Transformaciones Sociales y Económicas en España durante el Franquismo

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 6,34 KB

Transformaciones Sociales y Económicas

El régimen franquista se implantó en España al acabar la guerra civil en 1939. Los años de la posguerra se caracterizaron por el aislamiento internacional del régimen y la autarquía económica. En los años 40, la producción económica cayó a niveles muy inferiores al año 1935 y las reservas de oro y divisas desaparecieron por el pago de la ayuda soviética y las deudas contraídas por Franco con sus aliados.

Se implantaron cartillas de racionamiento hasta 1952, mientras se desarrolló un mercado negro al margen de la ley. La autarquía se aplicó también en la agricultura, pues se constituyó el Servicio Nacional del Trigo, que compraba a precios muy bajos parte de la producción de los agricultores y centralizaba su posterior distribución de forma racionada para abastecer de harina y pan a la población. El Estado controlaba la producción económica. El comercio exterior era regulado por el gobierno, que daba licencias para importar y exportar. Se nacionalizó la red de ferrocarriles con la creación de RENFE. El Instituto Nacional de Industria (INI) controlaba a su vez un conglomerado de industrias públicas que abarcaban distintos sectores: Iberia, Seat, Endesa y Ensidesa.

La Segunda Etapa del Franquismo

La segunda etapa del franquismo se inició a finales de los 50. En los años 60, la sociedad y la economía en España dieron un salto hacia la industrialización y la apertura exterior. En 1957, hubo un cambio de gobierno con el nombramiento de los ministros tecnócratas, profesionales de la abogacía y de la economía preocupados por el desarrollo económico de España, aunque no discutieron las bases más represivas y antidemocráticas del régimen.

Desde finales de los 50 hasta los 70, los puestos clave del gobierno se entregaron a católicos y hombres procedentes del Opus Dei, entre los que destaca Laureano López Rodó. Este grupo contó con el apoyo de Carrero Blanco, hombre de confianza de Franco. El proyecto de los tecnócratas consistía en modernizar económica y socialmente a España sin alterar la estructura del régimen. Nació la Ley de Principios del Movimiento Nacional en 1958, que reconocía a España como “una monarquía tradicional, católica, social y representativa”.

El Plan de Estabilización

En el terreno económico, el punto de partida de esta etapa es la puesta en marcha del llamado Plan de Estabilización (1959), que tenía por objetivo abrir España a la economía de mercado, atrayendo las inversiones exteriores y reduciendo la intervención estatal para dar paso a la iniciativa privada. El relanzamiento de la economía se hizo patente a partir de 1960.

Fuentes de Ingresos Exteriores

Desde el exterior, entraban divisas a través de tres vías:

  1. El turismo, estimulado por la buena coyuntura económica que se vive a nivel internacional por la devaluación de la peseta y los precios españoles.
  2. Los numerosos emigrantes que salieron hacia los países desarrollados de Europa y que enviaron sus ahorros de forma ininterrumpida entre 1960 y 1970.
  3. El capital extranjero, que se incrementó al suavizarse la legislación autárquica. Estados Unidos y la República Federal Alemana fueron los países con mayor volumen de inversiones.

Se elaboraron tres Planes de Desarrollo para promover la industrialización, combinando la planificación estatal con la iniciativa privada. Para atraer el establecimiento de industrias, se diseñaron los polos de desarrollo. El cinturón industrial de Madrid creció en estos años y se crearon focos industriales en torno a Zaragoza, Coruña o Cádiz. El objetivo de romper la polarización industrial en torno a Cataluña y el País Vasco fracasó.

Impacto Social del Desarrollismo

En los años del desarrollismo, se incrementó la producción de acero, barcos y automóviles, así como la construcción de viviendas en las ciudades, cuyos barrios periféricos iban creciendo. Destaca un aumento notable de la población conocido como baby boom. La estructura de la población activa se transformó, ya que el sector primario se redujo y aumentaron el sector secundario y el terciario. Se produjeron intensos movimientos migratorios.

Los años 60 se caracterizan por el fuerte éxodo rural hacia los focos industriales de Madrid, Cataluña y el País Vasco. Las ciudades crecieron de forma caótica y muchos inmigrantes construyeron poblados de chabolas en las afueras. También fue fuerte la emigración exterior. Entre 1960 y 1975, salieron dos millones de españoles hacia el centro y norte de Europa: Suiza, Francia y Alemania principalmente.

Cambios en las Condiciones de Vida

Cambiaron las condiciones de vida de los españoles. Se dotó a los ciudadanos de un sistema de prestaciones sociales gracias a la Ley de Bases de la Seguridad Social (1963), acompañada de la ampliación de infraestructuras hospitalarias. El bienestar de los ciudadanos mejoró gracias al aumento de la renta per cápita. La escolarización obligatoria se prolongó desde los 12 a los 14 años. Sin embargo, este fenómeno no fue equilibrado, pues la enseñanza media y universitaria siguió reservada en gran parte a familias con cierto poder adquisitivo.

Además, la mejoría del nivel de vida no supuso la superación de los desequilibrios de la sociedad española, ya que los sueldos de los trabajadores seguían estando muy por debajo de los europeos y las clases privilegiadas, banqueros, terratenientes y empresarios se beneficiaron de una política fiscal laxa con ellos.

Cambios Sociales y Culturales

Los cambios sociales trajeron cambios de mentalidad. El cine, la televisión, los turistas que llegaban a España y los testimonios de los emigrantes abrieron un horizonte hacia el mundo exterior, sobre todo para los jóvenes. Disminuyó la asistencia a los cultos religiosos y la moral se hizo más flexible en lo referente a las relaciones entre hombres y mujeres.

En resumen, el desarrollismo español favoreció el progreso social y el cambio de mentalidad, lo que iría debilitando al régimen desde el punto de vista político e ideológico. Sin embargo, la represión se mantuvo intacta. En 1962 se creó el Tribunal de Orden Público (TOP), formado por jueces civiles que asumieron la represión política, desplazando a los tribunales militares.

Entradas relacionadas: