiales pobres y funcionales, placas de mármol y estuco. La cúpula se recubriría con tejas de bronce dorado, deslumbrantes de luz.

Esta arquitectura tiene puntos en común con el arte griego del que proceden algunos elementos, pero es incuestionable su personalidad, originalidad y la trascendencia de sus aportaciones. Cronológicamente, el arte romano de esta época imperial podemos situarlo desde la conquista del Egeo en el siglo II a.C. hasta el siglo V d.C., cuando la decadencia del imperio marque el paso hacia el primer arte cristiano. Hay una etapa anterior republicana tras la dominación etrusca y la monarquía que situaríamos entre los siglos VII a II a.C. aproximadamente, con sus manifestaciones artísticas.

La función de este edificio es religiosa aunque tiene un carácter especial, ya que resulta de un programa político: la incorporación de Augusto y de su familia al círculo de los dioses y héroes nacionales romanos. También se celebrarían aquí, según algunas fuentes, los actos supremos del estado y tribunal, siguiendo al parecer el modelo de la asamblea general de los dioses alrededor del emperador. La forma de la cúpula corresponde, con su compleja simbología, a la unión de la función de culto y estado, típica del pensamiento romano.