Transformaciones Políticas y Socioeconómicas en América Latina (Siglos XIX-XX)
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La Construcción de las Repúblicas y el Orden Oligárquico en América Latina
Este documento compila y corrige información clave sobre la evolución política, económica y social de América Latina, basándose en diversas fuentes académicas.
La Construcción de las Repúblicas en el Siglo XIX
Fuente: Hilda Sabato (2006): La reacción de América: la construcción de las repúblicas en el siglo XIX, pp. 263-280.
En el siglo XIX, mientras Europa reafirmaba la monarquía, América Latina, salvo Brasil, optó por la república, instaurando nuevas formas políticas. Inicialmente, los ciudadanos participaban en cabildos abiertos, que funcionaban como asambleas para votar. Luego, se estableció el principio de representación, y finalmente, hacia fines del siglo XIX, se implementaron las elecciones, aunque estas cambiaron con el tiempo.
El derecho al voto estaba restringido a hombres libres, de cierta edad y residencia. Esclavos y dependientes (como hijos solteros y sirvientes) estaban excluidos. Para ser candidato, además de cumplir con estos requisitos, se necesitaban propiedades y capacidades suficientes.
Organizar elecciones era complejo y estaba marcado por disputas violentas. Los candidatos utilizaban el clientelismo, ofreciendo retribuciones a cambio de apoyo, además de campañas y militancia para ganar votantes. A pesar de que pocos podían votar, solo el 2% participaba en las elecciones, a menudo por miedo a represalias.
La opinión pública fue incentivada inicialmente por la élite gobernante y luego por otros actores políticos, especialmente con la ayuda de la prensa. La violencia se normalizó en estas actividades, y quienes participaban en las asambleas lo hacían como si representaran a toda la nación.
A medida que más personas se sumaban al debate, la sociedad se volvió más autónoma y compleja, con diversos intereses. Tres elementos se consolidaron:
- La intensidad del proceso político.
- La búsqueda del bien común.
- La definición de élites políticas que reforzaban la república.
Tras el fracaso de proyectos de unidad subcontinental y siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos, la región se fragmentó en más de veinte estados nacionales.
Estos nuevos estados adoptaron mayoritariamente la república, con un debate entre federalismo y unitarismo. Surgió un republicanismo liberal que valoraba las libertades como intocables. A diferencia del mandato imperativo, la representación política permitía a los ciudadanos elegir a sus representantes, quienes luego tomarían decisiones autónomas.
La actividad electoral creció con el tiempo debido a la mayor organización y burocracia. La prensa fomentó la opinión pública, que a su vez podía ser transmitida y distorsionada. Las organizaciones colectivas, precursoras de los partidos políticos, se formaron, y con ellas, surgió el clientelismo y la violencia política, generando inestabilidad institucional y dificultades para lograr legitimidad y respeto ciudadano.
La Dominación Oligárquica en América Latina
Fuente: Waldo Asaldi y Verónica Giondano (2006): La dominación oligárquica.
Centralización del Poder y Estructura del Régimen
El nuevo orden se consolidó a través de un estado centralizado con monopolio de la violencia legítima. Esto significaba que solo el Estado tenía el derecho de usar la fuerza para mantener el orden. Este sistema era autoritario y se enmarcaba dentro de una visión de progreso y modernización. La élite que dominaba era extremadamente reducida y se autopercibía como superior, adoptando prácticas racistas y machistas.
Ejemplos Prominentes del Régimen Oligárquico
- México bajo Porfirio Díaz: Díaz gobernó México con mano dura durante 30 años, estableciendo un régimen centralizado y autoritario.
- Argentina con Julio Roca: Roca lideró la "Conquista del Desierto", una campaña militar para expandir el territorio argentino hacia el sur, consolidando su poder.
- Brasil y Chile: En Brasil, la República Velha y en Chile la República Parlamentaria mostraron características similares de centralización y autoritarismo.
Bases del Orden Oligárquico
El orden oligárquico no surgió de la nada; estuvo fundamentado en varias bases económicas, sociales y culturales:
- Latifundios: La concentración de tierras en manos de unos pocos terratenientes, conocidos como haciendas o estancias, formaba la base económica del poder oligárquico. La economía de la región estaba orientada hacia la agricultura y la exportación, favoreciendo a la élite terrateniente.
