La vida cotidiana durante la guerra civil en España

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La vida cotidiana durante la guerra

La Guerra Civil modificó profundamente la vida cotidiana de los españoles, tanto en el bando sublevado como en el bando republicano.

El hambre

La guerra fue un tiempo de hambre. El abastecimiento de alimentos supuso un grave problema, sobre todo en la zona republicana, ya que los sublevados dominaron desde el principio las principales zonas cerealistas y ganaderas. Pronto se produjo el acaparamiento de víveres por parte de los productores con el objetivo de venderlos a mayor precio y, así, apareció el mercado negro.

Ante esta situación, se impuso el racionamiento de los alimentos. Las autoridades establecieron las cantidades de alimentos que se entregaban por persona y día. También se organizaron repartos de comida entre los más necesitados. (25)

La población civil se alimentaba de boniatos y lentejas, conocidas como «píldoras del doctor Negrín», en alusión al presidente del Gobierno republicano. Los terrenos vacíos, e incluso algunos lugares públicos, como el ruedo de la plaza de toros de Madrid, se convirtieron en huertos. Algunos alimentos como el azúcar solo se podían adquirir con receta médica. En la zona sublevada no había estos problemas, pero escaseaban la ropa y el calzado.

Los bombardeos

Los habitantes de las ciudades situadas en la zona republicana vivieron bajo el terror constante de resultar heridos o muertos en un bombardeo. Madrid y Barcelona fueron las más afectadas. La población buscaba refugio en los sótanos de los edificios y en las estaciones de metro.

(26) También se construyeron refugios nuevos, algunos de los cuales contaban incluso con servicios y enfermería.

Represalias en ambos bandos

La vida cotidiana también se vio sobresaltada por las represalias que tuvieron lugar en ambos bandos contra los simpatizantes de la otra zona. La forma más común de represalia fueron los «paseos»: un grupo armado sacaba de su domicilio a una persona y, con el pretexto de «llevarla a dar un paseo», se alejaban de la localidad y la asesinaban.

Las víctimas en la zona sublevada fueron principalmente líderes sindicales, miembros de partidos de izquierdas, intelectuales y militares republicanos.

En la zona republicana se persiguió a los caciques, los terratenientes, los empresarios y los miembros del clero.

En ambos bandos muchas personas fueron denunciadas por pertenecer o simpatizar con el adversario y ejecutadas. En muchos casos, usando el pretexto de la guerra, se llevaron a cabo venganzas por rencillas personales.

Los fusilados solían ser enterrados en fosas comunes por la noche y sin ningún tipo de identificación. Aún hoy se exhuman cadáveres de muchos de estos enterramientos anónimos.

Las consecuencias de la guerra civil

La Guerra Civl tuvo graves consecuencias económicas, demográficas, sociales, culturales y políticas.

Consecuencias económicas

Durante la contienda, numerosas infraestructuras y medios de transporte fueron destruidos: puentes vías férreas y trenes, barcos, etc. Aunque se perdió parte de la maquinaria, no hubo grandes daños en las instalaciones industriales. Sin embargo, la guerra ocasionó el derrumbe de unas viviendas. (29) Se perdieron también grandes extensiones de tierras de cultivo y murieron muchas cabezas de ganado. La producción agrícola disminuyó en un 25%

Consecuencias humanas

No se sabe con exactitud cuántas personas murieron en la guerra, pero las pérdidas humanas fueron cuantiosas. Los estudios recientes calculan que fallecieron unas 145.000 personas en el frente, a las que hay que sumar 130.000 víctimas de la represión en ambos bandos durante la contienda y entre 35.000 y 50.000 más ejecutadas por el régimen franquista en la inmediata posguerra.

Muchas personas de la zona republicana abandonaron sus casas por miedo al avance de las tropas de Franco y se convirtieron en refugiados que marcharon al exilio.

La salida masiva se produjo tras la caída de Cataluña en 1939, cuando unos 450.000 republicanos cruzaron la frontera francesa. (30) Muchos fueron internados en campos de concentración en playas del sudeste de Francia, donde trataron de sobrevivir en condiciones durísimas. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, algunos combatieron en el bando aliado o formaron parte de la Resistencia.

También hubo muchos refugiados que fueron acogidos en países de Latinoamérica, especialmente en México, donde se instalaron unos 22.000 exiliados.

Efectos culturales

La Guerra Civil supuso también una gran pérdida cultural para España. Aunque algunos intelectuales apoyaron al bando sublevado (Manuel Machado, Salvador Dalí, Miguel de Unamuno.. .), la mayoría manifestó su fidelidad a la República y tuvo que exiliarse. Entre ellos se encontraban Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Pau Casals.

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