Vegetación edafofila
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Formación vegetal potencial es aquella formación vegetación madura y adaptada a las carácterísticas ambientales (principalmente clima y suelo) de un territorio determinado. Estas etapas maduras se corresponden en muchos casos con formaciones boscosas (siempre que las condiciones de clima y suelo lo permitan), pero pueden ser también formaciones de matorral (por ejemplo, si no hay disponibilidad hídrica suficiente para que se desarrolle un bosque, como en el centro del Valle del Ebro o en el SE peninsular) o también formaciones de pastos (por ejemplo en las zonas de montaña
en las que hace excesivo frío para que vivan las especies arbóreas o arbustivas). Así, el Mapa de formaciones vegetales potenciales de España, nos ofrece una imagen hipotética de cómo sería la vegetación si solo dependiera del clima y suelo existente y el hombre no hubiera intervenido modificándola a lo largo de su historia. Es, en definitiva, un modelo, pero es necesario para entender mejor la relación con los factores naturales que explican la distribución de la vegetación en España y para conocer hacia donde podría evolucionar la vegetación si solo fuesen los procesos naturales los que actuasen y cesaran los aprovechamientos antrópicos (abandono de cultivos, de pastoreo,...).
Formación vegetal real es la que existe en el momento en el que se realiza la cartografía de la vegetación. Las formaciones vegetales reales no coinciden en la mayoría de los casos con las formaciones vegetales potenciales puesto que se corresponden con superficies de cultivos, pastizales o áreas urbanas totalmente controladas por el hombre o con otras formaciones vegetales que son etapas de sustitución (matorrales, bosques más o menos intervenidos y degradados, repoblaciones, etc.) de la hipotética vegetación potencial que podría existir. Pero es cierto que en algunas zonas, sobre todo en las áreas de montaña y en Espacios Protegidos, las formaciones vegetales reales son bastante similares a las potenciales (o al menos no son excesivamente diferentes) debido fundamentalmente a la escasa intervención del hombre sobre ellas.
DOMINIO BIOCLIMÁTICO oceánico
1. Bosques de coníferas
Los bosques de coníferas se caracterizan porque sus hojas suelen tener forma de agujas (hojas aciculares típicas de los pinos) o de escamas y son perennes (con excepción de dos géneros: Larix y Taxodium). Pertenecen al grupo de las plantas gimnospermas que son las que producen semillas en conos femeninos a los que denominamos piñas. En el dominio eurosiberiano de España peninsular los bosques más representativos son: pinares de pino negro (Pinus uncinata), abetales (Abies pícea) en las zonas más frías y elevadas y los más abundantes y propios de ambientes más templados pinares de pino albar (Pinus sylvestris).
2. Bosques de frondosas caducifolias
Los bosques de frondosas (también llamados de planifolias) se caracterizan por tener hojas planas en contraste con las hojas acículares o en escamas típicas de las coníferas. Las especies arbóreas frondosas caducifolias son aquéllas que pierden su hoja al mismo tiempo cuando llega la estación desfavorable que en los climas de latitudes templadas es la estación fría. Las nuevas hojas de estos árboles vuelven a brotar al llegar la estación favorable (la primavera en la Península Ibérica). Pertenecen al grupo de las plantas angiospermas y los bosques que corresponden a este tipo en España son los hayedos (Fagus sylvatica), los robledales (Quercus robur) y los bosques mixtos caducifolios además de especies de ribera como el fresno o el chopo.
3. Bosques de frondosas marcescentes
Las especies arbóreas frondosas marcescentes son aquéllas que se caracterizan porel retraso en la caída de la hoja de manera que pasan la estación desfavorable (el invierno en la latitudes templadas) con todas sus hojas secas pero unidas a las ramas y permanecen así (si el viento no las tira al suelo) hasta que las nuevas hojas brotan en la estación favorable (primavera) y las hagan caer entonces. El aspecto de los bosques de frondosas marcescentes en invierno es muy diferente a los de hoja caduca (sin ninguna hoja en las ramas), o de frondosas perennifolias siempre verdes. En la Península Ibérica son bosques abundantes precisamente porque son representativos de ambientes de transición entre los dominios bioclimáticos eurosiberiano y mediterráneo.
Los robledales pelosos (Quercus pubescentis) tienen preferencias ecológicas más propias del dominio eurosiberiano.
4. Pastos y matorrales de montaña
En el dominio bioclimático eurosiberiano (también en algunas pequeñas áreas del dominio mediterráneo no representables a esta escala) por encima de una cierta altitud (depende de las zonas y orientación, pero en general por encima de 1.800 m) y por tanto, normalmente en zonas de montaña, el frío es excesivo para el desarrollo de especies arbóreas y las formaciones vegetales potenciales maduras se corresponden con pastos o con matorrales rastreros. Es uno de los ejemplos en los que vegetación potencial y real coinciden porque además tienen un importante aprovechamiento económico ligado a la ganadería.
