El alma para Descartes

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1.JUNIO 2010

Nos encontramos ante un texto argumentativo de Descartes, concretamente el Discurso del método,  Cuarta parte.  El autor intenta deducir unas verdades de otras: desde la cuestión de la que parte, de que no es el único ser existente porque le faltan perfecciones y es dependiente, hasta la necesidad de que Dios no puede ser compuesto, pasando por las pruebas que aporta para conocer la naturaleza misma de Dios.

  Este texto se puede dividir 2 partes.

   La primera parte llegaría hasta la línea 9, en la que Descartes observa que para conocer la naturaleza de Dios, lo poco que puede conocerse, bastaría con reconocer las perfecciones vistas en el propio sujeto y atribuirlas a Dios de modo absoluto. El Dios posee todas las perfecciones que pueda ver en mi mismo.

      La segunda parte es el resto del texto y ocupa las líneas 9-15). Descartes ve en sí mismo la composición alma – cuerpo, cuestión defectuosa que no puede darse en Dios. De tal manera que Dios es simple; en cambio, todas las demás cosas existentes, no siendo perfectas deberán depender de Dios completamente.

1.JUNIO 2010 (otra opción, + líneas)Este texto se puede dividir en tres partes.

     La primera parte llegaría hasta la línea 9 y en ella, Descartes reconoce que como le faltan algunas perfecciones, eso significa que existe algo más y en concreto ve que depende de Dios del cual ha recibido ciertas cualidades. Aduce que si fuera solo e independiente de cualquier otro ser, y se hubiese dado el ser a sí mismo, se habría hecho mucho mejor y con todas las cualidades que ve en Dios.

    La segunda parte, entre las líneas 10 – 18…...

    La tercera parte hasta el final……

2. La palabra perfección, la encontramos en la línea 12 del propuesto texto de Descartes, Discurso del método. 

Descartes entiende por “perfección” en el texto las cualidades de Dios ((otro texto(( es decir, infinitud, eternidad, inmutabilidad, omnisciencia y omnipotencia. Es normal que todas ellas no las posee el hombre sino en algún grado limitado. En el hombre está claro que esas perfecciones solo se dan de forma muy restringida.  Eso significa que el hombre tiene límites espacio - temporales, es cambiante y no lo puede ni sabe todo. Así podríamos decir que  la perfección está en Dios y la imperfección en el hombre. En el texto podemos ver que el hombre participa poco del ser perfecto.  La diferencia entre Dios y hombre es bastante grande.))))

     En el texto podemos encontrar las imperfecciones, la duda, la inconstancia y la tristeza con lo que dándoles la vuelta a esas nociones, y por tanto de forma indirecta, Descartes cree que la seguridad, la constancia y la alegría deberán ser cualidades incluidas dentro de la perfección.

  Descartes también alude asimismo al hecho de que la composición denota dependencia y que ésta es un defecto, por lo que podemos concluir que otra característica a la que se alude indirectamente será la independencia y la simplicidad, que otra vez solo corresponden a Dios y al hombre la dependencia y la complejidad.

       Para Descartes, la idea de Dios reúne las ideas de todas las perfecciones en las que podamos pensar; la idea de Dios es la idea del ser sumamente perfecto.

       En la filosofía de Descartes, también podríamos añadir que “perfección” es una idea encontrada en el sujeto, inexplicable en un ser que no lo es. Así, la perfección será usada para demostrar la existencia de Dios como ser Perfecto, -no ya como simple idea en un sujeto-, sino como realidad: necesariamente debe existir el Ser Perfecto, dado que la existencia es una de las perfecciones incluidas en su Ser. Por todo lo cual terminamos por admitir otra cualidad de la perfección que es la existencia. Existir es más perfecto que no existir.

4. En esta pregunta voy a relacionar a  Descartes con Platón y hablar del dualismo ontológico.

La tesis ontológica del dualismo que afirma que en el universo existen dos tipos de sustancias radicalmente diferentes: la mente (res cogitas) y la materia (res extensa). Los seres humanos serían el resultado de la combinación contingente y accidental de mente y cuerpo. El dualismo cartesiano en cierto sentido supone una vuelta a la concepción platónica del hombre, apartándose de la tradición aristotélica que veía al hombre como animal racional y para la cual el alma era el principio de vida y de organización del cuerpo y,  una entidad no separable de este último. En el dualismo de Descartes estamos formados de un cuerpo y una mente, el cuerpo no es individual de la mente, y el cuerpo y la mente dejan de ser principios opuestos. El cuerpo no actúa solo, sino que  lo hace con la mente también.

Para Descartes el alma está en la glándula pineal. Esta es la parte más importante del cerebro pues en ella la sangre se convierte en “espíritus animales” que posteriormente se extienden por todos los nervios

En correspondencia con su dualismo ontológico, Platón defiende un claro dualismo antropológico: creerá que en el hombre encontramos dos principios opuestos: el cuerpo que nos vincula con la realidad material y pertenece al Mundo Sensible, y el alma que es el principio inmaterial, divino e inmortal y que nos vincula con el Mundo de las Ideas.

Para Platón el hombre se identifica más con el alma que con el compuesto de alma y cuerpo por lo que creyó que la encarnación del alma es una situación transitoria y contraria a su destino. La idea del cuerpo como el origen del mal y la ignorancia y del alma como lo bueno y la dimensión positiva del hombre se concreta en su concepción del cuerpo como cárcel del alma.

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