Venus de Urbino: Sensualidad y Realismo en la Obra Maestra de Tiziano

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Venus de Urbino: Una Obra Maestra de Tiziano

TIZIANO (1477-1576). Venus de Urbino (También llamada Venus del canciño). 1538. Manierismo.

Esta obra fue producida durante la estancia del artista en la corte de Urbino como encargo del hijo del duque de la ciudad, Guidobaldo della Rovere. Representa una figura femenina muy sensual que aparece desnuda en un lujoso lecho. La escena está ambientada en el interior de una lujosa edificación palaciega.

Al fondo, dos criadas buscan en un arcón, un ropero de tipo nupcial. La joven, de largos cabellos y voluptuosas formas, se representa completamente desnuda, pero tapando con una mano su sexo, por lo que nos encontraríamos ante una Venus púdica. Como único aderezo, porta una hermosa pulsera de brazalete y unos pendientes de lágrima.

Aparece reclinada sensualmente con la mirada fija en el espectador y en su brazo derecho sostiene un ramallete de flores. A los pies de Venus se encuentra un perro que descansa plácidamente; su presencia no es en absoluto banal, ya que el can desmitifica la posibilidad de asemejar a la joven con una diosa, de este modo la hace humana.

Esta obra puede simbolizar fidelidad o incluso adulterio al aparecer desnuda encima de una cama. Si bien es cierto que Tiziano pudo inspirarse en la Venus de Giorgione, su obra se muestra mucho más contemporánea y desvinculada de las premisas renacentistas. La Venus de Giorgione es una auténtica diosa, mientras que la de Tiziano plasma a una mujer real. Las diferentes interpretaciones relacionan a la joven con alguna cortesana de la época o, quizás, con la futura esposa de Guidobaldo della Rovere.

Detalles y Contexto de la Obra

En la estancia contigua, las criadas se afanan en sus tareas: una de ellas aparece en un potente escorzo agachada dentro del arcón; la otra, ajena a la mirada del espectador, ayuda a su compañera. A su lado, un amplio ventanal nos permite observar el paisaje; el cielo, que es atravesado por la figura de un árbol, anuncia tormenta.

El realismo de la composición viene acentuado por el detallismo con el que el artista plasma cada detalle. El palacio está ricamente decorado, las baldosas cuidadosamente colocadas guían la mirada del espectador hacia la segunda habitación y la columna del ventanal actúa como punto de fuga.

El horizontalismo de la joven cuadra con la verticalidad de las columnas y cortinas. La maestría que Tiziano muestra en el colorido le permite presentarse como uno de los mejores representantes de la escuela veneciana. La pálida encarnación de la joven Venus contrasta con la cortinaje que tiene a sus espaldas y con la paleta más fría y oscura de las criadas.

Este cuadro serviría como inspiración para la realización de la Venus más famosa de la historia del arte: La Olimpia de Manet.

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