Vanguardias y Generación del 27: Características y Autores Clave
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Características de la Generación del 27
- Entusiasmo por Góngora: Admiran su uso de la metáfora y a través de él revalorizaron formas métricas tradicionales.
- Importancia de la poesía pura como ideal poético en sus primeros años: Es evidente la influencia de Paul Valéry y Juan Ramón Jiménez en autores como Salinas, Guillén o Gerardo Diego.
- Neopopularismo, sobre todo en Lorca, Alberti y Gerardo Diego. De la poesía popular toman tanto formas como ritmos.
- Vanguardismo que se percibe en todos los autores. Aparecen elementos del Futurismo (temas deportivos como el fútbol en Gerardo Diego y Alberti; coches, aviones, bombilla en Salinas; cine en Lorca) y del Surrealismo (Sobre los ángeles de Alberti y Poeta en Nueva York de Lorca).
- Una concepción abarcadora de la poesía que representa la perfecta síntesis de distintas corrientes poéticas tradicionales e innovadoras.
- A partir de 1929 se produce una rehumanización de su poesía como influencia del surrealismo.
- Consideran maestros directos a Juan Ramón, cuya poesía pura, inicialmente, fue modelo para el grupo, y a Ortega, cuya Revista de Occidente les sirvió de medio propagador. Según Cernuda, tres autores de la Generación del 14 influyeron en las distintas corrientes que forjaron las tendencias del 27: Ramón Gómez de la Serna a través de su proyecto vanguardista, de su concepción de poesía como juego; José Moreno Villa presenta por primera vez una síntesis entre tradición y vanguardia, poesía popular y culta; León Felipe se convirtió en el modelo perfecto para el proceso de rehumanización a partir de 1929.
Autores y Obras Destacadas de la Generación del 27
- De la poesía neopopularista de Alberti destaca Marinero en tierra; de su etapa neogongorina y vanguardista, Cal y canto; de la poesía surrealista, Sobre los ángeles; de la poesía política y comprometida, Baladas y canciones del Paraná; y de su obra dramática, Noche de guerra en el museo del Prado.
- La obra de Aleixandre, Nobel en 1977, se estructura en tres etapas: poesía pura, con Ámbito; poesía surrealista, con La destrucción o el amor; y poesía antropocéntrica, con Historia del corazón.
- Dámaso Alonso destacó por su obra Hijos de la ira, que le convierte en el guía de la poesía desarraigada de posguerra.
- Gerardo Diego sigue dos líneas simultáneas, la tradicional con Alondra de verdad y la vanguardista con Fábula de Equis y Zeda.
- Jorge Guillén es el máximo representante de la poesía pura, recogida en Cántico y Clamor.
- La obra poética de Lorca siguió una evolución desde la sencillez de Libro de poemas, pasando por la poesía neopopularista del Romancero gitano, para llegar a la poesía surrealista de Poeta en Nueva York.
Preside su obra el tema del destino trágico y la imposibilidad de realización personal. Su obra teatral se estructura en tres etapas:- Los comienzos, con obras como Mariana Pineda, una heroína liberal, o La zapatera prodigiosa, farsa guiñolesca en prosa y verso.
- La vanguardista, bajo el influjo surrealista, con El público y Así que pasen cinco años.
- La plenitud, con las mujeres como protagonistas, con obras como Bodas de sangre (una novia que escapa con su amante el mismo día de la boda), Yerma (el drama de la mujer condenada a la infecundidad), Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (drama sobre la espera inútil del amor) o La casa de Bernarda Alba (enfrentamiento entre autoridad y libertad), su obra maestra.
- Salinas es considerado el poeta del amor por excelencia con su trilogía amorosa formada por La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. De su producción dramática destacamos Judith y el tirano.
- Cernuda, en su obra con el título genérico de La realidad y el deseo, plantea el conflicto romántico entre las aspiraciones personales, los anhelos de amor, de belleza, y el mundo mezquino y sus límites.
Las Vanguardias: Contexto y Características
La agitación política y social vivida en Europa a comienzos del siglo XX tuvo su reflejo artístico en un movimiento que reaccionaba contra el orden establecido: las vanguardias. Son un conjunto de movimientos artísticos y literarios que se desarrollan en Europa y América durante las primeras décadas del siglo XX.
Los movimientos de vanguardia, también denominados ismos, quieren romper con la lógica, el realismo y el sentimentalismo, y van en contra de las normas establecidas. Son muy abundantes y fugaces, y buscan la originalidad y la creatividad mediante la experimentación. No forman un sistema coherente y a menudo se enfrentan entre sí. Las corrientes vanguardistas elaboran manifiestos, unos documentos fundacionales que condenan el arte caduco y contienen el espíritu del nuevo ismo.