- Neocolonialismo: A pesar de su independencia formal, América Latina seguía dependiente de Europa en la práctica, estableciendo un orden neocolonial que subyugaba a los países latinoamericanos a la dominación europea.
Estructura Social y Paternalismo
Las haciendas o estancias no solo eran unidades económicas, sino también sociales. Los terratenientes actuaban como “padres” autoritarios de sus empleados, imponiendo explotación y dominación bajo una fachada de protección. Esta estructura se reflejaba a nivel nacional, donde la élite oligárquica mantenía una relación paternalista con la población, combinando control y represión.
Legitimación del Poder y Clientelismo Político
El uso extensivo de la violencia para mantener el orden resultaba insostenible, por lo que los dominantes buscaban formas de legitimación. Se promovieron conceptos como la ciudadanía y la nacionalidad para integrar a los habitantes en el Estado y fomentar la lealtad hacia la nación. El clientelismo político era común, personalizando la política en figuras políticas que ofrecían beneficios a cambio de apoyo.
Ideología y Positivismo
El positivismo, una ideología influyente en el período, abogaba por que los gobiernos se basaran en conocimientos científicos y que los gobernantes tuvieran un nivel educativo superior. Esto excluía a muchas personas de la participación política y promovía un orden civilizado y progresista, como lo ejemplificaba el lema "orden y progreso" en la bandera de Brasil de 1889.
Desafíos y Transformaciones
A medida que las sociedades se modernizaban y urbanizaban, surgieron nuevos sectores sociales que cuestionaban el orden establecido. Los movimientos obrero y estudiantil, influenciados por ideas europeas como el socialismo y el comunismo, comenzaron a desafiar el sistema oligárquico. También emergieron movimientos feministas, indigenistas y campesinos, demandando igualdad y reformas. La Primera Guerra Mundial y la crisis económica de 1929 aceleraron estos cambios, llevando a rupturas y reformas que finalmente pusieron fin al orden oligárquico. Ejemplos de este cambio incluyen la Revolución Mexicana (1910), la reforma electoral en Argentina (1912), las reformas en Uruguay (1911), y las revoluciones en Brasil (1930), Chile (1932) y Colombia (1934).
El período del orden oligárquico en América Latina fue una fase de consolidación autoritaria y modernización, marcada por la centralización del poder, el clientelismo, y un sistema socioeconómico basado en la explotación y la exclusión, que eventualmente dio paso a una serie de movimientos y reformas que transformaron el panorama político de la región.
La Economía Agroexportadora y el Populismo
La Economía Agroexportadora en América Latina (1870-1930)
Fuente: Bértola, Luis y Ocampo, José Antonio (2013): Globalización…
La economía agroexportadora en América Latina entre 1870 y 1930 estuvo marcada por la consolidación de la propiedad privada, el desarrollo de mercados y sistemas financieros, y la especialización en la producción de bienes primarios orientados a la exportación. La inserción internacional de la región estuvo fuertemente influenciada por los países europeos, especialmente Inglaterra. Se estableció una división internacional del trabajo en la que América Latina se dedicaba principalmente a la exportación de materias primas.
Durante este período, América Latina experimentó un crecimiento económico significativo, impulsado por la demanda de materias primas y alimentos a nivel internacional. Hubo un aumento en las tasas de inmigración, que contribuyó al crecimiento de la población y al desarrollo de capital financiero y nuevas tecnologías en el transporte y el comercio. Las inversiones se destinaron a mejorar la infraestructura y a la creación de instituciones financieras.
La economía agroexportadora permitió un auge en las exportaciones, así como un crecimiento económico en la región. Hubo un aumento en la concentración de la riqueza y una creciente desigualdad en la sociedad. Se observaron movimientos de urbanización y migración del campo a la ciudad, lo que impulsó la creación de un mercado interno y una economía urbana. Se desarrollaron servicios asociados a la agroexportación, como servicios financieros y transporte, así como industrias locales.
