La transmutación de los valores: Nietzsche y la ética del superhombre

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Nietzsche: Evolución de su Pensamiento y Crítica a la Moral Occidental

Friedrich Nietzsche nace en la primera mitad del siglo XIX, en Alemania. Podemos distinguir tres periodos en su vida: uno inicial esteticista, otro positivista y una etapa final de madurez filosófica. Entre sus obras más destacadas se encuentran Más allá del bien y del mal, La genealogía de la moral y Así habló Zaratustra.

Cualquier acercamiento a la ética nietzscheana debe partir de su crítica a la moral occidental tradicional. Ya en El origen de la tragedia, señala cómo la unidad entre el principio apolíneo y el principio dionisíaco de la cultura griega se rompe con la filosofía de Sócrates. Hasta ese momento, la búsqueda de la medida en nuestro comportamiento estaba equilibrada con otra visión de la ética, entendida como falta de medida, ebriedad, locura. La verdad ética oscilaba de manera natural entre Apolo y Dionisos. Sin embargo, el pensamiento europeo cae en la "enfermedad" del racionalismo, que reprime lo vital e instintivo, con Sócrates, Platón, Aristóteles, los filósofos cristianos, los filósofos racionalistas modernos y los ilustrados.

En La gaya ciencia, Nietzsche indica que en el siglo XIX se produce un acontecimiento de gran magnitud que cambiará la historia de la ética: la "muerte de Dios". Esto se refiere a la aparición de una cultura atea pujante que rechaza la visión cristiana e idealista de la moral. Filósofos como Feuerbach, Marx y Freud rechazan los valores éticos cristianos, idealizados y racionalizados. No obstante, no dan el paso definitivo hacia un verdadero vitalismo, pues aún teorizan demasiado y no se atreven a vivir, experimentar y crear sus propios valores morales. Ni siquiera Schopenhauer, con su "voluntad de vivir", lo logra. Para Schopenhauer, la realidad es, ante todo, vida y voluntad irracional, pero se equivoca al huir de ella en lugar de afirmarla.

La Ética Vitalista y la Moral de los Aristócratas

Al llegar a su periodo de madurez, Nietzsche da forma a su nueva ética vitalista. En Más allá del bien y del mal, presenta dos tipos contrapuestos de moral:

  • Moral de los esclavos: Propia de los hombres decadentes y gregarios, que siguen valores éticos racionales y universales, adhiriéndose a las normas del grupo.
  • Moral de los aristócratas: Los aristócratas, los hombres superiores, son aquellos que se atreven a no seguir los valores de la mayoría. Los cuestionan y buscan crear sus propios valores morales, conscientes de que no son permanentes ni universales, ya que dependen del devenir vital, cambiante y mudable. Estos valores deben ser constantemente creados y recreados.

También en Más allá del bien y del mal, Nietzsche vincula la creación y recreación de los nuevos valores con la capacidad del hombre para percibir y experimentar su "voluntad de poder". La "voluntad de poder" es el principio vital que subyace a los fenómenos, que no puede ser comprendido racionalmente, sino solo experimentado. A diferencia de lo que Schopenhauer suponía con su "voluntad de vivir", esta voluntad se encuentra en el interior de los fenómenos, no es un noúmeno separado de ellos. Racionalmente no tiene sentido, pero podemos percibir y vivir su sentido práctico. Nietzsche utiliza la metáfora de la música y la danza para referirse a la escucha de la melodía de los acontecimientos y a la necesidad de danzar con ellos.

El Superhombre: Encarnación de la Nueva Ética

Todo lo anterior lleva a Nietzsche a identificar su ética con la del "superhombre", quien la encarnaría. En Así habló Zaratustra, ofrece algunas características del sujeto de esta nueva moral:

  • Nace de la negación de la moral gregaria y de masas, siendo esta una de las pruebas que debe superar.
  • Describe su evolución utilizando tres metáforas:
    • Camello: Carga con una moral ajena e impuesta.
    • León: Se rebela y descubre la realidad por sí mismo.
    • Niño: Alcanza la naturalidad y espontaneidad, capaz de danzar y bailar con la vida.
  • La transformación hacia el superhombre está marcada por un esfuerzo personal de la voluntad y del carácter.
  • El superhombre sería capaz de integrar valores contrapuestos, como ocurre en la vida: "Un césar romano con el alma de Cristo".

El Eterno Retorno: La Prueba Final

Finalmente, Nietzsche relaciona la moral del superhombre con la prueba final del eterno retorno. Para el autor, la voluntad de poder del cosmos no se manifiesta de manera lineal y progresiva, sino que vuelve tras recorrer un ciclo al punto de partida, en un eterno retorno. El superhombre, en una última prueba de fuerza, debe aceptar que el cosmos no está hecho para el ser humano. Es el hombre quien debe desprenderse de su ego e integrarse en un universo incomprensible para él.

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