Transición Española a la Democracia: Claves del Proceso Histórico 1975-1982

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La Transición Española a la Democracia: Claves del Proceso Histórico 1975-1982

Con la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, concluyó una etapa histórica iniciada con la Guerra Civil, y comienza la monarquía de Juan Carlos I de Borbón. Este cambio se denominó Transición, que acabaría institucionalmente con la Constitución de 1978, pero no estaría asentada hasta alcanzar el PSOE el gobierno en octubre de 1982. Sin Franco, el futuro político era incierto: mantenimiento del franquismo, ruptura democrática (oposición) o la reforma política (aperturistas). La última alternativa prosperó. Un proceso plagado de obstáculos por la crisis económica, que se logró gracias a la voluntad democrática del pueblo y los políticos. El resultado fue la Constitución de 1978 que convirtió a la Transición en un modelo dado el escaso nivel de violencia que presentó.

Desarrollo

Dentro del franquismo, existía una división entre el “búnker” y los aperturistas, políticos jóvenes integrados en el Movimiento (Adolfo Suárez). La oposición estaba dividida: grupos de derecha liberal (Gil Robles) y partidarios de don Juan; y las fuerzas nacionalistas (PNV). En la izquierda, destaca el PCE de Santiago Carrillo; el PSOE de Felipe González; y el PSP de Tierno Galván.

1. El inicio de la monarquía parlamentaria

El 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I juró ante las Cortes como Rey. La monarquía no generaba confianza y se pensaba que sería un continuador de Franco. Sin embargo, su entorno tenía ya un diseño del cambio político: reformar el sistema aprovechando las leyes que había establecido el franquismo, logrando un sistema democrático. El Rey optó por mantener a Arias Navarro como presidente, pero logró el nombramiento de Fernández Miranda como Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino. Arias no cuenta con el apoyo de la oposición democrática. El proceso va lento y el búnker posee mucho poder. El Rey lo destituyó en un ambiente de desconfianza militar, huelgas y manifestaciones, y Adolfo Suárez es elegido para reformar el sistema.

2. El gobierno de Adolfo Suárez y la Ley para la Reforma Política

El 3 de julio de 1976, Adolfo Suárez fue designado jefe de gobierno. Fue recibido con desconcierto al ser falangista. Poco a poco, Suárez fue cobrando credibilidad y anunció la celebración de elecciones generales antes del 30 de junio de 1977. En septiembre se presentaba el programa de reforma política para pasar a la democracia a través de cambios políticos de acuerdo con la legalidad franquista. Para ello, intentó aislar a la extrema derecha, conseguir el respaldo de franquistas y de los “poderes fácticos” y recabar el apoyo de la oposición.

2.1 La Ley para la Reforma Política

En septiembre del 76, Suárez presentó el proyecto de Ley para la Reforma Política, instrumento legal para lograr la transición: soberanía popular, inviolabilidad de derechos individuales y creación de unas Cortes democráticas bicamerales elegidas por sufragio universal, directo y secreto. Fue aceptado por las Cortes franquistas el 18 de noviembre y ratificado en referéndum el 15 de diciembre. La elección de Congreso y Senado no fue tarea fácil (conflictividad, terrorismo, situación económica...). Las reformas estuvieron amenazadas por dos fuerzas opuestas:

  • La extrema derecha, franquistas puros, terroristas como los Guerrilleros de Cristo Rey, o políticos como Fuerza Nueva (Blas Piñar). Planteaban un golpe militar que pusiera fin al proceso democrático.
  • Los terroristas nacionalistas (ETA) o de extrema izquierda (GRAPO). Con sus ataques al ejército y fuerzas policiales alimentaban las posibilidades de un golpe.

Para controlar la amenaza golpista, Suárez nombra a Gutiérrez Mellado vicepresidente.

Del 23 al 29 de enero de 1977, al asesinato de un estudiante en una manifestación pro-amnistía por los Guerrilleros le sigue el secuestro del presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar por el GRAPO. La manifestación de repulsa en Madrid (pacífica), mostró el sentir del pueblo.