Sin embargo, la economía agroexportadora fue vulnerable a choques externos, como la Primera Guerra Mundial y la crisis financiera de 1929, que provocaron un estancamiento en el comercio y la economía. Estos eventos impactaron negativamente en el crecimiento económico de América Latina y pusieron fin a la era de la agroexportación.
En términos institucionales y políticos, durante este período se consolidó la autoridad estatal y se modernizó la producción agraria. Los países latinoamericanos experimentaron transformaciones en sus estructuras de poder político, con gobiernos autoritarios que buscaban mantener el control sobre las élites y los sectores populares. La economía agroexportadora en América Latina entre 1870 y 1930 fue un período de crecimiento económico impulsado por la exportación de materias primas, la llegada de inmigrantes y el desarrollo de nuevas tecnologías. Sin embargo, la región enfrentó desafíos como la desigualdad social, los choques externos y la crisis económica, que marcaron el fin de esta era y dieron paso a una nueva etapa de transformación económica y política en la región.
Populismos Latinoamericanos (1930-1960)
Fuente: Hebert Braun: Populismos latinoamericanos.
Definición y Contexto
Entre 1930 y 1960, el populismo emergió en América Latina como un fenómeno político liderado por figuras carismáticas, conocidos como "nuevos caudillos". Estos líderes implementaron reformas significativas para integrar a amplios sectores de la población en la política nacional, buscando mejorar su dignidad y bienestar. Este proceso involucró una serie de movilizaciones sociales que llevaron a estos líderes al poder, generalmente a la presidencia, con promesas de grandes reformas.
Características Generales del Populismo
- Líderes Carismáticos: Figuras como Getulio Vargas en Brasil, Juan D. Perón en Argentina y Lázaro Cárdenas en México, que movilizaron grandes masas de apoyo popular.
- Reformas Clave: Las reformas incluyeron la industrialización para diversificar la economía, la reforma agraria para redistribuir la tierra, la nacionalización de grandes empresas extranjeras, y la implementación de políticas de redistribución de la riqueza, seguridad social y leyes laborales.
- Polarización y Represión: Los movimientos populistas a menudo llevaron a la polarización de la sociedad, con una creciente represión de los opositores y un deterioro de las instituciones democráticas, acercándose a formas autoritarias.
Ejemplos Notables
- Argentina - Juan D. Perón (1946-1955, 1973-1974): Perón implementó reformas significativas para los trabajadores y creó el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI), que regulaba los precios de los productos agrícolas. También promovió el voto femenino y fortaleció una amplia clase obrera urbana. Sin embargo, enfrentó oposición de las élites tradicionales que temían la pérdida de su influencia y poder.
- México - Lázaro Cárdenas (1934-1940): Cárdenas llevó a cabo una reforma agraria que benefició a 800,000 campesinos mediante la redistribución de tierras. Nacionalizó empresas clave como los ferrocarriles y la industria petrolera. Su gobierno adoptó un enfoque paternalista, promoviendo la educación laica y políticas de justicia social, y controló los sindicatos para alinearlos con el gobierno.
- Brasil - Getulio Vargas (1930-1945, 1950-1954): Vargas introdujo el "Estado Novo" con un nuevo código laboral que favorecía a los trabajadores y creó empresas nacionales como Petrobras. Su gobierno enfrentó crisis políticas y, tras retirarse en 1945, regresó en 1950 para instaurar el Partido Laborista. Finalmente, debido a una crisis política, Vargas se suicidó en 1954.
Interpretaciones del Populismo
América Latina:
- Sociológica: Considera el populismo como una respuesta a las estructuras de poder establecidas y una forma de inclusión social.
- Culturalista: Enfoca en la cultura tradicional y la búsqueda de un liderazgo paternalista.
- Materialista: Enfatiza la movilización de sectores populares y la falta de definición clara de clases sociales.
Estados Unidos:
- Discurso Populista: Se centra en la oposición entre el pueblo y los privilegiados, con menos énfasis en la religión y más en movimientos locales.
Diferencias y Similitudes
Diferencias:
- Religiosidad: El populismo en EE. UU. tiene un fuerte componente religioso, mientras que en América Latina es más secular.
- Movimientos Locales vs. Nacionales: En EE. UU., los movimientos son más locales, mientras que en América Latina son más nacionales.
