Viajeros Románticos en España: Descubriendo el Patrimonio Histórico y Artístico en el Siglo XIX

El Viaje y el Redescubrimiento de las Antigüedades en el Siglo XIX

El siglo XIX, a pesar de su convulsa historia en Europa, no mermó el afán por el viaje. De hecho, la centuria se inicia con una rememoración de las antiguas campañas de conquista de Alejandro Magno. En Grecia, se produjo un redescubrimiento de su antigua civilización. Sin embargo, fue el continente americano el que mayor impacto produjo en los intelectuales y artistas europeos. Los viajeros románticos que se aventuraron a llegar al Nuevo Mundo recogieron imágenes esenciales de paisajes, monumentos y ciudades completamente desconocidos. Paulatinamente, surgió un inusitado interés por viajar y visitar países exóticos.

La Imagen de España a Través de los Viajeros Románticos

A principios del siglo XIX, distintos hechos hicieron disminuir el interés por viajar a España. No obstante, en los primeros años llega Alexandre de Laborde, cuyos volúmenes del Voyage pittoresque tuvieron una influencia decisiva en los posteriores libros de viajes, pues incluían más de trescientas láminas que “inventariaban” de alguna forma la riqueza monumental española. Ejemplo de estas publicaciones es Recuerdos y Bellezas de España, una colección de grabados en diez volúmenes cuya autoría se debe a José María Parcerisa. Supone el repertorio “pintoresco” más significativo de la riqueza monumental de España.

La descripción del país bajo el absolutismo de Fernando VII correspondió a José María Blanco White. A partir de este momento, el atractivo de viajar a nuestro país lo constituirá el narrar la idiosincrasia de un pueblo del que fascinan su geografía, el clima, las tradiciones y costumbres.

Factores que Impulsaron el Interés por Viajar a España

Hay que tener en cuenta una serie de hechos para entender el nuevo papel que asume el viaje a la Península:

• En primer lugar, deriva de la popularización de los tours por el Mediterráneo hacia Oriente. Insistiendo en la ruta y la facilidad de visitar ciudades andaluzas desde los puertos del sur peninsular, no es extraño que los viajeros identifiquen la totalidad del país con Andalucía, y al mismo tiempo con el Oriente musulmán.
• Otro hecho fundamental que incrementa el interés por España fue la desamortización. Los precios bajos con que fueron vendidos la mayor parte de los bienes eclesiásticos atrajeron a muchos viajeros, siendo la pintura uno de los objetivos prioritarios. El Barón Taylor fue el artífice de la Galería Española del Palacio del Louvre, pues vino con el encargo del rey Luis Felipe de Francia de conseguir todo tipo de obras históricas.

Como en siglos anteriores, es recurrente el estado de las carreteras, las pésimas posadas, las aduanas y otros peligros.

Evolución de los Intereses Artísticos

A lo largo del siglo, se transforman y evolucionan los intereses artísticos de los viajeros franceses. Si durante el primer tercio ignoran los monumentos medievales, paulatinamente su curiosidad amplía el arco de la cronología histórico-artística de la Península. Gautier fue uno de los primeros en entender la diversidad de la arquitectura española.

A los viajeros les atrae principalmente Andalucía. Cambian ahora los pareceres y así el urbanismo tradicional adquiere una atracción sugestiva que no tuvieron los ilustrados. El conocimiento de la pintura española se amplía. Murillo se contempla a través de los conventos sevillanos y de la catedral.

Granada y la Alhambra: Destinos Emblemáticos

Sin duda, la ciudad y el edificio emblemático de todo viajero extranjero fueron, durante el siglo XIX, Granada y la Alhambra.

Aunque en un contexto diferente al de los viajeros extranjeros, los españoles también fueron atentos observadores en sus viajes fuera de la Península. Al igual que hizo Ponz un siglo antes, numerosos personajes del siglo XIX viajaron por la propia España, por sus ciudades y provincias. Surgen así las guías más locales.