Camino de las elecciones:

  • En febrero de 1977 se legalizaron los sindicatos y partidos, excepto el PCE.
  • Suárez se reunió con Carrillo, y el 9 de abril desapareció el Movimiento y se legalizó el PCE y el PSUC, lo que provocó el rechazo del Ejército.
  • En marzo se decretó la amnistía para los presos políticos. Suárez había formado su propio partido, la Unión de Centro Democrático (UCD), integrada por demo-cristianos, liberales, socialdemócratas y hombres del Movimiento. Juan de Borbón abdicó a favor de su hijo Juan Carlos.
2.2 Las elecciones de 1977

El 15 de junio de 1977 se celebraron elecciones, con una participación del 78%:

  • UCD fue el partido más votado (34,5%).
  • PSOE ocupó el segundo lugar (30%).
  • El PCE, Alianza Popular y el PSP quedaron a distancia.
  • PNV y PDC encabezaron las fuerzas nacionalistas.

En un contexto de crisis económica, Suárez debe articular políticamente el sistema democrático con una Constitución y hacer frente al terrorismo de ETA y al peligro golpista.

2.3 La Constitución de 1978

Las Cortes Democráticas nombraron una Comisión Constitucional, integrada por 17 miembros de los principales partidos, encargados de redactar el texto. El proyecto fue aprobado por Congreso y Senado el 31 de octubre de 1978, por el pueblo el 6 de diciembre y, sancionada por el rey, entró en vigor el 29.

Es una constitución consensuada, extensa (169 artículos) y rígida. Define un Estado social y democrático de derecho. Establece una Monarquía parlamentaria, soberanía nacional, no confesionalidad, división de poderes y una amplia declaración de libertades y derechos. El Rey es el Jefe del Estado sin poder ejecutivo. Las Cortes bicamerales tienen el poder legislativo y de control al gobierno, que detenta el ejecutivo. El judicial está en los tribunales, estableciéndose un Tribunal Constitucional y la figura del Defensor del Pueblo. El Ejército queda sometido al poder civil y se abole la pena de muerte. Reconoce el derecho a la Autonomía de las nacionalidades y regiones, pero es un estado unitario. El proceso fue largo y los nacionalistas no lo apoyaron.

Las consecuencias de la crisis del petróleo de 1973 se acentuaban, teniendo que cambiar las bases del “milagro español” (turismo, divisas, emigración). Para solucionar los problemas económicos se firmaron los Pactos de la Moncloa.

2.4 Las elecciones de 1979 y la crisis de la UCD

Suárez convocó elecciones generales el 1 de marzo de 1979 y municipales el 1 de abril. En las municipales, UCD obtuvo el mayor número de concejales, pero la alianza PSOE - PCE y nacionalistas otorgaron la alcaldía al PSOE en la mayoría de ciudades. Durante los últimos gobiernos de UCD (79-82):

  • Actividad terrorista de ETA (77 muertos en 1979 y 95 en 1980).
  • División de la UCD respecto al “estado de las autonomías”, la legalización del divorcio, los acuerdos con la Iglesia...
  • Oposición del PSOE que promovió una moción de censura a Suárez que dimitió (enero de 1981).
  • Intento de golpe de estado del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero durante la ceremonia de investidura del nuevo presidente, Leopoldo Calvo Sotelo.

3. Gobierno de Calvo Sotelo y vuelco electoral

El gobierno de Calvo Sotelo reactivó la política de consenso con el PSOE, aprobó la Ley del Divorcio y España ingresó en la OTAN. La ruptura de la UCD obligó a adelantar las elecciones generales, celebrándose el 28 de octubre de 1982. La mayoría absoluta del PSOE de Felipe González junto al ascenso de AP y el hundimiento de UCD y PCE, cierran el proceso de transición.

Conclusión

Desde el mismo momento en que se estaba llevando a cabo la Transición, sus protagonistas eran conscientes de su importancia, y la valoraban como una gran obra. Más tarde, la valoración fue igualmente positiva a nivel internacional, resaltando su carácter pacífico. Ello la hizo objeto de imitación. No obstante, también se enfatizarían sus supuestos aspectos negativos: el triunfo del franquismo más moderado, la omisión de la represión fascista, la continuación de las figuras del régimen, y el no haber solucionado problemas como la estructura territorial de España (Estado de las autonomías), el terrorismo o estructuras de la guerra sucia del Estado como los GAL.