- Élite Empresarial: En EE. UU., enfrentan a una élite empresarial nacional; en América Latina, también a empresas extranjeras.
Similitudes:
- Apelación Multiclasista: Ambos buscan unir diversos sectores sociales bajo un mismo ideal.
- Visión Ética: Ambos movimientos ven el mundo en términos de buenos contra malos y buscan una reforma moral.
- Reformismo: No buscan una revolución completa, sino reformas dentro del sistema existente.
- Patriotismo: Ambos enfoques buscan reformar la nación sin cuestionar su existencia.
Conclusión sobre el Populismo
El populismo ha sido un fenómeno clave en la política de América Latina y Estados Unidos, caracterizado por la movilización de masas y reformas significativas. Aunque con diferencias regionales, ambos tipos de populismo comparten elementos como la apelación a una amplia base social y un enfoque reformista dentro del marco nacional.
Industrialización, Guerra Fría y Dictaduras en América Latina
Industrialización y Expansión del Papel del Estado (1945-1973)
Fuente: Rosemary Thorp: Industrialización y expansión del papel del Estado: 1945-1973.
Industrialización y Cambio de Estructura Económica
Tras la Segunda Guerra Mundial, las economías latinoamericanas, tradicionalmente capitalistas, experimentaron una importante industrialización. La estructura económica cambió lentamente: el sector industrial creció, mientras que el sector primario disminuyó. Las importaciones se diversificaron, y la producción nacional comenzó a destinarse más al mercado interno que a la exportación. Esto generó un aumento de bienes disponibles localmente, priorizando siempre el mercado interno.
Cambios en la Estructura de Clases y Urbanización
El crecimiento del sector industrial impulsó una demanda de trabajo que atrajo a trabajadores del sector rural, promoviendo la urbanización. Esto alteró la composición demográfica, con una población cada vez más urbana y un sector proletario en expansión. El modelo agroexportador, afectado por la Primera Guerra Mundial y la Crisis de 1929, dio paso a un nuevo orden económico.
Explosión Demográfica y Presión Social
La posguerra trajo una explosión demográfica en América Latina, con una alta tasa de natalidad y una disminución en la tasa de mortalidad. Esto modificó la estructura etaria de las poblaciones y amplió el mercado interno, que requería abastecimiento. La presión social resultante forzó a los Estados a generar más empleo, utilizando el modelo de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) para contener el descontento popular.
Debilitamiento del Poder Oligárquico y Surgimiento del Reformismo
El debilitamiento del poder oligárquico, beneficiado anteriormente por la economía agroexportadora, permitió el ascenso de nuevos sectores políticos y económicos, incluyendo movimientos populistas y reformistas. Esto llevó a una redefinición del Estado, con élites políticas promoviendo intervencionismo estatal.
Nuevo Orden Económico Internacional
Entre 1914 y 1945, un nuevo orden económico y financiero emergió, con Estados Unidos asumiendo el liderazgo en el comercio internacional. Este cambio se caracterizó por la creación de instituciones financieras como el FMI y el Banco Mundial. América Latina buscó establecer relaciones con Estados Unidos para obtener ayuda económica, pero el Plan Marshall se centró en Europa. En respuesta, EE. UU. fomentó la inversión de sus empresas en América Latina para impulsar su crecimiento económico.
El Papel de la CEPAL y el Desarrollismo
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), fundada en 1949, desempeñó un papel crucial en el desarrollo económico de la región. La CEPAL promovió el desarrollismo, incentivando la industrialización y ofreciendo apoyo intelectual para el crecimiento económico.
Políticas Estatales y Modelos ISI
El proceso de industrialización fue guiado por el Estado, con la creación de empresas públicas en sectores clave como la metalurgia y la minería. El Estado implementó medidas arancelarias y políticas cambiarias para proteger y fomentar el desarrollo interno.
Éxitos y Limitaciones del Modelo ISI
Brasil, México, Argentina y Colombia lograron un notable crecimiento industrial gracias a su gran población y capacidad productiva. Sin embargo, la orientación al mercado interno limitó el crecimiento, ya que el consumo interno estaba restringido por la capacidad económica de los consumidores. Las empresas transnacionales se concentraron en los mercados internos, sin fomentar las exportaciones.
