Tratado de cazorla
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El nacionalsocialismo alemán.
El racismo y el «espacio vital«. Si bien el nazismo comparte ideología con el fascismo italiano, algunos rasgos se acentúan en el nazismo: El racismo: forma parte de la esencia del nacionalisocialismo. Defiende la teoría, pretendidamente científica, que establece una jerarquía de razas. En el nivel superior estaría la raza aria (de la que desciende la nacíón alemana) y en último lugar los judíos, a los que se presenta como responsables de todos los males de la nacíón (marxismo, democracia, capitalismo...). Si bien los judíos fueron el «enemigo» prioritario, también se menospreció a otros grupos: gitanos, discapacitados, homosexuales, etc. - Nacionalismo extremo: se defendía que el pueblo alemán necesitaba un gran territorio para su desarrollo, un «espacio vital». Se rechazó el Tratado de Versalles y se promovíó el pangermanismo que pretendía la creación de la Gran Alemania. Ésta debería incluir todos los territorios de habla germana. El ascenso del nazismo al poder (1933): La abdicación del káiser Guillermo II y el armisticio sorprendieron a Hitler en un hospital militar, recuperándose de una ceguera parcial. Al igual que otros alemanes nacionalistas, antiliberales y militaristas, Hitler rechazó el Tratado de Versalles, convirtiéndose en uno de los mayores pagadores de la teoría de la «puñalada por la espalda que manténía que no habían sido los militares, sino los políticos con su petición de un armisticio, los responsables de la derrota. Tras la guerra, Hitler se afilió al Partido Obrero Nacionalista Alemán
(DAP), de ideología antisemita, ultranacionalista, pangermanista. En 1920 se transformó en Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán (NSDAP), del que Hitler fue nombrado líder. Las SA (Secciones de Asalto) se fundaron como cuerpo encargado de la seguridad del partido, aunque pronto se emplearon también en la lucha callejera contra socialistas, comunistas y judíos. Posteriormente se crearon las SS (Escuadras de Protección) como guardia personal del Führer. En 1923 Hitler, aprovechando la situación de caos por la que atravesaba Alemania, intentó en Múnich un Golpe de Estado conocido como «Putsch de la cervecería». Fue condenado a cinco años de cárcel, de los que cumplíó nueve meses. Durante este tiempo aprovechó para redactar parte de «Mi lucha» donde expónía su doctrina racista y la teoría del espacio vital. El desarrollo del nazismo se produjo simultáneamente al declive de la República de Weimar. Durante los peores años de la crisis económica alemana (1930-1933), los nazis fueron creciendo en importancia, tanto por sus resultados electorales, como por la violencia de las SA. Su porcentaje de votos fue aumentado en las sucesivas elecciones: 2,6% (1928), 18,3% (1930), 37,3% (Julio, 1932), y 33,1% (Noviembre, 1932). En las dos últimas elecciones fueron el partido más votado, aunque lejos de la mayoría absoluta. Sin embargo, el presidente von Hindenburg. Convencido por magnates de la banca y la industria, nacionalistas y militares entregó a Hitler la cancillería alemana (Enero, 1933).
La Alemania nazi (1933-1945): En apenas unos meses, Hitler y su partido tomaron el control del Estado y de la sociedad. Las libertades democráticas y derechos civiles fueron eliminados, destruyendo la República Parlamentaria de Weimar. A mediados de 1933 Alemania era de facto una dictadura de partido único. En este proceso de nazificación podemos destacar los siguientes hechos: - Incendio del Reichstag (27 Febrero 1933): el 1 de Febrero se disolvíó el Parlamento (Reichstag) y se convocaron elecciones para el 5 de Marzo. Sin embargo, la noche del 27 de Febrero, en plena campaña electoral, se produjo el incendio del Reichstag, del que se culpó a los comunistas. Se declaró el estado de excepción y se aprobó el Decreto para la Protección del Pueblo y el Estado, que restablecíó la pena de muerte y suspendíó el derecho de reuníón, la libertad de expresión, de prensa, y otras garantías constitucionales. Aunque no se llegó a clarificar la autoría, los grandes beneficiados fueron los nazis. - Creación de la Gestapo (Abril 1933): pronto comenzó a actuar la policía secreta del Estado y a funcionar los primeros campos de concentración para opositores políticos. -Proclamación del III Reich (Agosto 1933): fue proclamado multitudinariamente el III Reich, el «Imperio de los mil años«, en la ciudad de Núremberg. -La Noche de los Cuchillos Largos (30-1 Julio 1934): la represión no se limitó a los opositores al nazismo, también a rivales de Hitler dentro del partido como Ernst Röhm, líder de las SA, que fueron eliminados por en la noche
del 30 al 1 de Julio. Hitler lo disfrazó como una actuación preventiva contra un posible golpe Estado por las SA – Leyes de Núremberg (Septiembre 1935): se quito la ciudadanía alemana a los judíos y se les prohibíó ocupar puestos públicos. También se prohibieron los matrimonios entre alemanes y judíos. – La Noche de los Cristales Rotos (9-10 Noviembre 1938): durante esta noche, cientos de sinagogas y comercios judíos fueron destruidos por los nazis, y miles de judíos detenidos e internados en campos de concentración. Posteriormente, se les obligó a llevar una estrella de seis puntas como distintivo. Durante la II Guerra Mundial, a partir de la llamada «solución final» (1941), fueron aniquilados en masa 6 millones de judíos en el denominado Holocausto. - Política exterior: dominada por los sucesivos incumplimientos del Tratado de Versalles y la obtención del «espacio vital» necesario para el pueblo alemán. Para ello Hitler no dudó en establecer un Tratado de No Agresión con Stalin conocido como Pacto Ribbetrop-Molotov (ministros de exteriores de Alemania y la URSS) en Agosto de 1939. A pesar de sus diferencias ideológicas firmaron este acuerdo de neutralidad en caso de que alguna de las dos naciones entrase en guerra, e incluyeron una cláusula secreta que incluía el reparto de Polonia y la anexión soviética de las repúblicas bálticas y Finlandia. (VA A PARTE) La política exterior alemana, junto con el revisionismo italiano y Japónés, produjo un viraje en las relaciones internacionales que terminaría conduciendo a la II Guerra Mundial.