El Universo Filosófico de Platón: Ideas, Alma y Conocimiento
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Introducción al Pensamiento de Platón
Platón se interesó por la filosofía buscando un cambio social y político profundo. A pesar de tener una visión inicialmente crítica sobre ciertos aspectos de la naturaleza humana si no es guiada por la razón, creía firmemente en el poder transformador de la educación como herramienta fundamental para mejorar la condición humana y alcanzar una sociedad justa. Sus pensamientos abordan diversas cuestiones interrelacionadas, expresadas habitualmente a través de diálogos filosóficos, donde a menudo utiliza a su maestro, Sócrates, como personaje principal para exponer y debatir ideas.
Las ideas de Platón se nutren de varios pensadores influyentes:
- Heráclito: Le aportó la noción del cambio constante, que Platón aplicaría al mundo sensible.
- Sócrates: De él heredó la búsqueda de definiciones universales (la verdad), el método dialéctico (mayéutica) y la primacía de la ética y la virtud.
- Pitagóricos: Le influyeron con la importancia de las matemáticas como camino hacia el conocimiento abstracto y la creencia en la inmortalidad y transmigración del alma.
La Teoría de las Ideas: Dos Realidades Fundamentales
Platón distingue dos niveles de realidad:
- El mundo sensible: Aquel que percibimos por los sentidos, caracterizado por estar en constante cambio y ser imperfecto. Es el mundo de las cosas particulares, múltiples y corruptibles.
- El mundo inteligible (o Mundo de las Ideas): Aquel que solo se capta por la razón, eterno, inmutable y perfecto. Es el mundo de las esencias universales, las Ideas.
La Supremacía del Mundo Inteligible
La Teoría de las Ideas sostiene que el mundo sensible es simplemente una copia o reflejo imperfecto del mundo inteligible. Las cosas del mundo sensible 'participan' de las Ideas o las imitan. Las Ideas son las esencias objetivas, únicas, eternas e inmutables de todas las cosas (la Idea de Belleza, la Idea de Justicia, la Idea de Árbol, etc.). Estas Ideas existen por sí mismas, separadas de las cosas sensibles y de nuestra mente.
Las Ideas se organizan jerárquicamente. En la base estarían las Ideas correspondientes a objetos materiales; en niveles superiores, Ideas matemáticas y conceptos éticos y estéticos; y en la cúspide, la Idea del Bien, que es la causa y fundamento de todas las demás Ideas, proporcionándoles unidad, sentido y existencia. Conocer el Bien es la meta última del filósofo.
El Mundo Sensible y el Mito del Demiurgo
El mundo sensible es visto como un lugar de apariencias y sombras (como se ilustra en el Mito de la Caverna), donde las cosas no poseen un verdadero ser, ya que su existencia depende de las Ideas. Para explicar la relación entre ambos mundos y el orden aparente del cosmos sensible, Platón introduce la figura mítica del Demiurgo. Este no es un creador desde la nada, sino un artesano divino que, contemplando las Ideas perfectas del mundo inteligible, organiza una materia preexistente y caótica para darle forma y orden, creando así el mundo sensible lo más perfecto posible, aunque limitado por la naturaleza de la materia.
La Naturaleza Humana según Platón: Dualismo Alma-Cuerpo
En cuanto a la concepción del ser humano, Platón defiende un marcado dualismo antropológico: el ser humano es una unión accidental de alma y cuerpo.
- El cuerpo: Es material, mortal, fuente de pasiones y un obstáculo para el alma en su búsqueda del conocimiento. Pertenece al mundo sensible.
- El alma: Es inmaterial, inmortal, inteligente y de naturaleza divina. Pertenece al mundo inteligible y su función principal es el conocimiento.
El alma, además, posee tres partes o funciones:
- Parte Racional (Logos): Situada en la cabeza, su función es el pensamiento, la búsqueda del conocimiento y la verdad. Debe gobernar a las otras dos partes. Su virtud es la prudencia o sabiduría.
- Parte Irascible (Thymós): Situada en el pecho, se relaciona con la voluntad, el coraje, la ambición y las emociones nobles. Debe aliarse con la razón. Su virtud es la fortaleza o valentía.
- Parte Concupiscible o Apetitiva (Epithymía): Situada en el vientre, se encarga de las necesidades básicas, los deseos y pasiones materiales (comida, bebida, sexo). Debe ser controlada por la razón. Su virtud es la templanza o moderación.
La vida virtuosa y justa para el individuo radica en la armonía y el equilibrio de estas tres partes, bajo el gobierno de la razón.
Epistemología Platónica: El Camino hacia el Conocimiento Verdadero
Platón también define dos tipos principales de conocimiento, correlacionados con los dos mundos:
Conocimiento Sensible (Doxa u Opinión)
Basado en la percepción sensorial del mundo sensible. Es un conocimiento cambiante, relativo e incierto, por lo que no puede considerarse verdadero conocimiento (episteme). Se divide en dos grados:
- Imaginación (Eikasía): El nivel más bajo, basado en imágenes, sombras y reflejos de las cosas sensibles.
- Creencia (Pistis): Conocimiento directo de los objetos sensibles, pero aún basado en la percepción y sin comprensión de sus esencias.
Conocimiento Inteligible (Episteme o Ciencia)
Basado en la razón y dirigido al mundo inteligible. Es el único conocimiento verdadero, objetivo y universal, pues trata sobre las Ideas eternas e inmutables. También tiene dos grados:
- Inteligencia Discursiva (Dianoia): Conocimiento que parte de hipótesis y se apoya en elementos sensibles (como las figuras geométricas en matemáticas) para llegar a conclusiones racionales. Es el conocimiento propio de las matemáticas.
- Razón Intuitiva o Dialéctica (Nóesis): El grado más alto de conocimiento. Consiste en la contemplación directa e intuitiva de las Ideas, especialmente la Idea del Bien, sin recurrir a elementos sensibles. Es el conocimiento propio de la filosofía (dialéctica).
El Mito del Carro Alado: Explicación de la Unión Alma-Cuerpo
Platón explica la caída del alma y su encarcelamiento en un cuerpo mediante el Mito del Carro Alado (expuesto en el diálogo Fedro). En este mito, compara el alma con un carro tirado por dos caballos y guiado por un auriga:
- El auriga representa la parte racional del alma.
- El caballo blanco y dócil representa la parte irascible (voluntad, coraje).
- El caballo negro e indómito representa la parte concupiscible (deseos, pasiones).
Platón explica que las almas, antes de encarnarse, habitan en el mundo inteligible, contemplando las Ideas. El carro viaja por este mundo, aprendiendo de ellas. Sin embargo, si el auriga (la razón) pierde el control del caballo negro (los deseos), el carro pierde el equilibrio y 'cae' accidentalmente al mundo sensible, quedando atrapado en un cuerpo mortal. Con esta caída, el alma olvida temporalmente todo el conocimiento de las Ideas que había contemplado. La vida terrenal y la filosofía son, entonces, un proceso de reminiscencia (anámnesis), un esfuerzo por recordar ese conocimiento olvidado.