Variedades Geográficas del Español: Un Recorrido por sus Dialectos

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Variedades Geográficas del Español Septentrional

El dialecto tiene dos conceptos: es un sistema lingüístico que tiene su origen en otro anterior a partir del cual ha evolucionado (castellano, catalán, francés...), dialectos del latín. El segundo es que el dialecto es cada una de las variedades de un idioma que tiene cierto número de rasgos propios y se usa en un determinado territorio.

El castellano septentrional ocupa el área geográfica que comprende Castilla y León, Madrid, Aragón, Galicia, País Vasco y Cataluña:

Variedad Norteña Central

Coincide aproximadamente con la comunidad autónoma de Castilla y León, y se extiende hacia el sur por la Alcarria y Madrid hasta La Mancha. Algunos de sus rasgos más destacados serían los siguientes:

  • a) Leísmo, laísmo y loísmo. Consiste en el uso no etimológico de los pronombres átonos de 3.ª persona le, la, lo. El leísmo de cosa y el laísmo —uso de la para complemento indirecto femenino (La dio un regalo) es usual entre hablantes madrileños y se va extendiendo por el norte de Castilla-La Mancha.
  • b) Cada vez es más habitual la relajación y pérdida de la -d- sobre todo en el sufijo -ado de los participios.
  • c) Se pronuncia la d como una z.

Variedad Oriental o Aragonesa

La forma peculiar del castellano hablado en Aragón recibe el nombre de baturro. Entre sus rasgos característicos pueden destacarse la entonación ascendente y el alargamiento de la vocal final; la tendencia a pronunciar como graves o llanas las palabras castellanas esdrújulas (medico, cantaro), y el uso del diminutivo -ico (bonico).

Variedad Occidental

Se da sobre todo en las zonas de antiguo dominio del asturleonés, sobre todo en Asturias donde la vitalidad de los bables es mayor, pero también se da en zonas rurales de Salamanca y Cáceres. Sus rasgos más llamativos son la tendencia al cierre de las vocales finales -e y -o (mediu, nochi); la posición arcaizante de los pronombres átonos (Acuérdome ahora de...); y la formación del diminutivo con el sufijo -ino, -ina (pequeñino).

Variedades en Zonas Bilingües

Otro importante grupo de variedades del español septentrional viene determinado por el uso de nuestra lengua en las zonas bilingües. Aquí el contacto con el catalán, el gallego y el vasco provoca que el castellano hablado en estas zonas adopte una forma peculiar, es lo que se conoce comúnmente como acento. De este modo, es característico del castellano hablado en Cataluña la pronunciación ensordecida de la -d final (verdat, Madrit), así como la aparición de ciertos fenómenos morfosintácticos por influencia del catalán, como el uso del artículo con los nombres propios (el Joan) o el dequeísmo (Considero de que no tienes razón). En Galicia, es peculiar en la morfosintaxis el uso exclusivo del pretérito perfecto simple, que ha absorbido los valores del compuesto (¿Cuándo llegaste? por ¿Cuándo has llegado?). Por último, en el castellano que se habla en el País Vasco y Navarra las alteraciones en el orden de las palabras en la frase por interferencia con el vasco, las confusiones en el género de los sustantivos (recuérdese que el euskera carece de la distinción de género); y también es característico —no solo en Euskadi, sino también en zonas de Burgos, La Rioja y Cantabria— el uso del condicional en lugar del imperfecto de subjuntivo (Si vendría, se lo daría).

Variedades Geográficas del Español Meridional

Dentro de este grupo de variedades geográficas del español hay que incluir los dialectos meridionales: el andaluz y el canario; y las llamadas variedades de transición: el extremeño y el murciano. No obstante, no hay que olvidar en ningún momento que muchos de los rasgos que caracterizan los dialectos andaluz y canario se repiten en el llamado español de América.

Los rasgos que se aceptan normalmente como propios del español meridional responden a dos tendencias fundamentales: la simplificación del sistema consonántico y la relajación articulatoria. Entre ellos destacaremos el yeísmo, que consiste en la realización como [y] del sonido representado por la grafía -ll-, de esta manera, palabras como pollo y poyo, calló y cayó tienen la misma pronunciación; la aspiración de -s en posición implosiva, fenómeno que presenta en la actualidad gran vitalidad, pues desde el andaluz se extiende por Murcia, La Mancha, Extremadura y Madrid; o la neutralización de -l y -r en posición final de sílaba [mi arma]. A estos rasgos generales, habría que añadir la caída de consonantes intervocálicas (cansao, sentío, miaja...), y la relajación en la pronunciación de -ch- y -j- intervocálicas.

