Arquitectura del Antiguo Egipto: Pirámides, Templos y Poder
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El Complejo Funerario de Kefrén
Los templos asociados al complejo funerario de la pirámide de Kefrén constituyen uno de los ejemplos más representativos de la ritualidad traducida e interpretada en piedra. Las salas hipóstilas, la precisa ordenación del espacio interior y la utilización de dos grandes conceptos de la arquitectura egipcia, el corredor procesional y los espacios descubiertos, son algunas de las aportaciones de este complejo.
El templo inferior de los complejos funerarios de Keops y Kefrén, en el conjunto sepulcral de Gizeh, constituyen los ejemplos más representativos de los ritos funerarios y del nuevo dogma de la naturaleza divina del faraón. La estructura del templo se compone de:
- Una planta rectangular, de muros exteriores lisos en su totalidad y levemente inclinados, revestidos en sus dos caras por grandes bloques de granito.
- Un largo corredor cubierto, dispuesto en dirección oblicua, cuyo inicio se situaba en el ángulo noroeste de la sala de planta en T, que conducía la procesión ceremonial hasta el templo de la pirámide.
- El templo de la pirámide, una construcción sin apenas relación con el exterior, se divide en dos sectores: una estructura de ingreso y el santuario.
- La estructura de ingreso responde a un esquema ordenado, la estructura en T se desdobla en dos salas independientes, conectadas entre sí por un estrecho corredor.
- El santuario integra un primer ámbito en forma de claustro, con una serie de grandes pilares en todas sus fachadas interiores.
- En el frente oeste de este recinto hay cinco capillas destinadas a las ofrendas en memoria del difunto.
- Del ángulo suroeste arranca otro estrecho corredor que, tras un duro recorrido, facilitaba el acceso a la zona de la pirámide, justo hasta la capilla sepulcral, espacio en el que se celebraban las ceremonias al difunto.
La Pirámide de Mikerinos
Es la más pequeña de las tres, medía 108,5 m de lado y 66,5 m de alto, su pendiente es de 50º y también le falta revestimiento original.
La Esfinge de Gizeh
Más escultura que arquitectura, la Gran Esfinge de Gizeh forma parte inseparable de uno de los paisajes arquitectónicos más caracterizados del Antiguo Egipto. Desprovista de espacio interior, al menos no localizado hasta la fecha, la gigantesca escultura es una presencia estática, protectora del faraón enterrado en la pirámide.
Imperio Medio: El Auge de Tebas
El poder teocrático absoluto de los faraones de la IV Dinastía no sería igualado jamás. Las pirámides construidas en esta época son mucho más pequeñas que las de Gizeh. La fractura que supuso el Primer Periodo Intermedio, las tumbas-ciudad y los templos reemplazaron a las pirámides. Se pierde la seguridad, se produce una caída en los faraones y aumenta la importancia de la casta sacerdotal. El dios Ra fue reemplazado por Amón, cuyos sacerdotes estaban centrados en Tebas, lo que señala el comienzo del Imperio Medio, bajo la influencia de dos templos dedicados a Amón, en Karnak y Luxor, ambos al sur de la capital y en el margen derecho del río. Se alejan de las capitales pero siempre están cerca de los ríos y del desierto. Las zonas más importantes son el Valle de los Reyes y Deir el-Bahari. Las tumbas reales y civiles, así como todos los demás edificios con culto funerario, se construyeron del otro lado del río.
El Templo de Hatshepsut en Deir el-Bahari
El conjunto funerario aterrazado de Deir el-Bahari fue construido en la base del farallón occidental del Nilo por el faraón de la XI Dinastía, hacia el 2120 a. C. De esta tumba sólo quedan fragmentos, pero junto a ella, está la tumba de la reina Hatshepsut, quien gobernó como faraón de la XVIII Dinastía entre los años 1503 y 1482 a. C.
Hatshepsut encargó a su arquitecto y administrador Senmut la construcción de un templo funerario con terrazas junto al de Mentuhotep, que debería servir también como paraíso terrenal para Amón.
A lo largo del eje que arranca del templo de Amón en Karnak, al otro lado del río, Senmut emplazó el gigantesco Templo del Valle de Deir el-Bahari.
Imperio Nuevo: Centros de Poder y Sabiduría
Los templos egipcios eran algo más que lugares de culto, combinando su función religiosa con las de centros de aprendizaje y administración para la nación. El templo egipcio era mucho más que una iglesia, era también el lugar de residencia y adiestramiento para el inmenso aparato burocrático del país. Los sacerdotes impartían la enseñanza de la escritura y de la pintura. Los grandes templos incluían escuelas, universidades, bibliotecas y archivos; eran centros de estudio científico y médico, y de administración agrícola.
