El aprendizaje como conducta verbo pensante

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. Utilidad de la psicología de la percepción

Las aplicaciones de la psicología de la percepción a campos tan variados como la arquitectura, el diseño y la publicidad no han sido ni mucho menos desdeñables.

La conducta y el aprendizaje

Este es el campo en el que se ha centrado más la psicología de carácter conductista. El conductismo pretende estudiar aquellos fenómenos que sólo pueden ser conocidos de forma objetiva y destacar todo tipo de datos no observables, tales como los estados interiores. Si el método introspectivo es dominante en muchas escuelas psicológicas el conductismo lo rechaza por ser poco científico. Si nos atenemos a lo observable, veremos que es la conducta externa de los individuos aquella que puede ser cuantificable y estudiada de forma rigurosa y empírica. Es lógico que el campo del aprendizaje sea aquel al que más esfuerzos han dedicado los conductistas. Una de las definiciones clásicas del aprendizaje es la siguiente:

Es decir, el aprendizaje nos hace cambiar conductas previas.

Nuestro comportamiento se rige por dos formas: en primer lugar recibimos un estímulo (E) y esto provoca en el individuo una respuesta (R). Nosotros, al igual que los animales, conocemos en primer lugar cosas innatas, instintivas y que ya están fijadas. Un perro o nosotros, al ver comida, produce salivación. Un niño llora cuando tiene hambre (no llora delante de un ordenador al no ser que le condicionemos para ello). Esta reacción es fisiológica o instintiva.

El aprendizaje se inicia allí donde empezamos con hábitos que son adquiridos, que no están fijados previamente en nuestra naturaleza. Es decir, en relaciones de Estímulo-Respuesta que pueden ser modificadas. En estos procesos de aprendizaje, Paulov fue el primero en estudiar cómo una relación entre estímulo-respuesta puede ser sustituida por otra artificial, y fue continuada por autores como Watson o Skinner.
Entre los condicionamientos más típicos estudiados en psicología, aparecen los siguientes


1. Condicionamiento inhibitorio o aprendizaje por castigo

El individuo deja de dar una respuesta a un estímulo a consecuencia de que asocia esa respuesta a un dolor o malestar. Por ejemplo, se puede conseguir que un animal deje de comer un determinado producto, haciendo que al comerlo reciba una descarga eléctrica. Este tipo de condicionamiento no lleva propiamente a un aprendizaje nuevo, sino a la supresión de una respuesta.

2. Condicionamiento clásico o respondiente


Pavlov observó que en presencia de un cuenco de comida (estímulo) un perro reacciona aumentando la secreción de saliva (respuesta). A partir de ahí diseñó el siguiente experimento: cada vez que le llevaba el cuenco con comida al perro, hacía sonar previamente una campanilla. Tras repetir el proceso muchas veces descubríó que el perro comenzaba a salivar con sólo oír la campanilla. Se había sustituido una relación natural estímulo-respuesta por otra artificial .

3. Condicionamiento operante


Este condicionamiento ha sido estudiado por Skinner: su nombre es debido a que el sujeto tiene una parte activa, operativa en el condicionamiento. Para sus experimentos este psicólogo desarrolló lo que desde entonces se conoce como “caja de Skinner” que consiste en un recipiente con un mecanismo simple  que al accionarlo suministra un premio o un castigo al sujeto del experimento

4. Aprendizaje por insight y aprendizaje por imitación

Estos procesos de aprendizaje conductista son claros, pero habría que preguntarse si todas las fases de aprendizaje humano se reducen a esta relación entre estímulo y respuesta. La escuela cognitivista y la funcionalista han planteado especialmente que al estímulo le sigue un proceso de reflexión, de carácter interno al sujeto. Para el conductismo la única reflexión en la mente es la obtención de placer y evitar el dolor: no existe ningún otro elemento mental de relevancia. En los psicólogos cognitivistas sin embargo, en el hombre existe un elemento creativo, de resolución de problemas que nada tiene que ver con el mero aprendizaje exterior. Esto es el “insight”, es decir, resolución interna de un problema: el hombre es capaz de “visualizar” internamente un problema y resolverlo aportando claves que a lo mejor no están presentes en la experiencia exterior. Este era el caso de los monos de Kohler: los monillos eran capaces de resolver problemas sencillos como alcanzar bananas uniendo varios palos, visualizando la solución en su cerebro y después llevándolo a la práctica.   

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