DOMINIO BIOCLIMÁTICO MEDITERRÁNEO
1. Bosques de coníferas
La caracterización es la misma que en el caso de los bosques de coníferas del dominio eurosiberiano, pero en el dominio mediterráneo, además del pino albar que también se adapta a estas condiciones, se desarrollan otras coníferas como el pino carrasco (Pinus halepensis, con frecuencia acompañando a otras especies) muy bien adaptado al estrés hídrico estival, la sabina albar (Juniperus thurifera) o el pinsapo (Abies pinsapo).
2. Bosques de frondosas perennifolias
Las especies arbóreas frondosas perennifolias son aquéllas que se caracterizan por tener hojas siempre verdes en sus ramas a lo largo de todo el año en contraposición a los árboles de hoja caduca y a los de hoja marcescente. Así, son bosques con árboles cuyas hojas no mueren ni brotan al mismo tiempo sino de forma individualizada de manera que la copa siempre presenta follaje. Los encinares son el ejemplo más representativo y abundante de bosques de frondosas perennifolias perfectamente adaptado al dominio biogeográfico mediterráneo existiendo diferentes tipos de encinares con sotobosques distintos, pero también hay que citar a los alcornocales (Quercus suber) algo más exigentes en humedad y a los acebuchales u olivos silvestres (Olea europaea) y algarrobos adaptados a temperaturas más cálidas.
3. Bosques de frondosas marcescentes
Los bosques de frondosas marcescentes del dominio bioclimático mediterráneo tienen los mismos rasgos que los expuestos anteriormente en el dominio eurosiberiano, pues son igualmente propios de ecotonos o ambientes de transición. Son muy abundantes en la península y los que se adaptan mejor a las condiciones mediterráneas son los quejigares (Quercus faginea y Quercus canariensis) y los rebollares o melojares (Quercus pyrenaica) siendo estos últimos propios de ambientes más fríos que los quejigares.
4. Matorral mediterráneo
El matorral mediterráneo considerado como etapa madura (no como etapa de sustitución de las formaciones boscosas anteriormente citadas) se identifica, por un lado, con situaciones en las que el agua es el factor limitante para el desarrollo de una formación boscosa (ej: Valle del Ebro), la vegetación potencial puede estar formada por los coscojares (matorrales de coscoja -Quercus coccifera- donde también pueden aparecer pinos carrascos. En casos de aridez extrema aparece el matorral termófilo del SE de la península, como tomilo,romero, aliaga, esparto…. Por otro lado, también se incluyen aquí los matorrales de zonas de montaña de elevada altitud en ambiente mediterráneo en las que las bajas temperaturas impiden el desarrollo del bosque.
Vegetación edafófila:
Por último, es importante destacar la existencia de formaciones vegetales que dependen fundamentalmente de las carácterísticas del suelo sobre el que se desarrollan y resultan menos influidas por las condiciones climáticas imperantes. Es la razón por la que se denominan vegetación edafófila y se sitúan en la leyenda de forma independiente a los dos dominios bioclimáticos existentes en la España peninsular.
Los tres tipos de formaciones edafófilas más destacados son:
* Las formaciones de ribera (fresnedas, choperas, bosques mixtos...) en suelos con abundante humedad junto a los ejes fluviales. Son especies que necesitan abastecerse de permanentemente de agua.
* Las formaciones salinas, normalmente matorrales de bajo porte en suelos con alto contenido en sales.
* Las formaciones sobre arenales.
DOMINIO BIOCLIMÁTICO DE MONTAÑA
Tanto en el dominio eurosiberiano como en el mediterráneo existen zonas con alturas superiores a los 1.200 metros que llevan a cambios sustanciales en sus condiciones bioclimáticas.
La situación de estas zonas se circunscribe a las principales cordilleras (Cantábrica, Pirineos, Sistema Central, Ibérico, Béticas)
Temperatura: el rasgo distintivo es el descenso de temperaturas, tanto en verano como en invierno, en esta estación la media mensual no llega a 0º.
Precipitaciones: son más altas que en su entorno por los fenómenos de ascendencia favorecidos por el relieve, que facilitan la importancia de las lluvias orográficas.
La vegetación de montaña presenta una distribución de las especies vegetales por pisos (cliserie) en función de las temperaturas, la cantidad de precipitaciones y la permanencia o no de nieve en el suelo.
Es de destacar la diferencia entre las vertientes orientadas al sur (solanas) y al norte (umbrías).