El Templo de Amón en Karnak
Se trata de uno de los conjuntos arqueológicos más extensos y complejos del Antiguo Egipto, en el que se superponen y combinan diferentes edificaciones desarrolladas durante un largo periodo, hasta configurar un conjunto de elementos y estructuras arquitectónicas de muy difícil interpretación en su estado actual.
El complejo de Karnak comprende tres recintos amurallados construidos con ladrillo crudo; el de mayor dimensión es el que corresponde a Amón. La distribución en Karnak es la siguiente: situado a mediodía se dispone el espacio dedicado a la diosa madre Mut, unido al anterior por una avenida de esfinges, dedicada a Horemheb, mientras que el sector septentrional está ocupado por el dominio de Montu.
En el centro de cada uno de los tres recintos se elevaba el templo principal, junto al que se disponía el lago sagrado destinado a los ritos de los sacerdotes y otras celebraciones ceremoniales.
Posee una gran sala hipóstila, construida por Seti I y Ramsés II. Se trata de una sala rectangular, que incluye en su interior una gran cantidad de columnas de imponentes dimensiones.
Las columnas simbolizan la vegetación que emerge de los pantanos iniciales de la creación. La sala hipóstila se renueva, cambia las columnas para que entre luz (toma planta de basílica).
El Templo de Khonsu
La aproximación se realiza por una gran avenida con esfinges que conducían a un pilono de entrada. La entrada se produce por una estrecha puerta.
El pilono estaba coronado por una gola egipcia y tenía unas ranuras para sujetar los mástiles sobre los que ondeaban estandartes de brillantes colores.
A continuación, se accedía por un patio descubierto, con columnas por todo, formando un pórtico corrido. El templo posee un efecto especial de embudo creado por la sucesión de ambientes cada vez más íntimos.
Atravesada la columnata según el eje longitudinal se pasaba a la sala hipóstila, una cámara con muchas columnas e iluminada mediante ventanas de linterna.
En el último término se encontraba el sekos, santuario o residencia del dios, lugar al que sólo los sacerdotes podían pasar y cuyas habitaciones rodeaban este espacio. El punto principal del sekos era una cámara que contenía la barca ceremonial en la que se desplazaba la estatua de la divinidad durante los festejos religiosos.
En la parte trasera del templo había una cámara en la que residía la imagen de la divinidad.
El Templo de Ramsés II en Abu Simbel
El templo menor fue construido por Ramsés II en honor de su consorte Nefertari, identificada como la diosa Hathor. El conjunto está formado por un templo menor y un templo mayor.
Características del templo menor:
- En el centro de la fachada del templo, orientada al este, se abre la puerta de ingreso al interior, flanqueada por seis figuras colosales, cuatro de Ramsés II y dos de su consorte.
- El reducido ingreso da paso a una sala con seis pilastras decoradas con máscaras de Hathor, dispuestas en dos filas que subdividen el espacio en tres naves.
- En el fondo de esta sala se dispone un pequeño vestíbulo, con la representación de Nefertari mientras es coronada por Hathor e Isis.
Características del templo mayor:
- La puerta de acceso está situada en el centro de la fachada frontal, flanqueada por cuatro representaciones colosales de Ramsés II.
- Un pequeño vestíbulo facilita el acceso a una primera sala hipóstila, con ocho pilastras ante las que se sitúan otras tantas representaciones del faraón. La sala está flanqueada por un complejo sistema de ocho estancias destinadas a almacenes de enseres litúrgicos y a la conservación del tesoro del templo.
La Baja Época: Declive y Transformación
Con el fin del Imperio Nuevo, la actividad arquitectónica se detiene casi por completo, situación lógica en una época de extrema debilidad política y social, en un país que conoció profundas convulsiones sociales y que llegó a verse dominado por pueblos extranjeros. La capital, situada habitualmente en el Bajo Egipto, cambió de emplazamiento en repetidas ocasiones.
El Templo de Horus en Edfú
En un recinto de planta rectangular, orientado en dirección norte-sur, se disponen:
- El gigantesco pilono de acceso: se trata de un volumen en sí mismo, con diversas estancias interiores a las que se accede mediante dos escaleras dispuestas en ambos cuerpos simétricos.
- El patio exterior: es el patio de las ofrendas, situado tras el pilono, dispone de galerías con columnas en tres de sus fachadas interiores.
- La sala hipóstila tiene 12 columnas interiores, que configuran la fachada que da al patio.
- Tras esta primera estancia se dispone la Sala de las Fiestas, de estructura hipóstila, aunque de menor altura que la primera, también tiene 12 columnas interiores, aunque de menor diámetro.
- Tras estas dos primeras salas se desarrollaban: la Sala de las Ofrendas, la Sala de la Entrada y la Sede Venerable, verdadero sanctasanctórum del templo, rodeadas todas ellas por una serie de capillas y diversas dependencias de carácter complementario.