El Amor Revelado: Un Dios de Ternura y Misericordia

Jesús Revela un Dios que es Amor

La historia de la salvación es un canto al amor de Dios que se manifiesta en la creación y en la alianza con su pueblo, y llega a su punto culminante en el envío de su Hijo al mundo.

Jesús habla y actúa con **ternura**, **misericordia** y **amor** porque Dios es así.

Dios Nos Amó Primero

El amor de Dios es **incondicional**. Dios no nos ama por ser buenos o por méritos propios. Dios nos ama porque Él es bueno. Su amor era absolutamente gratuito, generoso y abierto por igual a todo ser humano sin distinción.

La iniciativa de amar parte de Dios. Él nos amó primero: nos creó a su imagen y semejanza, libres, capaces de amar y de vivir en amistad con Él.

El amor, por tanto, es lo que nos define como personas.

Jesús Nos Invita a Amar

La vida de Jesús es la expresión más perfecta de amor a Dios y a los demás.

Estas palabras de Jesús son tajantes; no hablan de un amor a medias, sino de un amor total, efectivo y real.

Por eso, el amor a los demás:

• Es el digno del amor a Dios; no es posible amar a Dios sin amar a los demás y a la inversa.
• Es la característica de los discípulos de Jesús: *Por el amor que os tengáis los unos a los otros reconocerán todos que sois discípulos míos.*

Corresponder al Amor de Dios

Una planta no crece si no se la riega. Así es el mundo que Dios nos ha regalado para que vivamos en él como hijos suyos y hermanos.

La Biblia, desde su primera página, afirma que Dios todo lo hizo bueno y bien.

La historia está plagada de signos que permiten constatar cuándo el ser humano ha sido coherente con ese amor de Dios o, por el contrario, lo ha traicionado dando rienda suelta al odio y al egoísmo. Fruto de esta traición es, precisamente, la miseria y el sufrimiento de tantos seres humanos, hermanos nuestros.

Extender el Reino de Dios

Jesús trajo al mundo el **Reino de Dios**, un reino de paz, de justicia, de amor, de finalidad. Este reino ya está, pues, implantado en el mundo como una semilla llamada a acrecer. Su crecimiento depende de nosotros.

Vivir el Amor

El Reino de Dios es el amor en acción. Un amor que se caracteriza por:

• Servir a los demás
• Respetar todo lo creado por Dios
• Defender la dignidad de toda persona
• Trabajar por la justicia
• Defender los derechos del pobre y del que sufre.
• Compartir lo que tenemos y somos
• Estar más dispuestos a dar que acaparar
• Buscar la paz en cualquier circunstancia
• Ser tolerantes con los demás y con las ideas
• Vivir la solidaridad y la fraternidad universal.

Principios Fundamentales

La **Doctrina Social de la Iglesia** se fundamenta en:

• La **dignidad** de todo ser humano, creado por Dios.
• La persona como ser que necesita vivir en sociedad y relacionarse en paz y armonía.
• El destino universal de los bienes de la tierra, para uso y beneficio de todos por igual.
• El valor de la vida y el respeto a la misma.
• Los valores de justicia, libertad, solidaridad y paz.

El Amor de Jesús

Para Jesús, no son las leyes el criterio de su actuación, sino el amor, sobre todo a los pobres y marginados de la sociedad.

Y esto es lo que pide a sus discípulos que hagan, tanto por ser lo que Dios quiere como para hacer presente en el mundo el amor de Dios. De ahí la preocupación de Jesús por los necesitados y su amor apasionado a todos los hombres.