La Vida Familiar en la Antigua Grecia: Matrimonio, Ritos y Disolución
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La Familia en la Antigua Grecia: Estructura y Costumbres
La familia en la Antigua Grecia fue siempre considerada un elemento esencial de la sociedad. En los primeros tiempos, constituía una unidad jurídica: una unidad a efectos legales, bajo la autoridad del padre.
El Matrimonio Griego: Un Pilar de la Sociedad
El procedimiento legal para la perpetuación de la familia era el matrimonio. El matrimonio entre los ciudadanos griegos tenía la finalidad de la procreación de hijos legítimos (sobre todo varones) en quienes perdurase la familia. Los matrimonios que se veían privados de hijos recurrían a la adopción.
Prescindiendo de épocas remotas en las que, o bien se trataba de una especie de compra de la novia a base de una cantidad de bienes que el novio daba al padre, o bien el novio procedía al rapto de la novia (procedimiento aún practicado en Esparta en época histórica), en Atenas el matrimonio era una cuestión más de conveniencia que de sentimientos. Los padres arreglaban entre ellos todas las cuestiones relativas a la boda, que comprendía los siguientes actos:
Los Esponsales: Ceremonia Preliminar
Ceremonia por la cual el pariente más próximo a la novia y varón la entregaba al novio. Era una ceremonia importante, ya que su no celebración comportaba la nulidad del matrimonio. Se trataba en esta cuestión todo lo referente a la dote, que debía ser devuelta en caso de divorcio.
El Gamos (Boda Propiamente Dicha)
A pesar de su importancia, estos esponsales no constituían la ceremonia propiamente dicha de la boda (Gamos). Antes se celebraban determinadas ceremonias religiosas. Después de celebrarse el contrato matrimonial, tenían lugar las bodas propiamente dichas, que estaban rodeadas de un ceremonial complejo, lleno de implicaciones religiosas. Comenzaba la ceremonia con un sacrificio dedicado a los dioses protectores del matrimonio: Zeus y Hera, a Artemisa (diosa de la virginidad) y a Ilitía (protectora de los partos). El tiempo que transcurría entre los esponsales y el Gamos se llamaba Progámia.
La Ceremonia Nupcial y el Banquete
La ceremonia duraba unos tres días:
- El primer día: La novia se despedía de su vida de soltera, consagrando a Artemisa todos sus juguetes. Más tarde, el novio y la novia tomaban un baño purificador con agua de la fuente Calírroe.
- El segundo día: Se celebraba el matrimonio, al que seguía el banquete nupcial en casa del novio. Tras el banquete, la novia era conducida a su nuevo hogar acompañada de su padrino y del novio, con un grupo de flautistas y, a la luz de las antorchas, la seguía su madre, que la iba aconsejando sobre su futura vida conyugal. Se la recibía a los acordes del himno de boda, el Epitalamio, con el canto del Himeneo, y se le ofrecían dulces y golosinas. La novia realizaba este acto cubierta con un velo que le cubría el rostro. En la casa tenía lugar la recepción formal de la recién casada, protagonizada por el suegro que llevaba una corona de mirto, y por la suegra, portadora de una antorcha. La conducían ante el fuego sagrado que honra a la divinidad doméstica, derramaban sobre ella nueces e higos secos, y le ofrecían un pastel nupcial hecho con miel y sésamo (sustancias relacionadas con la fertilidad), así como una moneda y un dátil. El día terminaba con la entrada de los novios en el tálamo o cámara nupcial.
- El tercer día: La esposa se presentaba ya sin velo y recibía la visita y los regalos, augurios y felicitaciones de sus familiares.
Tradiciones y Fechas Propicias para las Bodas
Tradicionalmente, las bodas se celebraban en invierno. El mes griego (que se corresponde con nuestro enero) preferido para las bodas era el mes de Gamelión, considerado el mes de las bodas y, en especial, el día del plenilunio.
Con el matrimonio, la mujer pasaba de la tutela del padre a la de su marido.
El Divorcio en la Antigua Grecia: Causas y Procedimientos
- Existía la posibilidad de disolución del vínculo matrimonial, sobre todo si era el hombre quien pedía el divorcio. En este caso, la mujer volvía con su dote a casa de su padre.
- El marido podía repudiar a la esposa sin necesidad de alegar motivo alguno. La falta de descendencia solía ser la causa del repudio, así como el adulterio probado de la esposa, que obligaba al marido a recurrir al divorcio.
- Cuando recibía malos tratos, la mujer casada podía acudir al Arconte para que disolviera el matrimonio, pero por lo demás carecía de capacidad jurídica para pedir el divorcio.
- El esposo no solo era libre de divorciarse cuando gustase, con derecho a conservar los hijos habidos en el matrimonio, sino que al parecer podía casar a su mujer con otro hombre de su elección, sin el consentimiento de ella.
- En cuanto a la viuda, tenía que casarse con quien hubiese dispuesto el marido antes de morir.