El Universo Simbólico y la Evolución Poética de Miguel Hernández
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La Evolución del Lenguaje Poético y el Simbolismo en Miguel Hernández
El lenguaje poético de Miguel Hernández (MH) evoluciona de la misma forma que lo hace su obra, siguiendo cuatro fases que dependen de los avatares por los que pasó su vida:
- La etapa de la poesía pura: influencia del gongorismo, descripción de la naturaleza a través de la metáfora.
- La poesía neorromántica/impura: expresión con imágenes surrealistas, mezcla del dolor y del amor.
- La literatura de urgencia: lenguaje claro y directo, sin abandonar la metáfora surrealista.
- La exploración interna.
Los símbolos de MH surgen del mundo de la naturaleza, asociados con lo cósmico y lo telúrico, con elementos léxicos procedentes de su experiencia rural o pastoril.
Símbolos Fundamentales en la Obra de Miguel Hernández
La Luna: Un Símbolo en Constante Transformación
La luna es uno de sus símbolos fundamentales y evoluciona con los siguientes significados:
La luna natural: contemplada por el pastor, el «experto» en Perito en lunas.
La luna imaginaria: base de la transformación metafórica gongorino-hernandiana. Todos los objetos del entorno del poeta pueden quedar «pintados poéticamente» como formas lunares, asociándose a la forma redonda o de cuernos.
La luna como paradigma de la naturaleza: representa la fecundidad y la fatalidad. Se presentan los ciclos de cambio de la naturaleza (luna nueva, creciente, llena y menguante), pero también se asocia a los cambios de las estaciones y, por ende, esas menciones representan la exaltación de la vida en continuo rodar y vuelta a empezar.
La luna como modelo del proceso creativo: las fases lunares representan metafóricamente la evolución poética hasta el ascenso del creador, cada vez más luminoso.
El Rayo: Manifestación del Sino y la Fuerza
La simbología de lo redondo da paso a lo punzante como manifestación del sino sangriento y de la pena de la segunda etapa hernandiana. Aparece en esta fase, en la que comienza su inconformismo, y da nombre a El rayo que no cesa. En esta obra, es un símbolo de la angustia que provoca un amor no correspondido, asociándose al dolor como el cuchillo, la navaja o la espada. Posteriormente, representará la fuerza de la naturaleza, ligada a la fuerza de los hombres.
La Lluvia: De la Vida a la Esperanza
En su primera etapa, la lluvia se identifica con el fenómeno natural fundamental para la vida, cuya ausencia provoca efectos devastadores. En el período amoroso, hace referencia a la pena y al dolor que provoca el amor. Además, la lluvia se relaciona con el dolor producido por la muerte de un ser querido. En los poemas de la etapa bélica, se asocia con el esfuerzo del trabajador y se identifica con el sudor. En sus últimas composiciones, la lluvia supone un símbolo de la tristeza y, al mismo tiempo, de la esperanza.