Vitalismo y Raciovitalismo: Nietzsche y Ortega y Gasset
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El Vitalismo de Nietzsche
¿Qué es el Vitalismo?
El vitalismo es una corriente de pensamiento que plantea que la auténtica realidad, la realidad absoluta, es la realidad natural. Todo es naturaleza, la cual se despliega en una enorme variedad de formas e individuos. Una de estas variedades de la naturaleza es la vida, una fuerza que se caracteriza por elaborar realidades únicas, diferentes, individuales.
El ser humano tiene una característica singular: no existe como una realidad más en la naturaleza, sino que existe como individuo. Al existir como individuos, los seres humanos tienen una oportunidad única: pueden vivir la vida con total plenitud, es decir, siguiendo los dictados de la naturaleza y obligándonos a ser creativos, a desarrollar todas las potencialidades que tenemos como individuos singulares, diferentes, únicos. Nietzsche explica esta capacidad creativa del ser humano a partir de dos conceptos basados en la mitología griega:
- Instinto dionisíaco: Consiste en la capacidad de los seres humanos para liberar las fuerzas naturales que existen en su interior: la pasión, el deseo, la creatividad, la alegría. Sin embargo, toda creación exige algún tipo de destrucción.
- Instinto apolíneo: Consiste en el intento del ser humano de poner orden, racionalizar la vida y crear una realidad en la que se pueda sobrevivir a la propia destrucción.
La Voluntad de Poder
Para Nietzsche, vida es voluntad de poder. Poder significa dominio, imponerse sobre lo que nos rodea. La voluntad es el impulso que lleva a un individuo a imponerse sobre lo que le rodea. Es una especie de lucha contra todo cuyo fin último estaría en imponerse incluso sobre uno mismo. En última instancia, la voluntad de poder es autosuperación. En la superación de uno mismo y de lo que nos rodea se van generando nuevas formas de vivir, nuevos valores, nuevas formas de arte, nos volvemos creadores. Y es en la creación cuando viviríamos una vida auténtica. El gran problema para la realización de esta manera de vivir es que toda existencia es limitada. Por eso, Nietzsche expone una idea extraordinaria: ¿Y si cada momento de nuestra vida fuera eterno? Tal vez no hay mejor momento que este porque este momento, este instante, sea el instante definitivo.
Crítica de Ortega y Gasset al Racionalismo
La cultura europea desde Sócrates, pasando por Descartes y Kant hasta la actualidad, ha apostado por el racionalismo. Ortega y Gasset, a pesar de reconocer el importante mérito que para la cultura tiene el proyecto racionalista, descubre que es un planteamiento reduccionista y dogmático:
- Reduccionista: porque para pensar racionalmente la realidad solo se ocupa de lo que se puede reducir a número y cantidad.
- Dogmático: porque la verdad es única, fija e inmutable.
El problema es que en ese mundo irracional se encontraba todo lo cualitativo, lo sentimental, lo vital, por lo que el racionalismo renuncia a la vida.
"Yo soy yo y mi circunstancia"
Para Ortega y Gasset, el ser humano es algo concreto, un yo que está forzado a vivir en una circunstancia determinada. Por circunstancia entendemos todo aquello que rodea nuestra vida; somos y nos definimos en la medida en que estamos dentro de un determinado contexto. La frase "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo" explica que la vida se compone del yo más las circunstancias, dos ingredientes inseparables. No podemos separar el medio del que vivimos de nuestro yo.