Transición Española a la Democracia y Evolución Socioeconómica Durante el Franquismo
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1. Las Nuevas Cortes y la Constitución de 1978
Los diputados tomaron como primera tarea la elaboración de una constitución sin exclusiones. El 22 de junio de 1977, el rey desmanteló el régimen anterior y se iniciaba un nuevo periodo legislativo y constituyente. La Comisión de Asuntos Constitucionales fue encargada de elaborar una constitución consensuada por siete de sus miembros, los ponentes. El 6 de diciembre de 1978, la constitución se sometió a un referéndum tras una intensa campaña. El artículo del Título Preliminar definía a España como "un Estado social y democrático de Derecho". La libertad se convertía en el valor de los valores. Se proclamaba que la soberanía nacional reside en el pueblo español, cuya política era la monarquía parlamentaria. Se fundamentaba en la unidad de la nación española, a la vez que reconocía y protegía el "derecho a la autonomía". Garantizaba los derechos humanos y las libertades, y establecía un Estado aconfesional. El poder legislativo residía en las Cortes, Congreso y Senado; el ejecutivo, en el Gobierno; y el judicial, en los jueces.
2. La Génesis del Estado Autonómico
El Gobierno y la oposición iniciaron el proceso preautonómico y la descentralización del Estado. Tras el éxito de la Diada en Cataluña el 11 de septiembre de 1977, Adolfo Suárez pactó con Tarradellas su vuelta del exilio y el restablecimiento provisional de la Generalitat. Pese a que el País Vasco iba retrasado por ETA, se acabó aprobando en 1978 el Consejo General Vasco, presidido por Ramón Rubial. Ambos estatutos fueron aprobados en 1979, y en 1980 Cataluña y País Vasco celebraron sus primeras elecciones autonómicas.
3. El Estado de las Autonomías
Los catalanes y vascos quedaron satisfechos al introducirse el término nacionalidad en la nueva constitución. La nueva organización del Estado permitía que todos los territorios se organizaran como entes autonómicos. La descentralización del Estado dio paso a una vertebración territorial distinta y a un nuevo mapa político en el que España iba a tener 17 comunidades autónomas entre 1977 y 1983, además de Ceuta y Melilla. La constitución contemplaba dos vías de acceso a la autonomía:
- La del artículo 151, para las nacionalidades históricas como Cataluña, País Vasco y Galicia. Esta permitía alcanzar un mayor autogobierno, y a ella podían acceder el resto de autonomías. Este fue el caso de Andalucía.
- La del artículo 143, para el resto de regiones. Valencia y Canarias alcanzaron la plena autonomía por este camino.
Con el fin de ordenar todo el desarrollo autonómico, UCD y PSOE pactaron la Ley Orgánica de Ordenación y Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA) en 1982. Los nacionalistas catalanes y vascos la recurrieron ante el Tribunal Constitucional, que declaró inconstitucionales 14 de 38 artículos. Con el paso del tiempo y los nuevos estatutos que se fueron elaborando, la situación dio origen a problemas.
II. Sociedad
1. La Evolución Económica
1.1 La Autarquía (1939-1951)
El régimen de Franco aplicó la autarquía para que España fuera económicamente autosuficiente. Después de la Guerra Civil, los años 40 fueron conocidos como "los años del hambre". Frente al libre funcionamiento de los mercados, el régimen fijaba precios y salarios. En el sector agrícola, la fijación de los precios por el Estado provocó un descenso de la producción y, en consecuencia, llevó a un desabastecimiento de alimentos. Esto obligó al régimen a establecer, desde 1939, las cartillas de racionamiento. Surgieron los estraperlistas y el mercado negro, en el cual las transacciones se hacían al margen de la ley. La autarquía tuvo dos grandes ejes de actuación:
- El primero fue la reglamentación de las relaciones económicas con el exterior.
- El segundo fue el fomento industrial, orientado hacia las actividades de interés militar.
1.2 Primeras Medidas Liberalizadoras
A partir de 1953 y con la consolidación de la Guerra Fría, EE. UU. concedió créditos a España para la compra de productos agrícolas, materias primas y equipo industrial. Con todo, las ayudas no eran suficientes. En definitiva, la autarquía no funcionaba.
1.3 Plan de Estabilización
Los nuevos ministros, Ullastres y Navarro Rubio, elaboraron un Plan de Estabilización Económica, que consideraban imprescindible. El Plan de Estabilización recibió la aprobación del Gobierno mediante un Decreto fechado el 21 de julio de 1959. Mediante este Decreto se impusieron una serie de medidas básicas para orientar la economía del país:
- Reducción del gasto excesivo del Estado y del de los particulares.
- Desaparición progresiva de los controles del Gobierno sobre las actividades económicas.
- Apertura de la economía española a los mercados exteriores.
La finalidad última de esta operación de política económica era poner en contacto la economía española con la internacional. Para realizar esta transformación económica, España pudo contar con la concesión de importantes créditos internacionales, del FMI, la OECE y de la banca norteamericana.