Principales Movimientos de Vanguardia
El expresionismo es el único ismo que no niega radicalmente la tradición anterior, sino que acentúa rasgos que ya contenían el impresionismo y el naturalismo. A principios del XX, se desarrolla especialmente en Alemania, Centroeuropa y los países nórdicos. Presenta la realidad intensamente distorsionada, para producir un fuerte impacto. Se destaca la fealdad, lo catastrófico, lo tenebroso y lo caótico con una finalidad crítica. Sus representantes más destacados son el narrador checo Franz Kafka y el dramaturgo alemán Bertolt Brecht.
El futurismo, fundado por el italiano Marinetti, rechaza radicalmente el pasado y admira los avances del nuevo siglo: la velocidad, las máquinas, la industria, los deportes. La línea italiana se siente atraída por la filosofía de Nietzsche, por la guerra, por el nacionalismo y por el fascismo; la rusa, de Vladimir Maiakovski, ve en el comunismo soviético la fuerza que puede llevar a la sociedad sus ideales estéticos revolucionarios.
El dadaísmo, del rumano Tristan Tzara, pretende aniquilar la cultura y el arte existente y construir partiendo de una absoluta libertad creadora. Se reivindica la espontaneidad, la ocurrencia imprevista, el lenguaje incoherente. En adelante, cualquier cosa puede ser una obra de arte, puesto que lo importante es el acto de crearla o concebirla.
El cubismo literario es consecuencia del cubismo pictórico y su principal exponente es Apollinaire, creador de los caligramas, una poesía visual cuyos versos tratan de reproducir la realidad expresada mediante tipografía.
El surrealismo, el único ismo junto con el expresionismo que humaniza la literatura, fundado por André Breton y muy influido por el dadaísmo, es el movimiento más longevo y productivo. Muestra interés por el inconsciente, los sueños y los mecanismos mentales no sometidos a la razón. Su base intelectual es el psicoanálisis y utiliza como técnica la escritura automática mediante el alcohol, el sueño o cualquier proceso que libere al individuo del control de sus propios procesos mentales y le sirva para rescatar los contenidos subconscientes. Su técnica del cadáver exquisito consiste en que varios escritores participen en la misma obra sin conocer lo escrito por quienes los preceden.
Vanguardias en España
El creacionismo pretende que el poeta no imite o refleje la naturaleza, sino que la cree en sus versos. Fue traído a España por el escritor chileno Vicente Huidobro. Destacaron en esta corriente Gerardo Diego (Manual de espumas) y Juan Larrea (Rendición de espíritu).
El ultraísmo, impulsado por Rafael Cansinos Assens, aúna corrientes como el cubismo, en sus innovaciones tipográficas; el futurismo, en la exaltación de la modernidad; y el dadaísmo, el rechazo de la lógica. Se caracteriza por innovaciones tipográficas, ausencia de sentimentalismo y uso de metáforas sorprendentes. Destaca Guillermo de Torre (Hélices). Jorge Luis Borges, que se había establecido en Madrid, se interesó por este movimiento y lo exportó a América. Años después, Borges renegó de esta etapa y cargó con dureza contra el ultraísmo.
Ramón Gómez de la Serna fue un agitador cultural empeñado en introducir en España la modernidad y las vanguardias. Escribió biografías, memorias, teatro y novelas, pero se hizo especialmente célebre por sus greguerías, unos textos brevísimos que mezclan la metáfora, el lirismo y el humor.
La Poesía de Vanguardia en Hispanoamérica
La poesía de vanguardia encuentra en Hispanoamérica tres poetas excepcionales: Vicente Huidobro, César Vallejo y Pablo Neruda, a los que se añadirán los de la llamada posvanguardia (Nicanor Parra, Octavio Paz…), de la segunda mitad del siglo XX.
Ya se ha señalado que el poeta chileno Vicente Huidobro es el fundador del creacionismo. El libro fundamental de esta nueva estética es su poemario El espejo de agua. Su obra más destacada es Altazor.
Tras su etapa modernista, el peruano César Vallejo se convierte en una referencia mundial de las vanguardias con Trilce, que experimenta con la sintaxis, inventa palabras (entre ellas, el título) y toma técnicas del dadaísmo y del surrealismo. Su afán experimental hace que la poesía resulte a veces hermética e incomprensible.
El nobel chileno Pablo Neruda se mostró muy crítico con las vanguardias, pero muestra una fuerte influencia del surrealismo en Residencia en la tierra.
En México, el estridentismo, impulsado por el poeta Manuel Maples Arce, unió características del futurismo y del dadaísmo.
En Argentina, el martinfierrismo supone la cristalización del ultraísmo, más la incorporación de futurismo y surrealismo. Destaca Oliverio Girondo.