El Andaluz

Como característicos del andaluz, además de los rasgos generales antes señalados, hay que mencionar el seseo y el ceceo, que se reparten de forma desigual por el territorio andaluz, ya que el ceceo se extiende por las zonas costeras y casi toda la provincia de Sevilla, mientras que el seseo se circunscribe a una franja central de esta provincia que incluye la capital. En el terreno morfológico, destaca en Andalucía occidental la pérdida de la oposición en la segunda persona del plural entre el tratamiento de confianza (vosotros tenéis) y el de cortesía (ustedes tienen). Ha desaparecido vosotros y en su lugar se emplea siempre ustedes.

El Canario

El castellano llega a las islas Canarias en el siglo XV. La conquista del archipiélago y su repoblación se llevó a cabo desde los puertos andaluces, de forma que el habla canaria participa de los fenómenos dialectales típicos del habla meridional. Además, ha sido durante varios siglos zona de tránsito entre España y América, lo que otorga a las Canarias, sin duda alguna, un papel fundamental en la expansión y evolución del castellano en el Nuevo Continente. Así, por ejemplo, es llamativa la presencia en el canario de americanismos que no están presentes en el castellano peninsular (guagua, cachetada, talega, cholas, fajada...).

De esta forma, el canario comparte todos los rasgos meridionales que hemos señalado antes: el seseo está generalizado, la confusión entre -l y -r en posición implosiva, la aspiración del fonema /x/ o la relajación de -ch- intervocálica. En la morfología, como en gran parte de Andalucía, ha desaparecido el pronombre vosotros, sustituido por ustedes; y, como en América, se prefiere el perfecto simple al compuesto (¿Ya viniste?).

Variedades de Transición: Extremeño y Murciano

En una ancha franja que se extiende de Este a Oeste en el centro de la Península, aparecen algunas variedades dialectales que, por tener rasgos característicos de una y otra, constituyen una zona de transición entre el castellano norteño y el andaluz. Por Extremadura, La Mancha y Murcia se han extendido con fuerza algunos fenómenos meridionales como el yeísmo, la aspiración de la -s implosiva y la vacilación en la pronunciación de -l y -r en esta misma posición.

El Extremeño

El extremeño ofrece una mezcla de rasgos meridionales y de leonesismos, explicable por factores históricos. Así, los rasgos procedentes del leonés aparecen en el noroeste de Cáceres y se van perdiendo conforme se avanza hacia el sur y, por el contrario, la influencia andaluza es perceptible en el sur de Badajoz y disminuye hacia el norte de la provincia.

El Murciano

Por razones históricas similares, el murciano es también una variedad de transición entre el castellano norteño y el meridional, con notables influencias aragonesas. Son también importantes las influencias valenciana y mozárabe. Los rasgos meridionales que se dan en esta zona son la aspiración de la -s implosiva, la neutralización de -l y -r.

El Sefardí

El Español en el Mundo

El español es en la actualidad una de las lenguas más extendidas del mundo. Así lo corroboran las cifras que anualmente ofrece el Instituto Cervantes en su Anuario. En concreto, los datos que presenta para el año 2021 constatan que unos 493 millones de personas tienen el español como lengua materna. De hecho, nuestra lengua es en la actualidad la segunda del mundo por número de hablantes nativos después del chino mandarín. Además, allí se constata también que México es el país con mayor número de hablantes de español como lengua materna, y se aventura que dentro de unos cuarenta años EEUU será el segundo país del mundo con el mayor número de hablantes nativos de español tras el país azteca, ya que se calcula que para entonces un cuarto de su población será de origen hispano.

Por otra parte, el español es la tercera lengua del mundo en cuanto a cómputo global de hablantes, es decir, sumando los hablantes que la usan como lengua materna y los que la hablan como lengua aprendida, después del inglés, la lengua más hablada en el mundo, y el chino mandarín. Por último, se estima que en la actualidad algo más de 24 millones de personas en todo el mundo estudian español como lengua extranjera. En Internet, nuestra lengua es también la tercera lengua más utilizada en el mundo, aunque ocupa el segundo lugar como lengua más usada en numerosas plataformas como YouTube, Facebook, Netflix, Wikipedia, Instagram, etc., en este caso, solo superada por el inglés.

Ya sabemos que el castellano o español es la lengua oficial en todo el territorio de España, América Central y del Sur, y en EEUU, aun sin rango de oficialidad, es la segunda lengua más hablada en el país tras el inglés. Un fenómeno peculiar entre los hablantes hispanos de este país es el espanglish, que se caracteriza por el uso de estructuras y expresiones inglesas dentro del discurso en castellano: Estuvimos no más guachiando la tivi (Solo estuvimos viendo [to watch] la tele).