1.4 La España del Desarrollismo y la Crisis de 1973
A partir de 1961 se produjo un fuerte crecimiento económico, calificado por algunos como "milagro español". El crecimiento se basó en una fuerte expansión industrial que se produjo por los bajos salarios y la masiva llegada de capitales extranjeros. El crecimiento industrial atrajo a un gran número de campesinos que huyeron en masa a las ciudades, esto conllevó la mecanización del campo. En el sector servicios, el sector turístico fue el verdadero motor de la economía. A partir de 1963, el Gobierno intentó regular el crecimiento mediante los Planes de Desarrollo, copia del modelo francés. En octubre de 1973 se desencadenaba la crisis del petróleo como medida de protesta de los países árabes. El final del franquismo coincidía con una caída del crecimiento económico, un incremento de la inflación y un aumento del paro.
2. Las Transformaciones Sociales
2.1 Los Movimientos Migratorios
Un gran número de españoles abandonó el campo para vivir en las ciudades, esto se conoce como éxodo rural. Madrid, el País Vasco y Cataluña son las principales zonas de recepción. Las zonas de salida de estos desplazados son, mayoritariamente, las zonas del interior: Extremadura, Andalucía, las dos Castillas. Se estableció un flujo ininterrumpido de emigrantes españoles que saldrán para la Europa desarrollada.
2.2 El Crecimiento de la Población
En los años sesenta, la población experimenta un espectacular crecimiento que se ha dado en llamar el baby boom. Esto generó problemas de ajustes entre una población en crecimiento y las infraestructuras sanitarias y educativas del país, que eran insuficientes.
2.3 La Modernización de la Sociedad y el Cambio de Mentalidades
El consumismo conlleva un cambio de mentalidad. La modernización vino también de la apertura al exterior a través del turismo, que en los años sesenta vivió un auténtico boom. Destaca también el aumento importante de la población activa femenina y la incorporación de la mujer al mercado laboral.
2.4 El Aumento de las Clases Medias
Junto a los nuevos ejecutivos comerciales e industriales, surgen con gran fuerza las nuevas clases medias: los empleados de banca, los técnicos, secretarios, maestros y profesores, etc.
III. Represión y Oposición Política al Régimen Franquista
1. La Represión como Sistema
En la represión destacan las siguientes leyes: la Ley de Responsabilidades Políticas (1939), la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940), la Ley contra el Bandidaje y el Terrorismo (1958) y la Ley de Orden Público (1959). El franquismo continuó aplicando la pena de muerte a sus opositores políticos hasta el final. Un "terror frío" se cebó en el mundo administrativo, docente y cultural mediante las depuraciones.
2. La Oposición al Franquismo
2.1 La Oposición Durante el Primer Franquismo (1939-1959)
En el interior destaca la actividad clandestina de pequeños grupos del PCE, del PSOE y de la CNT. Los grupos monárquicos practicaron una oposición basada en la conspiración. El momento más difícil para el dictador se produjo en 1943, cuando los tenientes generales dirigieron una carta colectiva a Franco en la que le pedían la restauración de la monarquía. El maquis se constituyó como una guerrilla diseminada por las montañas, de inspiración principalmente comunista y con apoyo local, que no daban la guerra por perdida. En la década de 1950, la oposición interior experimentó tres cambios significativos: la renuncia a la práctica violenta, la transformación social y el impulso de la actuación opositora en las universidades. En el exterior, acabada la guerra, un gran número de figuras políticas de todos los partidos partieron al exilio. En agosto de 1945, se reunieron en México las Cortes republicanas de 1939, y eligieron a Diego Martínez Barrio como presidente de la República en el exilio.
2.2 La Oposición Durante el Segundo Franquismo
El punto álgido de la oposición al franquismo tiene lugar en 1962 en el Congreso del Movimiento Europeo en Múnich. El régimen consideró esta reunión como una conspiración y lo denominó el "contubernio" de Múnich, y muchos de los participantes en ese encuentro fueron arrestados al volver a España. Durante la década de 1960 y la primera mitad de la de 1970, la oposición se fue fortaleciendo paulatinamente y surgió oposición social. En esta segunda fase, del FRAP y de ETA, las protestas de los trabajadores y de los estudiantes universitarios. Fue también durante esta época cuando el PCE y el PSOE se configuraron como los partidos más importantes de la clandestinidad. La Junta Democrática (1974), institución unitaria de la oposición creada a iniciativa del PCE, y la Plataforma Convergencia Democrática (1975), pusieron de manifiesto que la alianza antifranquista unía diversas clases sociales.
3. El Papel de la Cultura
La mayoría de los artistas e intelectuales partieron al exilio, y la situación cultural se califica como de "páramo cultural". En la prensa todo fue controlado, se cerraron los periódicos de izquierda y muchos profesionales fueron apartados de sus oficios. La enseñanza fue controlada y muchos maestros fueron depurados. Pero este control de la enseñanza y de la universidad se fue diluyendo progresivamente desde finales de los 50 y durante los años 60. El monopolio de la cultura por parte del régimen comenzaba a resquebrajarse. Esta tendencia se acentúa en los 60. La Ley de Prensa de 1966 supone un avance, permite la aparición de nuevas editoriales, periódicos, revistas...