Problemas y Obstáculos
Las reformas tributarias fueron insuficientes, debilitando la capacidad económica de los Estados. La falta de profundas reformas agrarias en la mayoría de los países impidió un cambio significativo en la producción agrícola. La intervención estadounidense, motivada por el temor al comunismo, resultó en apoyo a dictaduras y represión, con una efectividad limitada.
Debilidades Institucionales
Las empresas públicas sufrieron de mala organización y falta de eficiencia. El sistema financiero privado fue reticente a apoyar la industrialización debido a la inestabilidad económica y política, lo que resultó en un desarrollo desigual y baches constantes en el crecimiento industrial. En definitiva, la posguerra trajo una transformación económica y social significativa en América Latina, con avances en industrialización y cambios demográficos, pero también con desafíos y limitaciones en el desarrollo económico sostenible.
La Guerra Fría en América Latina
Fuente: Friedrich Katz (2004): La Guerra Fría en América Latina.
Contexto y Competencia Ideológica
La Guerra Fría fue una competencia militar, tecnológica e ideológica entre Estados Unidos (EE. UU.) y la Unión Soviética (URSS). EE. UU. promovía el capitalismo, mientras que la URSS apoyaba el socialismo. Este conflicto concluyó con la disolución de la URSS, dejando a América Latina bajo la influencia de EE. UU.
Factores y Causas Previas
Desde 1823, EE. UU. dejó claro que consideraba América Latina como su esfera de influencia. Esta postura se consolidó tras la guerra con España, que culminó en la independencia de Puerto Rico y Cuba, con EE. UU. beneficiándose de estos cambios. Entre 1898 y 1934, EE. UU. aplicó políticas como el "Gran Garrote" y la "Diplomacia del Dólar", que implicaban intervenciones violentas y económicas en América Latina para proteger sus intereses.
Política del Buen Vecino
En 1934, frente a la Gran Depresión y el ascenso del fascismo en Europa, EE. UU. adoptó la política del Buen Vecino bajo Franklin Delano Roosevelt. Buscaba buenas relaciones con América Latina para obtener apoyo político y económico. América Latina ofreció comercio, armas y bases militares a EE. UU., aunque el surgimiento de movimientos populistas en la región a veces desafió los intereses estadounidenses.
Retorno a Políticas de Control
Con el inicio de la Guerra Fría, EE. UU. retomó sus políticas de Gran Garrote y Diplomacia del Dólar, buscando contener la expansión del comunismo en América Latina. Aunque la URSS no mostró gran interés en la región, EE. UU. usó la intervención militar y el apoyo a dictaduras para evitar la influencia comunista, a pesar de su retórica en favor de la democracia.
Instituciones Panamericanas
EE. UU. promovió el Panamericanismo, creando la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1948 y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en 1947. Estas instituciones buscaban afianzar las relaciones interamericanas y justificar intervenciones bajo la premisa de defender el continente de amenazas externas, principalmente el comunismo.
Intervenciones y Apoyo a Dictaduras
EE. UU. financió y apoyó dictaduras en América Latina para contrarrestar la influencia comunista. Esto incluyó el respaldo a regímenes represivos y la creación de sindicatos anticomunistas. La CIA llevó a cabo acciones encubiertas para desestabilizar gobiernos sospechosos de simpatizar con el comunismo, como en Guatemala contra Jacobo Árbenz.
Impacto de la Revolución Cubana
La Revolución Cubana de 1959 marcó un punto crucial, con el derrocamiento del gobierno de Batista, aliado de EE. UU. En respuesta, EE. UU. intentó derrocar al gobierno de Castro mediante un bloqueo comercial y una invasión fallida. Estas acciones llevaron a Cuba a buscar apoyo en la URSS, intensificando las tensiones.
Auge de la Izquierda Latinoamericana
La Revolución Cubana inspiró movimientos izquierdistas en toda América Latina, desafiando el Panamericanismo promovido por EE. UU. Ernesto Che Guevara fue un destacado líder revolucionario, cuya muerte en Bolivia en 1967 catalizó la lucha armada y la represión en la región.
