Antonio Machado y Rubén Darío: Poesía Española Finisecular
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Antonio Machado
Biografía
Antonio Machado nació en Sevilla y posteriormente residió en Madrid, donde cursó sus estudios. En 1893, publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus poemas iniciales vieron la luz en 1901. Viajó a París en 1899 y repitió la visita en 1902, año en que conoció a Rubén Darío, con quien mantendría una estrecha amistad a lo largo de su vida. En Madrid, por esas mismas fechas, conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores, estableciendo con ellos una sólida amistad. Ejerció como catedrático de Francés y contrajo matrimonio con Leonor Izquierdo, quien falleció en 1912. En 1927, fue elegido miembro de la Real Academia Española. Durante las décadas de 1920 y 1930, escribió teatro en colaboración con su hermano, el también poeta Manuel Machado, estrenando diversas obras, entre las que destacan La Lola se va a los puertos (1929) y La duquesa de Benamejí (1931). Al estallar la Guerra Civil Española, se encontraba en Madrid. Posteriormente, se trasladó a Valencia y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió a Colliure, Francia, donde falleció en febrero del mismo año.
Comentario del poema
Idea principal
El mañana efímero es una crítica a la sociedad española de la época. Machado, en este poema, reflexiona sobre el futuro de España, enfocándose en la literatura. Establece una constante comparación entre la España de su presente y la que imagina para el futuro. La España que describe es una nación anticuada, que no progresa al ritmo del resto de los países europeos.
Ideas secundarias
El poema inicia con una descripción del presente de España: “La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María,(…)”. A continuación, se perfila al poeta que, según Machado, podría impulsar el cambio: “Será un joven lechuzo y tarambana, un sayón con hechuras de bolero, a la moda de Francia realista”.
Posteriormente, se presenta la visión del futuro, la España que nacerá y la forma en que lo hará: “Mas otra España nace, la España del cincel y de la maza, con esa eterna juventud que se hace del pasado macizo de la raza”.
Machado no vislumbra un futuro prometedor para España, pero mantiene la esperanza de que un poeta influenciado por las corrientes europeas transforme la literatura española: “Será un sayón con hechuras de bolero, a la moda de la Francia realista”.
El poeta utiliza diversas exageraciones para enfatizar el carácter anticuado de la sociedad española, a la que considera inferior a la europea: “Esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste”. También critica la influencia de la Iglesia en la sociedad: “La España (…) de cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María”. La España que imagina para el futuro es “Una España implacable y redentora”. Cuando se produzca el cambio, España se liberará de su rabia y surgirá una nueva nación: “España que alborea [...] España de la rabia y de la idea”.
Métrica y figuras literarias
El poema se compone mayoritariamente de versos endecasílabos, aunque algunos presentan una métrica diferente. La rima es consonante y sigue el esquema ABABB. Machado emplea diversos recursos estilísticos, como metáforas (“florecerán las barbas apostólicas”), comparaciones (“Como la náusea de un borracho ahíto”) e hipérbaton (“hay un mañana estomagante escrito”). Desde el punto de vista literario, el texto es una silva que combina versos heptasílabos y endecasílabos con otros de distinta medida, de rima consonante. Se destaca la función representativa del lenguaje a través del reflejo que Machado hace de la España de su época. La función poética se manifiesta en la abundancia de metáforas y comparaciones que utiliza para personificar a España. Finalmente, se observa la función apelativa, pues el autor interpela a la sociedad de su tiempo y a la juventud futura que, según él, transformará España. Por esta razón, se aprecia una relativa escasez de verbos y una abundancia de adjetivos y oraciones adjetivas que matizan la descripción. El uso de léxico culto, anticuado y con una clara vocación de combate crea un efecto caótico que contrapone el pasado anquilosado con el futuro de una juventud implacable y creativa. La acumulación de elementos simbólicos refuerza estas ideas sobre el pasado, presente y futuro de España.
