Valores, Ciudadanía y Trabajo Social Comunitario: Empoderamiento desde la Experiencia Colectiva

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Valores, Ciudadanía y Trabajo Social Comunitario: Capacitando a las Personas desde la Experiencia Colectiva

1. Introducción

El Trabajo Social Comunitario demanda un acercamiento específico al ámbito de los valores, de lo que entendemos por bienestar, por felicidad, por vida digna, ya que su objetivo es, precisamente, potenciar nuestras capacidades para realizarnos a través de la experiencia comunitaria. Es a través de la interacción con los demás, del diálogo, el acuerdo, el debate, la evaluación conjunta y la participación como fortalecemos nuestras capacidades. Nuestra personalidad se equilibra y se forja en la interacción social con los otros, y las habilidades relacionales no nos sirven solamente para alcanzar nuestros objetivos materiales. Constituyen el substrato sobre el que se levanta nuestro proyecto vital, nuestra idea de felicidad, nuestro bienestar: diversos estudios muestran que las relaciones sociales, incluidas las relaciones con la familia y los amigos, son en general el factor más importante de felicidad.

Nos reconocemos en el rostro de los otros, y nos hacemos personas en la interacción y convivencia con los demás. Además, en sociedades democráticas, experimentamos la necesidad de agruparnos para defender intereses colectivos, que de otra forma no pueden ser resueltos. Por ello, la experiencia comunitaria no es sólo un ámbito en el que desarrollar nuestra personalidad, es también una formidable herramienta para afrontar desafíos estructurales.

2. Cultura, Valores y Bienestar: Hacia la Ciudadanía Democrática

2.1. Componentes de la Cultura

Las comunidades humanas no son tan diferentes unas de otras. A pesar de una marcada predisposición por resaltar las diferencias, los antropólogos, al estudiar las diversas culturas desarrolladas a lo largo del tiempo, han constatado elementos comunes entre las diversas sociedades. Cuando estos componentes se encuentran en todas o casi todas las culturas, se denominan universales culturales.

Ejemplos de universales culturales:

  1. La existencia de una lengua gramaticalmente compleja, de un sistema familiar y de rituales religiosos.
  2. La prohibición del incesto.
  3. Las reglas de higiene.
  4. El arte, la danza y el adorno corporal.
  5. Los juegos.
  6. Los regalos.
  7. Sistemas de producción y distribución de bienes y servicios.

(Tipología propuesta por Murdock)

2.2. Cultura y Valores: ¿Es Posible Superar el Debate entre el Optimismo, el Relativismo y el Materialismo Cultural?

1.1.1. El Optimismo Histórico y la Idea del Progreso Indefinido

Durante el siglo XVIII, en el período histórico que denominamos Ilustración, se desarrollaron varios intentos sistemáticos de explicación de las variaciones culturales. La idea de progreso dominaba generalmente las distintas teorías, de tal manera que se explicaban las diferencias entre unas culturas y otras en función de las supuestas fases en las que se encontraban, dentro de un movimiento común ascendente ligado a la confianza en la razón científica y el progreso tecnológico.

La formulación más radical de esta confianza se encuentra en el determinismo tecnológico, que postula una secuencia progresiva de innovación y descubrimientos que de forma necesaria acabará resolviendo los problemas de la humanidad.

La fe en el progreso caracteriza la obra de autores tan diferentes como Augusto Comte, Denis Diderot o Adam Smith.

1.1.2. El Relativismo Cultural

El particularismo histórico, desarrollado por F. Boas y sus discípulos en las primeras décadas del siglo XX, se opone a la concepción de la historia de las culturas como un proceso evolutivo en el que se puede diferenciar entre culturas superiores, más evolucionadas, y culturas inferiores, menos evolucionadas.

Para Boas, cada cultura tiene una historia y un conjunto de rasgos específicos que la hacen incomparable con cualquier otra. Por ello, no puede haber una ciencia de la cultura que pretenda llegar a un conocimiento universal y globalizador sobre todas las culturas. No existe un proceso único en el que todas las poblaciones van evolucionando hacia una cultura y una lengua superiores. Si cada cultura es única, y tiene una historia propia, no es posible diferenciar entre culturas superiores e inferiores. Cada una tiene su propia particularidad. Esta perspectiva teórica recibe el nombre de relativismo cultural.

1.1.3. El Materialismo Cultural

El materialismo cultural analiza las diferencias y semejanzas en el pensamiento y la conducta de los grupos humanos partiendo del siguiente principio:

Las explicaciones causales de dichas semejanzas y diferencias se encuentran en las distintas limitaciones materiales a las que está sometida la experiencia humana.

Por ello, hay que partir del estudio del entorno material para explicar la diversidad. Los condicionamientos materiales de todo tipo, las limitaciones establecidas por la biología y el medio ambiente generan un contexto ante el que las personas se adaptan de formas muy diversas.

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