La Voluntad: Definición y Tipos de Acciones

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La palabra voluntad

proviene del latín “voluntas”, que tiene como significado: “querer”.

Definición de Voluntad

Es la facultad de ordenar la propia conducta. Es una propiedad de la personalidad que apela a una especie de fuerza para concretar una acción en la búsqueda de un resultado esperado.

Implica generalmente obtener una recompensa futura e implica un cierto esfuerzo para obtener una ganancia posterior.

En una segunda vertiente, se asocia al poder de elección en conciencia. Algo elegido por la propia voluntad no es obligado. Se asocia al llamado

Tipos de Acciones

En general, las acciones humanas pueden clasificarse en dos grandes grupos: involuntarias y voluntarias.

Acciones Involuntarias

Aquellas que tienen lugar de forma instintiva o refleja. Por ejemplo: todos los procesos fisiológicos, como respirar, digerir, dormir, etc., que escapan a la acción de la voluntad por su carácter automático. Asimismo, ciertos actos reflejos, como huir ante el dolor, protegerse ante un golpe, etc., son movimientos involuntarios, que apenas alcanzan el nivel consciente.

Acciones Voluntarias

Aquellas que tienen lugar tras un proceso mental consciente, que deben atravesar el filtro de la razón.

Proceso de un Acto Voluntario

  • Tendencia.- Una necesidad, un interés e inclinación todavía indefinida hacia algo, cuyo fin no se conoce concientemente.
  • Deseo.- Es la toma de conciencia de los objetivos propuestos y del fin que perseguimos. Es el proyecto para la acción.
  • Deliberación.- Es el conflicto de los motivos para la acción.
  • Decisión.- Es la elección de los motivos iniciales y objetivos propuestos. Esta decisión no sólo puede ser positiva, sino también de tipo inhibitorio.
  • Acción.- Es el último proceso de la voluntad que consiste en la ejecución del acto.

Trastornos de la Voluntad

  • Abulia, Deterioro de la voluntad de actuar. Falta de ganas de hacer las cosas o sensación de querer y no poder. Se muestra indecisión, impotencia e indiferencia por aquello que antes pudo haberle dado satisfacción.
  • Impulsividad, Ausencia de adecuada reflexión sobre las consecuencias del comportamiento, alcanzan una proporción alarmante y epidémica (delitos, accidentes, abuso sexual).
  • Ausencia de motivación consciente.
  • Impulsividad patológica: deseo imperioso y a menudo irresistible que surge bruscamente y empuja a la comisión de actos infundados, a veces brutales y peligrosos. Puede ser espontánea o refleja.
  • El Negativismo: La persona se resiste a cumplir las órdenes impartidas o las cumple en sentido contrario o totalmente opuesto.
  • Obediencia Automática: Es el cumplimiento exacto de las órdenes recibidas por la persona para realizarlas, sin mediar una deliberación acerca de los aspectos éticos, de riesgo excesivo o incluso legales de las consecuencias que puedan arrojar sus actos, la persona se comporta como un autómata.

Aspectos Negativos del Voluntarismo

  • El voluntarismo lleva a querer resolver las cosas confiando demasiado en el esfuerzo de la voluntad, crispando los puños, con un fondo de orgullo más o menos velado, ofuscado por una búsqueda de autosatisfacción de haber hecho las cosas por uno mismo, sin contar demasiado con los demás.
  • El voluntarismo perturba la lucidez, entre otras cosas porque lleva a escuchar poco, a ser poco receptivo. Lleva a aferrarse en exceso a la propia visión de las cosas. A pensar que las cosas son como las ve uno mismo, sin darnos cuenta de hasta qué punto los demás nos aportan siempre otra perspectiva de las cosas y enriquecen con ello nuestra propia vida.
  • El voluntarismo estropea también la espontaneidad, la sencillez. Lleva a querer resolver los problemas interiores también solo por uno mismo.
  • Al voluntarista le cuesta abrir su corazón a otros, suele ser rígido y a veces se propone metas poco realistas.

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