El Franquismo: Dictadura, Evolución y Bases Sociales (1939-1975)

Introducción

Franquismo es el nombre que recibe el régimen instaurado por Franco tras la Guerra Civil. Ningún otro gobernante en España acumuló tanto poder como él. La dictadura no fue fascista, militar, ni totalitaria; fue personalista, con rasgos de todas, apoyándose en familias que aportarían el bagaje ideológico. El régimen rompía radicalmente con la II República, caracterizándose por la carencia de Constitución, ilegalidad de partidos, restricción de libertades, censura, etc.

1. Régimen político

1.1. Naturaleza política e ideológica

El franquismo se asentó sobre unos preceptos ideológicos poco estructurados procedentes de Falange, el carlismo, la Iglesia católica y la tradición conservadora. Se asemejaba a un Estado antiliberal y totalitario: concentración del poder en Franco, anticomunismo, democracia orgánica, antiparlamentarismo, nacionalcatolicismo, unidad de la patria, tradicionalismo y militarismo.

1.2. Bases sociales. Familias

Fue respaldado por la burguesía financiera e industrial, la oligarquía terrateniente y campesinos con pequeñas propiedades. Franco basó el sistema en la equilibrada distribución del poder entre grupos políticos e ideológicos: las familias, integradas en el Movimiento Nacional:

  • El ejército. Defensor del régimen y de su ordenamiento legal (Consejos de Guerra).
  • Falange, aportó los principios ideológicos. Responsable de la prensa y propaganda, controlará los sindicatos oficiales.
  • La Iglesia católica fue su elemento legitimador. El Concordato de 1953 consolidó su papel en la enseñanza y la sociedad.
  • Los monárquicos, divididos en carlistas, que reciben cargos, y donjuanistas, que apoyan a Franco en la guerra.
  • Los tecnócratas. Miembros del Opus Dei, con formación universitaria, surgieron en la década de 1960.
  • Franquistas puros (búnker) presentaban una adhesión incondicional al Caudillo.

2. Evolución del régimen

2.1. Creación del Estado franquista

Tras la Guerra Civil, España estaba destrozada. La victoria permitió imponer un sistema fascista basado en el poder personal de Franco. Sin constitución, se basó en las siete Leyes Fundamentales que reflejan su adaptación al contexto internacional:

  • El Fuero del Trabajo (1938) regulaba las condiciones laborales según los fundamentos de Falange.
  • La Ley de Cortes (1942) creaba las Cortes españolas, meramente consultivas.
  • El Fuero de los Españoles (1945). Declaración de derechos y deberes que el gobierno podía suspender.
  • La Ley de Referéndum Nacional (1945) permitía someter a referéndum las cuestiones que el Jefe del Estado considerase oportunas.
  • La Ley de Sucesión (1947) definía un Estado católico, social y representativo que se constituye en Reino, y autorizaba a Franco a nombrar sucesor. Respondía al Manifiesto de Lausana.
  • La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958) establecía las bases de la representación corporativa, a través de la familia, el municipio y el sindicato.
  • La Ley Orgánica del Estado (1967) definía una democracia orgánica y reafirmaba los principios del Movimiento.

El triunfo nacional conllevó la represión. Los 500.000 exiliados acabaron en Hispanoamérica o campos de concentración nazis. Se mantuvo el Estado de Guerra hasta 1948, y los tribunales militares aplicaron la legislación represiva (Ley de Responsabilidades Políticas). Los funcionarios republicanos fueron depurados y sustituidos.

Sociedad. Conservadora, católica y rural, sumida en el miedo y control de la moral y costumbres. La falta de libertades y el adoctrinamiento de Falange, la Iglesia y la educación impedían disidencias. La oposición fue erradicada y la única resistencia fue la de los maquis. En el exterior, el Gobierno Republicano se reorganizó en México, sin éxito.

