El Universo Teatral de Federico García Lorca: Obras y Temas Clave
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El Teatro de Federico García Lorca: Características y Evolución
Federico García Lorca es, sin duda, el dramaturgo español más conocido fuera de España.
Características Constantes del Teatro Lorquiano
Su teatro presenta tres características constantes:
- Teatro poético: Aunque no a la manera de los modernistas, para Lorca, el teatro es “la poesía que se levanta del libro y se hace humana”.
- Teatro experimental: Carece de precursores y seguidores, experimentando continuamente sobre los mismos temas. Lorca nunca estuvo interesado en el teatro comercial.
- Temática única: Se repite en todas sus obras, centrada en el enfrentamiento entre dos fuerzas contrarias: el principio de autoridad y el principio de libertad.
Pese a la repetición de estas constantes, Lorca empleó una gran cantidad de estilos, que podemos observar al analizar sus obras, emparejadas salvo la primera y la última.
Recorrido por las Obras Dramáticas de Lorca
Primeras Obras y Experimentación
El maleficio de la mariposa (1920): Esta pieza en verso narra el amor imposible entre una mariposa y una cucaracha, que muere de pena cuando su amada huye volando. En esta obra ya están presentes algunos rasgos distintivos de Lorca, como la unión de todas las artes y medios de expresión, la conciencia crítica y el enfrentamiento entre la norma y el ideal.
Dos piezas para títeres: Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita y Retablillo de don Cristóbal. Son interesantes porque representan el vínculo de Lorca con el teatro popular de su niñez y constituyen una crítica al teatro burgués que tanto le molestaba.
Dos farsas: La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. Estas obras nacen de las piezas para títeres, pero ya no están tan relacionadas con el teatro popular, sino que son farsas artísticas elaboradas y perfeccionadas.
Dos comedias "irrepresentables" o criptogramas: Así que pasen cinco años y El público. Son dos obras de inspiración surrealista, muy avanzadas y difíciles de representar. Apuntan hacia el teatro moderno o del absurdo y son dos experimentos extremos que no tendrán continuación. Se puede decir que son las obras más poéticas de toda su producción, en el sentido de que son representaciones de lo abstracto y carecen de una acción lineal.
Obras Granadinas y Tragedias Andaluzas
Dos piezas granadinas: Mariana Pineda y Doña Rosita la soltera. Aunque están separadas por un periodo de diez años, tienen muchos aspectos en común, como el intento de escenificar el espíritu del pasado de Granada. Ambas obras son poéticas y pictóricas, y tienen por heroína a una mujer cuyo amante o prometido las abandona. La gran diferencia entre ellas fue el resultado teatral: Mariana Pineda no constituyó ningún éxito, mientras que Doña Rosita la soltera fue un acontecimiento teatral, un logro poético excepcional.
Dos tragedias andaluzas: Bodas de sangre y Yerma. Lorca concibió Bodas de sangre, Yerma y La destrucción de Sodoma como una trilogía, cuya última tragedia no pudo escribir al ser fusilado. En ellas se enfrentan los dos principios antagónicos en el universo lorquiano: el principio de autoridad y el de libertad. En ambas piezas hay elementos trágicos recurrentes: coro, destino, rituales, etc.
Cima y Testamento Dramático
Por último, La casa de Bernarda Alba, un drama andaluz, es considerada la cima y el testamento dramático de Lorca. Escrita en 1936, poco antes de ser asesinado, Lorca nunca la vería sobre escena. En esta obra desaparecen los elementos explícitos de la tragedia griega.
Las interpretaciones sobre el sentido de la obra son variadas: algunos críticos creen que es realista, otros que es poética. También hay quienes dicen que tiene una intención política, como predicción de la Guerra Civil, y otros opinan que es una representación de las mujeres de España.
Muy poco sucede, en cuanto a acción o argumento, en la obra. Todo el dramatismo reside en el lenguaje. La obra contiene una crítica social, no contra toda la sociedad española, sino contra la perversión, el abuso y la hipocresía. Frente al instinto de poder se opone, como fuerza conflictiva, otro instinto no menos elemental: el sexo, tan ciego como el instinto de poder. Con lo cual, el principio de libertad se revela también como un poder absoluto. En un universo cerrado y opresivo, solo caben dos salidas: la locura (María Josefa) o el suicidio (Adela). Este drama presenta una vez más la irreconciliable oposición de dos fuerzas ciegas, cuyo escenario es la España rural.