Fuera del continente americano, y debido a las circunstancias históricas del colonialismo, el español cuenta también con hablantes en países como Filipinas, Guinea Ecuatorial y el norte de África, en los territorios del Sáhara y en algunas ciudades de Marruecos como Tánger, Tetuán, Larache...

El Judeoespañol

El sefardí o judeoespañol es el nombre que recibe la lengua que durante más de quinientos años han conservado, junto con una rica literatura oral compuesta de romances y relatos tradicionales, los judíos que fueron expulsados de España en 1492 por los Reyes Católicos, y que acabaron instalándose en diversos lugares del Mediterráneo. En la actualidad, encontramos comunidades sefarditas en el norte de África, en los Balcanes, en Turquía y también en Israel. Los miembros de estas comunidades acostumbran a enseñar la lengua de sus antepasados a sus descendientes y la usan en el ámbito familiar. Esta lengua constituye una verdadera reliquia, ya que refleja el estado de lengua en que se encontraba el castellano en el siglo XV, tanto en la fonología y la morfología (conservación o aspiración de la f- inicial latina, pervivencia de formas arcaicas como , estó, y de las asimilaciones de verbo y pronombre átono típicas del castellano del siglo XV, como quitallo por quitarlo...); como en el léxico, que conserva vocablos de esa época como agora o mançebu ('muchacho'), entre otros muchos.

El Español de América

El castellano que se habla en América no constituye una única variedad homogénea; al contrario, hay muy pocos rasgos que estén extendidos en todas las zonas hispanohablantes. La diversidad de fenómenos dialectales presentes en Hispanoamérica se debe a distintas causas históricas y sociales. Con el tiempo, la influencia lingüística andaluza fue la que tuvo más peso. También hay que tener en cuenta la influencia que sobre el castellano hablado en cada zona pudo tener el sustrato de lenguas amerindias.

Antes de la colonización se hablaban en América innumerables lenguas. Muchas de estas lenguas son habladas en la actualidad por millones de hablantes de las comunidades indígenas en las zonas rurales como primera lengua. En Paraguay, además, el guaraní es lengua cooficial con el castellano.

Principales Rasgos Lingüísticos

Entre los principales rasgos lingüísticos del español americano, señalaremos como más significativos los siguientes:

  • Rasgos fónicos. Entre estos rasgos hay que destacar, por su extensión, el seseo, que se extiende prácticamente por toda Hispanoamérica. También está muy extendido el yeísmo. En este sentido, es peculiar la realización del fonema /y/ en el Río de la Plata (Uruguay y nordeste de Argentina), donde se pronuncia con un fuerte rehilamiento. Otros rasgos fónicos del español de América son las aspiración de -s implosiva, la confusión de -r y -l implosivas y la aspiración de j y de g (ante e, i).
  • Rasgos morfosintácticos. Entre estos rasgos, el voseo es un fenómeno típico de ciertas zonas de América. En el siglo XVI, las formas de tratamiento eran (eres) para inferiores y en situaciones de confianza, y vos (sois) en los demás casos.

Al generalizarse en España vuestra merced como tratamiento de respeto, vos acabó desapareciendo en la Península y en parte de Hispanoamérica. En otras zonas, sin embargo, fue la forma la que desapareció, de manera que hoy se utiliza vos para el tratamiento de confianza. Así ha sucedido en América Central, Argentina, Paraguay y Uruguay (vos compras, vos comprás). En toda América, tanto en las zonas de tuteo como en las de voseo, se utiliza siempre para el plural ustedes, como en parte de Andalucía y Canarias. En la creación léxica, es característica de Hispanoamérica la utilización de sufijos diferentes a los utilizados en España (muchachada, platicada …). El diminutivo es -ito, que se emplea además con muchísima frecuencia: patroncito, ahorita, mamacita… En cuanto a las formas verbales, se prefiere el pretérito perfecto simple en usos en los que en España empleamos el compuesto: ¡Qué bueno que viniste! … Por último, algunos adverbios, preposiciones y conjunciones tienen frecuentemente usos que son extraños al castellano peninsular: Ponlo allí no más [= mismo]; Recién lo termino [= ahora mismo]…

  • Rasgos léxicos. El léxico hispanoamericano se caracteriza por la importante presencia de vocablos procedentes de las lenguas amerindias, por la pervivencia de arcaísmos, por la herencia del léxico andaluz y canario y, finalmente, por la penetración de extranjerismos. La influencia del sustrato amerindio sobre el léxico es enorme (canoa, maíz, tabaco, tiburón, patata, cacao, tiza, tomate…); abundan los arcaísmos (pollera, bravo, lindo, prieto…). Algunos otros experimentaron un cambio de significado en el español americano: cuadra (‘manzana de casas’), vereda (‘acera’), etc.

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