Política exterior. Tuvo varias fases, atendiendo a las circunstancias internacionales:

  • Neutralidad. Al estallar la II Guerra Mundial, España se declaró neutral, y después no beligerante, sin dejar de apoyar al bloque fascista.
  • Aislamiento. La derrota del eje y su carácter totalitario llevaron al aislamiento (40-50). No entró en la ONU hasta 1955, y los países retiraron a sus embajadores, salvo el Vaticano, Argentina y Portugal.
  • El incipiente aperturismo. En los 50, la Guerra Fría favoreció al régimen, firmando los acuerdos con el Vaticano y EEUU.

Autarquía. El hambre, el racionamiento y el mercado negro definieron la posguerra. Para la mejora económica se optó por la autarquía: la agricultura mantuvo sus estructuras arcaicas y baja productividad. El intervencionismo en industria fomentó la producción y redujo importaciones. El Estado planifica la economía, fija precios, controla el comercio exterior y promueve empresas (Instituto Nacional de Industria). Se crearon empresas estatales (ENDESA) y se nacionalizaron otras (Telefónica). La falta de materias primas, maquinaria, combustible y capital, así como la pobreza, provocaron un estancamiento.

2.2. Consolidación del Estado

Dictadura tecnocrática. La entrada en la ONU y la cooperación con EEUU propiciaron cierto aperturismo con los tecnócratas. La democracia orgánica supuso un tímido reformismo: Ley de Prensa; Ley de Libertad Religiosa y se nombró a Juan Carlos sucesor (1969).

Desarrollismo económico. El Plan de Estabilización sustituyó el intervencionismo por la economía de mercado para liberalizarla e integrarse en el mercado europeo. En los 60, el crecimiento era patente, gracias a la llegada de divisas y la inversión extranjera. La industria creció con Planes de Desarrollo (64-75), dirigidos por López Rodó. Con los polos de desarrollo se intentaron reducir los desequilibrios, industrializando zonas atrasadas, objetivos no cumplidos. El sector industrial concentró los esfuerzos en detrimento de la agricultura y los servicios.

Cambios sociales. El desarrollo económico propició la aparición de la clase media y la sociedad de consumo (el seiscientos); las costumbres se liberalizaron, y se impusieron modas procedentes del turismo, emigración o cine. La práctica religiosa disminuyó y se relajó el rigorismo moral con el Concilio Vaticano II.

Cambios demográficos. En 1975 se alcanzaron 34 millones de españoles, aunque dos emigraron. Madrid fue el foco de las migraciones interiores, seguido de Cataluña, País Vasco y Valencia, con emigrantes de Andalucía, ambas mesetas, Extremadura y Galicia.

2.3. Final del franquismo

Oposición. A partir del 60, los sindicatos clandestinos y el movimiento estudiantil operan de manera activa. En la Iglesia, el Concilio Vaticano II provocará un distanciamiento (por JOC y HOAC, y el Cardenal Tarancón). Desde finales, se unirá la oposición política, con el PCE, el PSOE, y radicales, además del terrorismo de FRAP, GRAPO y ETA (reapareció el nacionalismo). También la derecha con el Contubernio de Múnich.

Tardofranquismo. Los últimos años se caracterizaron por la división entre aperturistas, e inmovilistas, sin cambios. Para garantizar la continuidad, Franco nombró presidente (1973) a Carrero Blanco, asesinado. Su sucesor, Arias Navarro, adoptó una política inmovilista que incrementó la oposición (represión).

Conclusión

La enfermedad de Franco en verano de 1974 y la decisión de no ceder la Jefatura del Estado a Juan Carlos sugería que el término del Régimen estaba próximo. La condena a muerte de varios miembros de ETA y FRAP y la ejecución del anarquista S. Puig Antich provocó una repulsa internacional. Además, Hasan II lo aprovechó para anexionarse el Sáhara Occidental (Marcha Verde). La oposición creciente a un régimen anacrónico actuaría conjuntamente a través de la Platajunta, en defensa de una ruptura democrática con el Régimen. A pesar del respaldo social de la oposición, el franquismo sólo murió con el dictador, y el sistema democrático no fue fruto de una ruptura, sino del pacto entre la oposición y los herederos del franquismo, que llevaría, durante la Transición, al restablecimiento de la democracia.

