Las troyanas resumen

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TROYANAS. Las troyanases una tragedia escrita por el dramaturgo griego Eurípides. Con Las troyanas, representada en 415 a.C. Después de la terrible matanza de la isla de Melos (donde los atenienses acuchillaron a los hombres y esclavizaron a las mujeres), Eurípides puso en escena el último día de la destrucción de Troya, con el sufrimiento de las mujeres troyanas y el saqueo de los vencedores. La tragedia refleja los sufrimientos de los vencidos y la degradación moral que produce la guerra en los vencedores. Las esposas de los troyanos muertos en la guerra aguardan a ver qué les depara el destino cuando su ciudad, Troya, está a punto de consumirse en llamas.HéCuba, la reina madre, va recibiendo de boca del heraldo griego Taltibio las noticias del sorteo que acaban de efectuar los jefes del ejército aqueo. Y a partir de esta primera información, Eurípides nos presenta un dolor que va creciendo en intensidad y que se personifica en la figura de HéCuba. Así la anciana reina tendrá que saber que su hija Polixena va a ser degollada como ofrenda ante la tumba de Aquiles; que Casandra va a ser llevada por Apolo hasta Micenas donde le aguarda una muerte espantosa que ella misma profetiza; que Andrómaca-paradoja del destino-va a ser la compañera de lecho de Neoptólemo, hijo de Aquiles, el asesino de Héctor, su legítimo esposo. El dolor de HéCuba llegará al paroxismo cuando Taltíbio acuda de nuevo para llevar a cabo la acción más ignominiosa e impensable: el asesinato de Astianacte, el hijo de Héctor, de una forma especialmente brutal, despeñándolo desde las torres de Troya. El lamento de la reina madre ante el infortunado cadáver del nieto se mezcla al final de la obra con el estrépito de los edificios de Troya que se derrumban sin remedio consumidos por las llamas. Es una tragedia cuya demostración es la pérdida de esperanza de las habitantes troyanas aunque, como trataré más adelante, la fatalidad no perdona. Ni siquiera a los vencedores.

Estructura


Planteamiento: los personajes son presentados y descritos. A continuación sale a escena el Dios Poseidón, que da referencias sobre la batalla en Troya y la duración del regreso de los atenienses a su tierra. La diosa Atenea llega a pedirle que los atenienses tengan un final fatal por haberle faltado respeto a los dioses y templos en Troya. Sin embargo, ésta no es la situación central de la obra, según el tratamiento de Eurípides. Sí es un disgresión en la categorización de los personajes. Taltibio, mensajero griego, le comunica a la reina troyana
HéCuba que todas las mujeres de Troya tienen deber asignado a petición de los vencedores aqueos.. Ella fue pedida por Ulises para que fuera su esclava, y asume su destino. Casandra, una de las hijas de HéCuba, le dice a su madre que a los atenienses les espera un final fatal (el deseo de Atenea). Afirma que Ulises “volverá sólo a su patria” (18). Casandra no vuelve a aparecer en toda la obra. En cuanto al conflicto, Más bien la única ruptura del sentimiento desesperanzador es que Andrómaca, una de las troyana, llevará consigo a su hijo. HéCuba confía en que él sea quien reconstruya Troya en un futuro.  Taltibio regresa con HéCuba, que se encuentra junto con Andrómaca. Anuncia que el hijo de Andrómaca “no será esclavo de ningún griego” Es en este preciso instante cuando se puede pensar que la historia dé un giro y se impida el fatal destino troyano, pero Taltibio cierra con lo que realmente pasó: el hijo de Andrómaca fue asesinado.  Lo que continúa es la entrada de Menelao y Helena. Helena fue la causante de la disputa entre Grecia y Troya. La intervención de ambos personajes prolonga la extensión de la obra, sin más que añadir. HéCuba dialoga con el coro. Las dos partes han perdido la ilusión. “Ya no existe Troya” (41), canta el coro. “Vamos a vivir en la esclavitud” (43), cierra HéCuba.

Personajes: Protagonista


Bien pudiera ser la diosa Atenea por pedir el deseo del desenlace fatal de los atenienses, o el Dios Poseidón, que hará cumplir su deseo, pero Eurípides no coloca esta interacción en el centro de la obra. HéCuba es el único personaje que, tras la aparición de los dioses, está de principio a fin en la obra. Ella es quien genera la ruptura cuando espera en el hijo de Andrómaca al reconstructor de Troya. Por tanto ella es la protagonista.
Pero no es la única, ya que Casandra busca cobrar venganza y en Andrómaca recae el futuro de Troya. Son ellas tres, troyanas, las representantes de un pueblo al que eventualmente se le cumplirá su destino.

Antagonista:


no necesariamente tiene que ser un personaje o algo que esté físicamente presente en la obra. Atenas no entra en esta categoría porque comparte con Troya un final trágico que es asignado única y exclusivamente por el destino. El destino evita todo ánimo de esperanza en las troyanas y también evita que los atenienses vuelvan a tierra como vencedores. El destino es el común denominador de las obras literarias griegas. Taltibio, pese a su larga aparición, no busca evitar el final trágico de Troya. Es un mero comunicador. Es, al igual que Helena y Menelao, un actor secundario. 



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