El Amor según Platón: Diálogos del Banquete

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Introducción

La obra se basa en la conversación sobre el Amor que sostienen Fedro, Pausanias, Erixímaco, Aristófanes, Agatón y Sócrates en el banquete que ofrece Agatón, y al cual se incorpora por último Alcibíades de una manera muy alborotada. Apolodoro le narra a su compañero las palabras que le refirió Aristodemo sobre este diálogo ocurrido no hace poco tiempo. Pues de esta manera le cuenta lo sucedido: Caminaba Aristodemo cuando se encuentra con un Sócrates muy bien vestido que se dirigía a casa de Agatón, quien lo había convidado a un banquete; este lo invita y ambos emprenden el camino. Al llegar a casa de Agatón se dan cuenta que Sócrates se había quedado más atrás y comienzan sin él. Estando a la mitad del banquete llega Sócrates y Agatón lo invita a sentarse a su lado.

El Discurso de Fedro: El Amor como el más Antiguo de los Dioses

Erixímaco, entonces, propuso que cada uno de los presentes hiciera un discurso en alabanza a Eros, porque Fedro le decía constantemente que no se le daba a este dios la importancia que en verdad tenía. El primero en tomar la palabra es Fedro, por ser su inquietud, quien señala que el Amor es el más menospreciado de los dioses, pues pueden dedicarles grandes alabanzas a los elementos más simples pero no a uno de los más antiguos dioses. También nadie verá como un acto cobarde lo que haga un amante, todo lo hecho por ellos es bello. Sólo los amantes pueden morir por sus amados, como es el caso de Alcestis, a quien los dioses honraron por haber muerto por su amado y que luego devolvieron la vida, y a Aquiles, quien murió por su amado primo Patroclo para vengarlo, aunque su madre le advirtiera que moriría en manos de Héctor.

El Discurso de Pausanias: Los Dos Tipos de Amor

Corresponde luego el turno de Pausanias, quien discrepa con Fedro, puesto lo que dijo fue sin discernimiento alguno. Para él el Amor no es uno, sino dos, ya que Afrodita no puede existir sin Eros y debido a que existen dos Afroditas, la hija de Urano (nacida sólo de padre), conocida como Urania, y la otra hija de Zeus y Dione (nacida de padre y madre), llamada Pandemo, existen también dos Eros: el Uranio que colabora con la primera, el cual es Amor celestial y Pandemo que colabora con la segunda, el cual es Amor popular. Es el segundo el que sienten los hombres viles, quienes sólo aman el cuerpo; en cambio, el Eros de la Afrodita Urania lo sentirán aquellos a quienes se les demuestre primero inteligencia, amarán lo que es del alma y no se dejarán conquistar fácilmente. Por ello generalmente los hombres que amarán con Amor celestial, se fijarán en otros hombres, pues estos son primeros, fuertes e inteligentes.

El Discurso de Erixímaco: El Amor en la Medicina y la Naturaleza

Posteriormente habla Erixímaco, el cual se basará en la medicina para hablar del Amor y quien afirma que en el cuerpo se encuentran los dos amores el sano, que es el bello y el enfermo, que es el vergonzoso. Todo está gobernado por el Amor: en la medicina, la gimnasia y la agricultura, lo divino y lo humano está fundado el Amor, pero cuando se hacen más excesivos traen la destrucción. Todo lo contrario en el mismo cuerpo y en toda las cosas enemigas deben concordar por Amor.

El Discurso de Aristófanes: El Mito del Andrógino

Llega la oportunidad de Aristófanes, quien narra el mito que en la tierra existían tres seres: varón, hembra y andrógino, los cuales tenían dos cabezas, cuatro piernas y cuatro brazos, quienes fueron separados por Júpiter porque querían alcanzar la gloria de los dioses, y cada uno quiso juntarse con su otra mitad; tanto fue el deseo de juntarse que día y noche pasaban abrazados, hasta el punto de no alimentarse al no querer vivir sin su otra parte; de este anhelo de volver a estar juntos nació lo se llama Amor.

El Discurso de Agatón: La Belleza y la Juventud del Amor

Ahora se expresa Agatón quien empieza por señalar qué es el Amor y no sólo que es la causa de mucho placer. Amor es el más joven de los dioses, por ende anda con sus pares jóvenes, y que además de joven es delicado, sabio, bello, sin violencia ni injuria. Luego de tales alabanzas al Amor por parte de Agatón todos lo felicitan, excepto Sócrates, quien diverge en modo sarcástico con él, ya que sólo dicen palabras lindas sin importar si son correspondientes al Amor o no. Así Sócrates notó que ninguno trató al Amor como lo que es en realidad.

El Discurso de Sócrates: La Enseñanza de Diotima

Pidió Sócrates que le dejen decir su verdad sobre el Amor, en la que él intenta buscar la esencia misma de este y por ende la verdad absoluta del Amor. Le confesó a Agatón que todo lo que sabía de Eros lo aprendió de una mujer llamada Diotima, quien a través de preguntas similares a las que él le había formulado le enseñó que Eros no es bello ni inmortal, pero tampoco lo contrario, sino que es un punto medio, no todo está en los extremos de las ideas; y este intermedio de Amor nace de la unión de dos dioses muy distintos, Penia y Poros: Esto tuvo lugar en la fiesta que se daba entre los dioses en honor al nacimiento de Afrodita, en donde Penia, que era mendiga entre los dioses, tomó ventaja de la borrachera de Poros, quien era sabio y rico en recursos. Pues con estos dioses tan diferentes se dio vida a Eros, que es denominado como demon, puesto que es el intermedio entre la sabiduría y la ignorancia. Es la naturaleza de este dios buscar lo bello, pues ansía lo que le falta. Para Sócrates Amor es el mismo filosofar. Eros va a desear tener siempre lo que ama y la única forma de hacerlo es a través de la procreación, no sólo del cuerpo sino también del alma y el hombre es quien tiene la capacidad de procrear en lo bello. Por lo tanto el Amor no es amor en lo bello, sino amor en la generación siguiente y fecundación en lo bello. Es la forma que tiene el hombre de conservar la inmortalidad.

La Llegada de Alcibíades y el Elogio a Sócrates

Esto es algo más abstracto a lo que luego demostrará Alcibíades después de su ruidosa entrada al banquete, en el que se puede demostrar el Amor más tangible, el sentimiento a una persona en específico, lo que él sentía por Sócrates. Esto ocurre al terminar el discurso de Sócrates y los aplausos correspondientes de sus compañeros, cuando Alcibíades llega completamente ebrio a casa de Agatón y pide si puede sentarse a beber con ellos. Erixímaco entonces le ofrece la palabra para dar sus argumentos sobre el Amor, mas este habló sobre las asombrosas cualidades de Sócrates en la guerra y también sobre la habilidad para emocionarlo con sus discursos y relató también el rechazo que sufrió por parte de Sócrates al pedirle que fuera su amante.

Conclusión

Sócrates se da cuenta de que Alcibíades aún está enamorado de él y llama a Agatón para que Alcibíades no lo moleste, y así Agatón concluye el discurso con una especie de halago amoroso y todo termina con la irrupción al diálogo de unos borrachos y con un Sócrates vigilante y con los demás contertulios durmiendo y que luego va hasta el Liceo, seguido de Aristodemo, a seguir su jornada normal.

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