La Guerra Civil Española: Causas, Desarrollo y Consecuencias (1936-1939)

La Guerra Civil (1936-1939) fue el hecho más trágico del siglo XX español. Sus causas derivan de problemas arrastrados que provocaron la distinción de “las dos Españas”: aparición de dictaduras europeas, situación económica y social (crack del 29), deterioro del orden público y la conspiración de la derecha tras las elecciones de 1936. El asesinato de Castillo y Calvo Sotelo precipitó los acontecimientos. Lo que pretendió ser un rápido golpe se convirtió en un largo conflicto civil de casi tres años cuyo balance fue dramático. La victoria nacional truncaría el proceso democrático y daría lugar a una dictadura.

1. Sublevación militar y estallido de la guerra

El triunfo electoral del Frente Popular supuso una radicalización social y política. Azaña y Quiroga relegaron a generales derechistas (Goded, Franco y Mola). Aun así, mantuvieron contacto y Mola preparó la sublevación, agrupando a generales afines. La violencia definió los meses previos: FE recurre a la violencia callejera, surgen Juventudes Unificadas Socialistas y el sindicalismo moderado desaparece frente al radical. El asesinato de Castillo (republicano) y el de Calvo Sotelo como represalia por la Guardia de Asalto aceleraron la sublevación, cuyo fin era imponer un Directorio Militar. El 17 de julio se inicia el alzamiento en Marruecos y el 18, se extiende a la península. Casares Quiroga dimitió y, tras fracasar en la negociación con Mola, Martínez Barrio fue sustituido por José Giral. España quedó dividida en dos zonas:

  • Triunfó en el oeste, en Cádiz, Córdoba, Sevilla y Granada, Cáceres, Castilla, León y Galicia. Se irán uniendo Aragón, Navarra y las islas (menos Menorca).
  • Fracasó en Madrid, el resto de Andalucía, norte, centro y este de la península (Cataluña, País Vasco, Asturias...).

Los republicanos (obreros) contaban con las zonas industriales y más desarrolladas, la minería, la flota, la aviación y las reservas de oro; y los nacionales con zonas agrarias. La adscripción de las clases medias depende del triunfo en su zona.

2. Desarrollo de la guerra. Fases

Paso del Estrecho y actuación de las columnas

Dividida España, el avance nacional por Andalucía y Badajoz fue rápido tras el traslado de las tropas de África gracias a la aviación alemana y las de Mola. El objetivo era Madrid, pero Franco decidió liberar el Alcázar de Toledo. La República careció de unidad y dirección. Su entusiasmo impidió la rápida derrota, pero hasta mediados de 1937, no contó con un verdadero ejército. La sublevación desencadenó una revolución que deshizo al ejército, sustituido por milicias de partidos y sindicatos, poco disciplinadas.

Batalla de Madrid

En Madrid, confluyeron Franco y Mola. El gobierno republicano se trasladó a Valencia. La resistencia y la ayuda de las Brigadas Internacionales pararon el ataque (“no pasarán”), poniendo fin a la guerra de columnas. Intentaron aislar Madrid y se produjeron las batallas en la Coruña y Guadalajara, igualmente fracasada.

Represión y exterminio

La ejecución del enemigo fue uno de los aspectos más atroces. En la zona republicana, el terror rojo fue selectivo: las víctimas eran ejecutadas por grupos radicalizados ajenos al Gobierno. En el bando rebelde, el terror azul estuvo controlado por el ejército, ejecutando a sospechosos de izquierdismo.

Del frente del norte a la batalla del Ebro

Se optó por atacar el norte para controlar los recursos de la zona. El País Vasco (Guernica 26 de abril) es bombardeado con ayuda de aviones alemanes. Los republicanos inician las ofensivas de Brunete y Belchite, fracasando al no evitar que el “caudillo” entrase en Santander y Asturias. Tras otro fracaso en Madrid, Franco se adentra por Aragón, aislando Cataluña. Atacó Valencia, pero la batalla del Ebro lo frenó, en un intento republicano de parar la penetración franquista. La batalla se perpetuó tres meses con la victoria nacional.

