La Transición Española: De la Dictadura a la Democracia

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El proceso de la Transición a la democracia y la constitución de 1978

1.- Las causas de la Transición:

Para entender la etapa histórica de la Transición, hemos de contemplar una serie de factores o causas que favorecieron la misma. En primer lugar, la evolución socioeconómica y cultural que se produjo en España desde finales de los años 60, propició la formación de nuevas clases medias, más formadas y de mentalidad más moderna y que ansiaban gozar de más libertad. Se trataba de las nuevas generaciones que no habían vivido la Guerra Civil y que deseaban superar los miedos y vivir en paz. En segundo lugar, se va a sumar la actitud conciliadora que demostraron la gran mayoría de las formaciones políticas. Se llegaron a acuerdos fundamentales a través del consenso. Dentro de este “espíritu de consenso”, van a destacar tres personalidades de distinta procedencia e ideología que contribuyeron en mayor o menor medida al triunfo de la transición a la democracia:

  • El rey Juan Carlos de Borbón, que recibió del franquismo unos amplios poderes que puso al servicio del cambio del régimen. Su papel sería determinante en el fracaso del golpe de Estado de 1981.
  • Adolfo Suárez, que ocupó diferentes cargos en organismos del franquismo desde 1958. Fue el líder político de la Transición y, durante sus cinco años de mandato (1976-1981), demostró un inquebrantable compromiso con los valores de la libertad y la democracia.
  • Torcuato Fernández Miranda, Catedrático de Derecho Político, ocupó varios cargos al final del franquismo. Fue fundamental a la hora de la designación por el rey de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno.

Con estos factores en mente, la pregunta que todos se hacían el 20 de Noviembre de 1975 era “Franco ha muerto, ¿y ahora qué?”. Esta misma pregunta rondaba la mente de los diferentes grupos políticos existentes en 1975. En líneas generales, las fuerzas políticas se dividían en tres tendencias: el inmovilismo, que defendía la continuidad del régimen franquista, el reformismo que planteaba la transformación del régimen franquista a través de reformas que permitan la transición hacia un régimen democrático y el rupturismo, identificado con la oposición democrática al franquismo, que defendía una ruptura total con las instituciones y leyes franquistas y realizar una transición democrática desde abajo.

2.- El gobierno de Arias Navarro (noviembre 1975 – julio 1976) y los primeros gobiernos de Adolfo Suárez (1976 – 1977):

En un principio el rey optó por mantener al frente del gobierno a Arias Navarro. Arias intentó conseguir en su nuevo gobierno un equilibrio entre distintos sectores del franquismo, introduciendo a ministros inmovilistas (José Utrera Molina, almirante Pita da Veiga), y reformistas (Pio Cabanillas, Fraga Iribarne, como ministro de Interior) y a figuras jóvenes, procedentes del Movimiento, como Adolfo Suárez o Martín Villa. Arias fracasó a la hora de realizar un proceso de reformas creíble, lo que provocó protestas sociales, extendiéndose una oleada de huelgas por el país, reprimiéndose duramente por el gobierno, donde cinco trabajadores murieron a manos de la policía, además de más de cien heridos. La oposición se agrupó en la Coordinación Democrática y aumentaron las protestas contra el inmovilismo de Arias. Finalmente, el rey, descontento con la labor de éste, lo destituyó en julio de 1976. Adolfo Suárez, candidato de Fernández Miranda, fue nombrado nuevo presidente del gobierno. Fue recibido con decepción entre la opinión democrática, ya que muchos pensaron que no era el hombre adecuado para liderar el proceso hacia la democracia. Sin embargo, en su primer discurso como presidente, Suárez utilizó un lenguaje totalmente nuevo (soberanía popular, pluralismo real, sistema democrático basado en los derechos y libertades cívicas, reconciliación nacional) y anunció elecciones generales en el plazo de un año. La reforma estaba en marcha. Suárez presentaría el proyecto de Ley para la Reforma Política, que buscaba desde la legalidad vigente (leyes fundamentales del Movimiento), utilizar un instrumento legal que sirva para llegar a una nueva legalidad democrática. El 15 de noviembre de 1976 la Ley se sometió a referéndum, siendo aprobada por la mayoría de españoles. Con esta ley se construyeron las bases de la democracia, al establecer:

  • La soberanía popular
  • Unas Cortes bicamerales con un mandato de cuatro años. Sus miembros serían elegidos por sufragio universal.
  • Se autorizaba al gobierno a iniciar un proceso constituyente.

Para concurrir a unas elecciones libres era necesario legalizar los partidos políticos. Poco a poco, la oposición fue saliendo de la clandestinidad. La oposición, que en un principio había desconfiado de Suárez, pasó a ir aceptando que el fin del franquismo no se realizaría mediante la ruptura democrática, sino mediante un proceso de reforma que desembocaría en un auténtico régimen democrático. El proceso de reforma estuvo siempre amenazado por dos fuerzas opuestas. Por un lado, la extrema derecha, que centró sus esfuerzos en alentar un golpe militar que pusiera fin al proceso democrático. Por otro lado, los grupos terroristas nacionalistas como ETA o de extrema izquierda como el GRAPO, que, con sus ataques al ejército y policía, alimentaban las posibilidades de un golpe militar. Tras estas medidas, se producirán las elecciones del 15 de junio de 1977, las primeras elecciones libres desde la II República, realizadas por sufragio universal. No obstante, la mayoría de edad se mantuvo en los 21 años. El partido triunfador fue la Unión del Centro Democrático (UCD), nuevo partido organizado por Suárez en el que se agrupaban los aperturistas del franquismo con algunos elementos moderados de la antigua oposición democrática.

3.- El segundo gobierno de Adolfo Suárez (1977-79):

El nuevo gobierno de Suárez tuvo que afrontar los principales desafíos del momento: Adoptar medidas ante la crisis económica mundial, elaborar una Constitución que articulara políticamente el nuevo sistema democrático, hacer frente al terrorismo de ETA y estar alerta con el peligro golpista.
La crisis del petróleo de 1973 había golpeado duramente a España y el paro y la inflación crecían alarmantemente. Para estabilizar la situación económica, Suárez consiguió reunir a las principales fuerzas políticas y organizaciones empresariales. Se trataba de involucrar a todos.
Así, se consensuaron y, en octubre de 1977, se firmaron, los Pactos de la Moncloa, que fueron dos: uno económico con una serie de medidas como la devaluación de la peseta, el derecho de asociación sindical, incremento de los salarios, contención de la inflación y otro jurídico-político que supuso la eliminación de la censura previa, el derecho de reunión, de asociación política y la libertad de expresión, la eliminación de la tortura y la despenalización del adulterio. que se convirtieron en un paradigma mundial de diálogo y convivencia democrática entre todas las fuerzas políticas y sociales. Por otro lado, las Cortes elegidas en junio de 1977 se convirtieron en Cortes Constituyentes. Se eligió una Comisión que designó a 7 diputados para elaborar un proyecto constitucional como por ejemplo Gregorio Peces-Barba del PSOE o Manuel Fraga de Alianza Popular (AP). Tras su debate en el Congreso y en el Senado, el texto final fue aprobado en el Pleno del Congreso de los Diputados por una amplísima mayoría. Una vez aprobada la Constitución, el gobierno convocó nuevas elecciones generales para el 1 de marzo de 1979, que se consideran las primeras verdaderamente democráticas, con un texto constitucional de respaldo y con la participación, sin exclusión, de todos los grupos políticos. Se iniciaba la era democrática en España, que disfrutamos hoy en día.

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