Trastornos del Estado de Ánimo y Ansiedad: Comprensión y Abordaje Clínico

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Trastornos del Estado de Ánimo: Comprensión y Abordaje Clínico

Los trastornos del estado de ánimo se caracterizan principalmente por dos síntomas clave: la disforia, un sentimiento profundo de malestar, y la anhedonia, la incapacidad de obtener y experimentar placer. Ambos síntomas convergen en un estado de ánimo profundamente triste, llevando al paciente a perder la ilusión por todas las esferas de la vida.

Para un diagnóstico clínico, deben estar presentes al menos 3 o 4 de los siguientes síntomas durante un periodo mínimo de dos semanas:

  • Poca energía o fatiga persistente.
  • Insomnio o hipersomnia (exceso de sueño).
  • Pérdida o aumento significativo del apetito.
  • Alteraciones psicomotoras (agitación o enlentecimiento).
  • Disminución de la capacidad para pensar, concentrarse o tomar decisiones.
  • Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva e inapropiada.
  • Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.

Además de los mencionados, pueden presentarse síntomas afectivos, motivacionales, cognitivos, motores o fisiológicos.

Tipos de Depresión y sus Características

La depresión se clasifica de diversas maneras, atendiendo a su origen, curso y severidad:

  • Depresión Primaria: El trastorno depresivo es la condición principal.
  • Depresión Secundaria: Es una consecuencia de otro trastorno médico o psiquiátrico.
  • Depresión Unipolar: Se caracteriza por la presencia exclusiva de episodios depresivos.
  • Trastorno Bipolar: Implica la alternancia de episodios depresivos con episodios maníacos o hipomaníacos.
  • Depresión Mayor: Un episodio depresivo grave y persistente que cumple criterios diagnósticos específicos.
  • Distimia (Trastorno Depresivo Persistente): Una forma de depresión crónica, aunque generalmente menos severa que la depresión mayor.
  • Depresión Endógena: Se considera que tiene un origen predominantemente biológico o genético.
  • Depresión Exógena: Se atribuye a factores externos o ambientales estresantes.

Modelos Explicativos de la Depresión

Diversas teorías psicológicas y cognitivas intentan explicar el origen y mantenimiento de la depresión:

  • Modelo Socioambiental (Lewinsohn): Propone que la depresión es causada por una baja tasa de refuerzo positivo a las respuestas del individuo, lo que lleva a una disminución de la actividad y el placer.
  • Modelo de Indefensión Aprendida (Seligman): Sugiere que la exposición repetida a situaciones incontrolables puede llevar a un estado de indefensión, donde el individuo aprende que sus acciones no tienen impacto en los resultados, originando los síntomas depresivos.
  • Modelo Cognitivo (Beck): Destaca la importancia de los patrones de pensamiento negativos. Según Beck, la depresión surge de una "tríada cognitiva" negativa: una visión pesimista sobre uno mismo, el mundo y el futuro.

Errores Cognitivos Comunes en la Depresión (Aaron Beck)

Los individuos con depresión a menudo exhiben patrones de pensamiento distorsionados, conocidos como errores cognitivos:

  • Inferencia Arbitraria: Extraer conclusiones negativas sin evidencia suficiente o incluso contradictoria.
  • Abstracción Selectiva: Focalizar la atención en detalles negativos específicos, ignorando el contexto positivo o neutral.
  • Sobregeneralización: Elaborar conclusiones amplias y negativas a partir de un único hecho concreto o aislado.
  • Magnificación y Minimización: Sobreestimar los fallos o aspectos negativos (magnificación) y subestimar los logros o aspectos positivos (minimización).
  • Personalización: Asumir la culpa o responsabilidad por eventos negativos externos, sin una base real o justificación.
  • Pensamiento Dicotómico (Todo o Nada): Dividir las experiencias en categorías extremas y contrapuestas (blanco o negro), sin reconocer matices o puntos intermedios.

Trastornos de Ansiedad: Manifestaciones y Enfoques Terapéuticos

Anteriormente denominados neurosis, los trastornos de ansiedad a menudo cursan con una alta comorbilidad con otras condiciones de salud mental. La ansiedad es un patrón o síntoma que engloba cuatro tipos de respuestas interconectadas:

  • Fisiológicas: Síntomas corporales como taquicardia, sudoración, tensión muscular, dificultad para respirar.
  • Motoras: Comportamientos observables como evitación, inquietud, temblor, tartamudeo.
  • Cognitivas: Pensamientos de preocupación, miedo, catastrofismo, dificultad para concentrarse.
  • Emocionales: Sentimientos de nerviosismo, pánico, terror, irritabilidad.

Evaluación de los Trastornos de Ansiedad en Niños

En la población infantil, la técnica de evaluación más utilizada es la observación directa, complementada con valoraciones subjetivas del observador sobre la intensidad de la ansiedad. También se emplea el autoinforme, que en niños a menudo se facilita mediante el uso de objetos reales o dibujos para expresar sus sentimientos. La evaluación integral se realiza a través de una entrevista estructurada que incluye informes tanto del niño como de sus progenitores.

Etiología de la Ansiedad: Factores Genéticos y Ambientales

Las causas de los trastornos de ansiedad no están completamente claras, pero se cree que son el resultado de una interacción compleja entre factores genéticos y ambientales. Se postula que se hereda una tendencia general a la ansiedad, y el entorno familiar influye de manera significativa en el desarrollo y manifestación de la ansiedad en el niño.

Tratamiento de la Ansiedad en Niños y Adolescentes

En niños y adolescentes, los tratamientos farmacológicos no son frecuentes y se reservan solo para los casos más graves o resistentes a la terapia psicológica, donde se pueden prescribir benzodiacepinas u otros ansiolíticos bajo estricta supervisión médica. La terapia psicológica, especialmente la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), es el enfoque de primera línea y más recomendado.

Tipología de los Trastornos de Ansiedad Específicos

Fobias Específicas en la Infancia

Es común que los niños experimenten numerosos miedos, pero la mayoría son transitorios, leves y específicos de una edad. Estos son miedos evolutivos que tienen como finalidad proporcionar a los niños situaciones en las que deban desarrollar estrategias para afrontar estímulos estresantes. Las niñas suelen padecerlas con mayor frecuencia.

Para que un miedo sea considerado una fobia específica, debe cumplir los siguientes criterios:

  • Ser desadaptativo: Interfiere significativamente con la vida diaria del niño (ej. escolar, social).
  • Ser desproporcionado: La intensidad del miedo no se corresponde con la amenaza real del estímulo.
  • Persistir: El miedo debe durar un mínimo de seis meses.

Una fobia específica es un miedo exagerado, prolongado en el tiempo e irracional hacia un estímulo concreto. A diferencia de los miedos evolutivos, las fobias específicas requieren tratamiento, ya que no desaparecen espontáneamente y son reacciones desproporcionadas a la situación.

Las fobias específicas se clasifican comúnmente en:

  • Fobias a animales (ej. arañas, perros, insectos).
  • Fobias al entorno natural (ej. alturas, tormentas, agua, oscuridad).
  • Fobias a la sangre, inyecciones o lesiones.
  • Fobias situacionales (ej. aviones, ascensores, espacios cerrados, túneles).
  • Otros tipos (ej. miedo a atragantarse, a los sonidos fuertes, a los disfraces).

La prevalencia en niñas es del 7%, y suelen aparecer en la niñez. Se adquieren principalmente por:

  • Experiencia Directa: Un evento traumático o aversivo relacionado con el estímulo.
  • Modelado: Observación de la reacción fóbica de otros (ej. padres, hermanos).
  • Transmisión de Información: Advertencias o relatos sobre peligros asociados al estímulo.

El tratamiento más eficaz incluye la Desensibilización Sistemática (DS) y el Modelado, a menudo dentro de un marco de Terapia Cognitivo-Conductual.

Fobia Social (Trastorno de Ansiedad Social)

La fobia social es un miedo exagerado y constante a estar en situaciones sociales, especialmente cuando el individuo entra en contacto con personas desconocidas o se ve expuesto al escrutinio de otros. Suele iniciarse entre los 8 y 12 años, siendo la situación más frecuente el miedo a hablar o actuar en público.

Este trastorno provoca:

  • Miedo intenso a las evaluaciones negativas por parte de los demás.
  • Angustia significativa en situaciones sociales nuevas o de desempeño.
  • Evitación social, lo que limita la participación en actividades cotidianas, escolares y recreativas.

Los niños y adolescentes con fobia social suelen presentar una autoestima más baja y tienen menor aceptación por parte de sus iguales. La prevalencia es del 1% de la población general.

Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusivos e inapropiados, y que causan ansiedad o malestar significativos. Las compulsiones son comportamientos repetitivos (ej. lavarse las manos, ordenar, verificar) o actos mentales (ej. rezar, contar, repetir palabras en silencio) que el niño se siente impulsado a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas rígidas.

Tipos comunes de obsesiones incluyen:

  • Agresivas o auto-agresivas.
  • De limpieza o contaminación.
  • Dudas persistentes (ej. si cerró la puerta).
  • Supersticiosas (ej. números de la suerte/mala suerte).
  • De orden y simetría.

Estos rituales ocupan más de una hora diaria y suponen un deterioro significativo en la vida social, escolar o personal del individuo. Aunque el sujeto es consciente de que tanto las obsesiones como las compulsiones son irracionales y carecen de lógica o sentido, siente una fuerte necesidad de realizarlas para reducir la ansiedad. Es más frecuente en varones, con una prevalencia del 1% de la población.

Etiología y Tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)

El TOC tiene un fuerte componente biológico y genético. El tratamiento más efectivo es una combinación de terapia farmacológica, prescrita por psiquiatras infantojuveniles, y terapia psicológica. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), específicamente la técnica de Exposición con Prevención de Respuesta (EPR), es la más recomendada y con mayor evidencia de eficacia para el TOC.

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