Visiones Míticas del Origen: Judeocristiana vs. Griega
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Explicaciones Míticas
Modelo Judeocristiano
Se encuentra en la Biblia, conjunto de libros sagrados que narran la historia de la salvación de Israel.
En el Génesis, primer libro de la Biblia, se establece una separación radical entre Dios Creador y el mundo creado, a diferencia de la mentalidad griega. En la Biblia, todo lo que existe, incluido el ser humano, existe porque Dios (que se identifica con el Ser) lo ha querido en un acto libre de su voluntad. El concepto de creación es el punto de partida para comprender cuanto existe. Dios ha creado todo por un acto de su voluntad, a partir de la nada (ex nihilo).
En la acción creadora de Dios, el ser humano ocupa un lugar destacado: una vez que Dios lo ha creado todo con el poder de su palabra, lo hace pasar por delante del hombre y este va poniendo nombres, es decir, los seres creados quedan a su disposición. El ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios. Le es crucial además, para su salvación, autoconocerse, algo a lo que no dieron tantísima importancia los griegos.
De este modo, el ser humano ejerce su señorío sobre el resto de las criaturas. En la propia constitución del hombre están presentes todos los grados del ser: corporal, psíquico y espiritual. El ser humano es un microcosmos, contiene los distintos géneros del universo en miniatura.
El ser humano es el ser más digno y superior dentro del mundo de las cosas, plantas y animales, incluso quizás que los ángeles, que Dios ha creado en atención a él.
Modelo Griego
A diferencia de la cultura monoteísta judía, semita, no indoeuropea, los mitos griegos son politeístas: describen las acciones que los dioses llevan a cabo para ordenar –que no crear– el mundo. Por ejemplo, Platón afirma en el Timeo que un dios no todopoderoso, el Demiurgo, modela a partir de un caos preexistente (la materia) el mundo o cosmos.
Como en otros pueblos indoeuropeos (los hindúes, los vikingos) no hay un sentido profundo de la historia. El tiempo es circular, es el eterno retorno. El universo es además concebido como cosmos: conjunto ordenado en el que todo sigue su curso, periódicamente destruido y vuelto a comenzar.
Los mitos griegos explican cómo se ha llegado a constituir ese orden. Dentro de ese conjunto ordenado, el ser humano es concebido como un ser racional, que posee logos, razón o palabra que lo capacita para decir lo que son las cosas y para elegir en cada momento lo que conviene llevar a la práctica. Así, el hombre puede descubrir el orden que rige al mundo.
El poeta Hesíodo en su Teogonía, poema dedicado a los dioses, establece los mitos que explican el proceso que va del caos originario al cosmos o universo ordenado. En otro poema, Los trabajos y los días, explica el origen de la condición humana, de sus distintas épocas, de sus miserias y de sus relaciones sociales, a partir del mito de Prometeo, que luego retomará Platón.
Sin embargo, estas dos explicaciones, la judeocristiana y la griega, tienen en común en primer lugar su carácter mitológico, no filosófico, y además la idea de que el hombre, al igual que las otras especies, no cambia.