Alianza para el Progreso
En 1961, EE. UU. lanzó la Alianza para el Progreso, un proyecto de apoyo económico a América Latina promovido por John F. Kennedy, con el objetivo de contrarrestar la influencia comunista. Sin embargo, EE. UU. también fomentó dictaduras en países como Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, e intervino militarmente en otros, como República Dominicana y Panamá.
Excepciones y Resistencia
Cuba y México fueron excepciones. Cuba sufrió un bloqueo total de EE. UU. y México mantuvo relaciones con Cuba, ofreciendo asilo a perseguidos políticos. La política estadounidense en América Latina durante la Guerra Fría tuvo un impacto profundo, fomentando la represión y la lucha armada, mientras intentaba mantener su influencia en la región.
La Proyección Soviética en América Latina y la Crisis del Caribe
Fuente: D. Spenser (2004): La crisis del Caribe: catalizador de la proyección soviética en América Latina.
Inicios y Primeras Etapas (1922-1947)
Desde la creación de la URSS en 1922 hasta el inicio de la Guerra Fría en 1947, las relaciones entre la Unión Soviética y América Latina fueron principalmente ideológicas y diplomáticas. Los partidos comunistas latinoamericanos veían en el Partido Comunista de la URSS un referente, mientras que los gobiernos mantenían relaciones comerciales y diplomáticas limitadas. Durante este período, la URSS estaba más enfocada en consolidar el socialismo en su propio país y en sus vecinos, prestando poca atención a América Latina, una región que no consideraba de gran interés estratégico.
Relaciones Partidarias y Movimientos Obreros (1930s)
A pesar del desinterés general, la URSS apoyó políticamente a los partidos comunistas en América Latina, fomentando movimientos obreros antiimperialistas. Estos vínculos partidarios se desarrollaron en un contexto donde la URSS observaba más de cerca los desarrollos en China y Europa, sin prestar demasiada atención a América Latina.
La Revolución Cubana y su Impacto (1950s-1960s)
Aunque inicialmente la URSS no mostró mucho interés en Cuba, la situación cambió drásticamente con la Revolución Cubana de 1959. El derrocamiento del régimen de Batista y la orientación comunista del nuevo gobierno cubano despertaron el interés soviético. En respuesta al bloqueo económico impuesto por EE. UU., Cuba buscó y recibió apoyo militar de la URSS, que incluyó la famosa Crisis de los Misiles en 1962, un momento de gran tensión que casi desencadena una guerra mundial.
Competencia con China y Apoyo a Cuba (1960s)
Durante los años 60, la URSS se preocupó por la posible influencia de China en Cuba y en otros movimientos comunistas de la región. Para mantener su liderazgo en el bloque comunista, la URSS comenzó a apoyar más activamente a Cuba y a los partidos comunistas en América Latina, a pesar de su oposición a las vías armadas para la toma del poder. Esta etapa incluyó la Operación Manuel, donde guerrilleros cubanos fueron capacitados para apoyar movimientos revolucionarios en otros países de la región.
Críticas Internas y Cambios de Estrategia (1960s-1970s)
A pesar del apoyo soviético, figuras revolucionarias como Che Guevara y Fidel Castro criticaron abiertamente a la URSS y a los partidos comunistas tradicionales por su falta de compromiso con la revolución armada. El intento de guerrilla del Che en Bolivia, que buscaba expandir las revoluciones en América Latina, fracasó con su captura y ejecución en 1967. Eventualmente, la URSS presionó a Cuba para abandonar las formas armadas de lucha y apoyar su invasión de Checoslovaquia en 1968, alejándose de la idea de exportar la revolución a América Latina.
Enfoque en África y Desventajas Económicas (1970s-1980s)
En los años 70 y 80, la URSS redirigió sus esfuerzos hacia África, apoyando revoluciones en ese continente. Al mismo tiempo, mantuvo relaciones comerciales y diplomáticas con dictaduras anticomunistas en América Latina y respaldó al gobierno sandinista en Nicaragua. Sin embargo, la URSS comenzó a enfrentar serias dificultades económicas y políticas en los 80, lo que llevó a la Perestroika y a una reducción del apoyo militar y económico a Cuba.