Posicionamiento
El texto es una reflexión sobre la España de Machado. El autor critica y se muestra pesimista ante el estado de la nación, un pesimismo que observa en las generaciones tradicionalistas y católicas, cerradas al mundo. Presenta una España sin ilusiones. Sin embargo, en la parte final, elogia a los jóvenes que, según él, crearán una España moderna y de vanguardia. Esta situación descrita por Machado, aunque pueda parecer exagerada, se observa en algunas zonas rurales aisladas, donde la iglesia, el maestro y las figuras de autoridad mantienen roles tradicionales. Machado refleja su preocupación por España, su amor por la naturaleza y los enigmas del hombre, destacando el paisaje y la gente de Castilla. En mi opinión, Machado describe una realidad, una naturaleza que no solo interpreta desde su perspectiva, sino también desde su sensibilidad. El autor habla de la soledad, la fugacidad, la muerte, la belleza del paisaje rural, pero también de la miseria, la decadencia y la desertización. En conclusión, considero que el objetivo del poema es impulsar un cambio en el país, criticando la política de la época y proponiendo reformas en diversos ámbitos de la sociedad de Alfonso XIII.
Rubén Darío
El poema pertenece al poeta nicaragüense Félix Rubén Darío Sarmiento (1867-1916), figura clave del Modernismo, movimiento poético de finales del siglo XIX y principios del XX. En su obra poética, se distinguen tres etapas:
- Azul (1888): Modernismo preciosista con influencia francesa.
- Prosas profanas (1896): Modernismo exuberante, con polimetría, sensualidad y musicalidad.
- Cantos de vida y esperanza (1905): Poesía reflexiva, con temas hispánicos y existenciales, y un lenguaje más sobrio.
Comentario del poema "Lo fatal"
Tema
Reflexión angustiada sobre el dolor de vivir y el sentido de la vida humana, en contraste con la certeza de la muerte. La desazón existencial, propia de la crisis finisecular, es un tema recurrente en el Modernismo.
Estructura
Estructura interna
- Versos 1-4: Dolor del hombre consciente frente a la inconsciencia de otros seres.
- Versos 5-9: Angustia ante la incertidumbre de la vida y la certeza de la muerte.
- Versos 10-11: Contraste entre la vida placentera y la muerte dolorosa.
- Versos 12-13: Síntesis de la angustia existencial.
Estructura externa
El poema presenta una estructura métrica modernista. Consta de tres estrofas: dos serventesios alejandrinos con rima consonante y alterna (ABAB - CDCD), y un tercer serventesio con un verso final fragmentado en eneasílabo y heptasílabo. El uso de alejandrinos y eneasílabos es característico del Modernismo. Podría considerarse un soneto truncado.
Análisis estilístico
En la primera parte, se manifiesta una visión pesimista de la vida, asociada al dolor. Se establece una gradación entre los seres de la creación: la piedra (insensible), el árbol (apenas sensible) y el hombre (sensible y consciente). Solo el hombre, por su capacidad de reflexión, experimenta dolor.
El título, Lo fatal, anticipa el tono doloroso del poema.
En las partes dos y tres, se enumeran los males que provocan la angustia existencial, siendo el peor la certeza de la muerte. Darío utiliza recursos como el polisíndeton, la antítesis (vida/muerte) y la gradación ascendente de términos que expresan miedo (temor, terror, espanto).
La tercera parte enlaza con la anterior mediante un encabalgamiento que refleja la agitación del poeta. Se presentan los dos polos opuestos de la vida: el impulso erótico y la muerte. Para expresar esta oposición, se utiliza el paralelismo sintáctico, el mismo ritmo acentual y la antítesis.
La última parte sintetiza la angustia existencial. Los versos 12 y 13 destacan por su métrica diferente y su carácter exclamativo. Se utiliza el paralelismo y la antítesis para expresar la falta de sentido de la existencia: ¡Y no saber adónde vamos / ni de dónde venimos!