Caída de Cataluña y fin de la guerra

En diciembre del 38, los nacionales atacaron Cataluña y Barcelona, provocando el exilio del gobierno republicano y una confrontación civil en Madrid: resisitir o negociar. En marzo del 39, Casado llevó a cabo un golpe de Estado contra Negrín, pero Franco no aceptó la negociación, el 28 entró en Madrid y el 1 de abril terminaba la guerra.

3. Dimensión internacional

La guerra centró la atención global, representando un adelanto de la II Guerra Mundial. A pesar del esfuerzo de Gran Bretaña y Francia por la no intervención, los republicanos reciben apoyo de Francia, México, la URSS y las Brigadas Internacionales. Los nacionales son apoyados por Gran Bretaña, Alemania (Legión Cóndor y aviación), Italia y Portugal.

4. Evolución política

Bando republicano. Revolución

José Giral dio armas al pueblo y se desencadenó una revolución. El gobierno perdió su autoridad, y el poder pasó a Comités del Frente Popular. Giral es sustituido por Largo Caballero, pero el enfrentamiento en Barcelona por el control de las comunicaciones entre la Generalitat y los anarquistas provocaría su dimisión. Negrín presidirá un gobierno sin unidad para resistir (“Los Trece Puntos”). Tras la pérdida de Cataluña, Gran Bretaña y Francia reconocen a Franco, provocando la dimisión de Azaña. Tras el golpe de Estado de Casado, se formó el Consejo Nacional de Defensa, que no pudo negociar con Franco. El 1 de abril de 1939, se reúne en París la Diputación Permanente de las Cortes, comenzando la República en el exilio.

Bando sublevado. Contrarrevolución

En el bando franquista se consiguió la unidad en torno a Franco. Una junta de generales asumió la dirección: el liderazgo se dividió entre Mola y Franco. Se procedió a la contrarreforma social: la IRA desmantelada, devolución de fincas... Franco, ante la muerte de Mola, Sanjurjo y Goded es nombrado Generalísimo del Ejército y jefe de Gobierno. Se hizo llamar Caudillo y los medios difundieron su lema:

“Una Patria, un Estado, un Caudillo”.

La Junta Técnica del Estado funcionó como gobierno y trasladó el poder a Salamanca. La Iglesia apoyó a los sublevados y la guerra se convirtió en una Cruzada. El Decreto de Unificación originó el partido único (Movimiento Nacional), con la fusión de carlistas y falangistas. Además, se creó el Sindicato Español Universitario y el Servicio Social de la Mujer.

5. Consecuencias de la guerra

La victoria de los sublevados supone la creación de una dictadura que pervivió 40 años. Destacan las pérdidas demográficas (500 mil muertos en el frente). La natalidad también se redujo. Otro factor fue el exilio republicano tras la toma de Cataluña (450 mil), incluyendo a parte de los sectores más jóvenes y preparados del país. La guerra fue una catástrofe económica: la renta nacional y per cápita no se recuperará hasta 1950; economía agraria, destrucción de viviendas, industrias... A esto se suma la deuda y la pérdida de las reservas de oro. La oligarquía terrateniente, industrial y financiera recuperó la hegemonía económica y social. El racionamiento, reducción de la dieta, hambre, desarrollo del mercado negro y la depuración de funcionarios caracterizarían la posguerra. La educación y la cultura fueron adoctrinadas. También supuso una fractura moral del país. Varias generaciones quedarían marcadas por los horrores de la guerra y la represión de la posguerra.

Conclusión

La guerra terminó el 1 de abril de 1939, pero su final no trajo la paz, sino la victoria para un bando y la persecución y eliminación de los vencidos. El triunfo de los sublevados supuso el inicio de una dictadura militar que se prolongó durante 40 años, hasta la muerte de Franco en 1975. El régimen nunca buscaría la reconciliación de los españoles, dejando dividida a la sociedad, lo que será una grave herida difícil de cicatrizar.

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