Transformaciones Sociales y Políticas en la Europa del Siglo XIX

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Las Transformaciones Sociales en el Capitalismo del Siglo XIX

El nuevo sistema capitalista del siglo XIX generó una profunda división social, estructurándose principalmente en tres clases:

  • Burguesía: Dedicada a los negocios y a las profesiones liberales, ocupó las clases altas de la sociedad.
  • Proletariado: Constituido por aquellos que trabajaban en fábricas o minas, representaba la clase baja, junto a los sirvientes domésticos y pequeños comerciantes.
  • Clase Media: Su principal afán era escalar posiciones hasta la cúspide social, buscando ascenso y estabilidad.

Las Primeras Reacciones Obreras

El primer gesto de protesta de los trabajadores frente a las condiciones impuestas por el capitalismo fue el ludismo, un movimiento que surgió en Gran Bretaña a comienzos del siglo XIX. Su objetivo principal era la destrucción de las máquinas, a las que consideraban responsables de la pérdida de empleos y el deterioro de sus condiciones laborales. El nombre del movimiento se debe a un personaje llamado Ned Lud, quien firmaba las cartas de amenaza dirigidas a los patronos.

También en Gran Bretaña se formaron los primeros sindicatos, conocidos como Trade Unions (uniones de oficio), que buscaban la defensa de los derechos de los trabajadores.

El principal medio de presión de los trabajadores fueron las huelgas, que, en sus inicios, estaban prohibidas y eran severamente reprimidas por el ejército.

El Socialismo Utópico

El socialismo utópico fue un grupo de pensadores que, aunque reconocían la explotación inherente al capitalismo, proponían soluciones bienintencionadas pero consideradas irrealizables para la época. Los más destacados fueron tres figuras clave:

  • Henri de Saint-Simon
  • Robert Owen
  • Charles Fourier

El Marxismo: Una Propuesta de Cambio Radical

Karl Marx propuso llevar a cabo un estudio científico de la economía y de la sociedad, que, según su visión, debía conducir a un cambio total en el modo de producción. Según el marxismo, en todas las sociedades históricas había existido una clase oprimida y otra opresora, entre las cuales se había desarrollado una constante lucha de clases. Ejemplos de esta lucha incluyen: amos y esclavos, señores y siervos.

Francia: El Segundo Imperio

En 1851, el presidente de la república, Luis Bonaparte, dio un golpe de estado y se proclamó emperador con el nombre de Napoleón III, instaurando así el Segundo Imperio. Este régimen era una síntesis de liberalismo y orden. Su prestigio se basaba en la herencia dinástica y en una política exterior agresiva.

La Unificación de Alemania

Tras el fracaso de los movimientos revolucionarios de 1848, el nacionalismo alemán se dividió en dos corrientes principales:

  • Gran Alemania: Que incluía a Austria.
  • Pequeña Alemania: Que se centraba en Prusia.

El canciller prusiano Otto von Bismarck logró la unificación mediante una serie de guerras estratégicas:

  • Guerra de los Ducados (1864): Enfrentó a Austria y Prusia contra Dinamarca.
  • Guerra Austro-Prusiana (1866): Prusia se impuso tras una corta campaña en la que demostró su superioridad militar y consiguió la unificación del norte de Alemania.
  • Guerra Franco-Prusiana (1870-1871): Los prusianos vencieron a Napoleón III en la decisiva Batalla de Sedán e invadieron Francia. La paz se firmó en enero de 1871, consolidando la unificación alemana.

Las Grandes Potencias Europeas del Siglo XIX

El Reino Unido: La Era Victoriana

Entre 1837 y 1901, gobernó la Reina Victoria I, bajo cuyo reinado Gran Bretaña alcanzó una indiscutible hegemonía económica a nivel mundial y expandió su vasto imperio de ultramar. En el ámbito interno, la política británica se basó en la alternancia entre el Partido Conservador y el Partido Liberal.

El Imperio Alemán

Después de la unificación de toda Alemania, el nuevo Imperio Alemán se transformó en una gran potencia. El imperio se organizó en torno a Prusia y al emperador Guillermo I. El canciller Bismarck se convirtió en el árbitro de las relaciones internacionales europeas entre 1870 y 1890, estableciendo un complejo sistema de alianzas. En Alemania, su sistema político era parlamentario bicameral. Su avanzada legislación social consiguió mantener las demandas obreras en posiciones moderadas, defendidas sobre todo por el Partido Socialdemócrata.

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