Fin de la Guerra Fría y Nuevas Democracias (1980s-1990s)
Con el estancamiento económico y los cambios políticos en la URSS, las relaciones con América Latina se enfriaron. La Perestroika marcó una disminución de la tensión con EE. UU., y la URSS dejó de apoyar activamente a Cuba. Al mismo tiempo, la transición a nuevas democracias en América Latina fortaleció los vínculos con EE. UU., marcando un cambio significativo en la dinámica geopolítica de la región.
Las relaciones entre la URSS y América Latina entre 1922 y 1947 fueron limitadas y más ideológicas que estratégicas, con un cambio notable en la dinámica a partir de la Revolución Cubana y la Guerra Fría. La URSS, inicialmente desinteresada, se vio obligada a involucrarse más activamente en la región debido a la influencia de EE. UU. y las tensiones globales del período.
Las Fuerzas Armadas y el Estado Autoritario del Cono Sur
Fuente: O’Donnell (1982): Las fuerzas armadas y el Estado autoritario del Cono Sur en América Latina.
O'Donnell clasifica los países del Cono Sur según su tendencia a estar en dictadura. Algunos países, denominados “dictaduras de nuevo tipo”, no tenían una tradición dictatorial, mientras que otros sí. Las dictaduras surgieron en un contexto político internacional complejo (Guerra Fría) y económico (alta inflación), influenciadas por la doctrina de seguridad nacional que veía necesario imponer orden.
Influencia de la Doctrina de Seguridad Nacional
Las fuerzas armadas, adoctrinadas con la idea de salvar la patria del comunismo, adoptaron un rol de salvadores de la nación. Desde jóvenes, los militares recibieron formación de instructores estadounidenses que inculcaban la misión de proteger contra el comunismo.
Apoyo Internacional
Las dictaduras recibieron apoyo crucial de EE. UU., organismos financieros internacionales y empresas multinacionales. EE. UU. temía la expansión del comunismo (influencia de Cuba), mientras que los organismos financieros ofrecían apoyo económico, y las multinacionales se beneficiaban de las políticas liberalizadoras. Sin este apoyo internacional, las dictaduras no habrían sido tan duraderas ni efectivas.
Objetivos de las Dictaduras
Los golpes militares tenían objetivos claros: reprimir a civiles y políticos de izquierda, eliminar la corrupción política, estabilizar los precios, atraer inversión extranjera, recuperar el crecimiento económico y mejorar la economía. La represión fue particularmente brutal, con las fuerzas armadas viendo su papel como protector de la nación.
Apoyo Interno y Oposición
El apoyo a las dictaduras no vino solo de las élites. Sectores medios y populares también las apoyaron, temiendo el comunismo y viendo en el autoritarismo una solución. La burguesía y sectores medios, que se sentían amenazados por los manifestantes, apoyaron las dictaduras por miedo y por anticomunismo.
Factores Internos y Represión
La represión militar fue intensificada por ataques directos de organizaciones guerrilleras y la amenaza de milicias populares armadas promovidas por gobiernos populistas. Los militares, provenientes de familias de élite y conservadoras, valoraban la unidad de mando y la disciplina como esenciales para la integridad del Estado y la nación.
Evolución de la Derecha
La convergencia de la vieja derecha aristocrática y la nueva derecha tecnocrática llevó a la consolidación de la autoridad política y la libertad económica. La vieja derecha soñaba con el retorno de la oligarquía, mientras que la nueva derecha buscaba desregular el mercado y liberalizar la economía. Juntas, vieron en la dictadura una solución a los problemas de subversión y crisis económica.
Contradicciones y Neoliberalismo
El proyecto neoliberal, aunque reducía el poder del Estado, fue respaldado por las fuerzas armadas debido al apoyo financiero y de recursos prometidos. Sin embargo, esta relación presentaba contradicciones, ya que el proyecto neoliberal contradecía la misión de las fuerzas armadas de consolidar el Estado.
Terrorismo de Estado y Contexto Global
Las dictaduras usaron el terrorismo de Estado para infundir terror en los manifestantes comunistas. La doctrina de seguridad nacional veía a los países latinoamericanos como infectados por el comunismo, y era tarea de las fuerzas armadas curar y extirpar este enemigo interno. Esta represión extrema fue una característica distintiva de las dictaduras del Cono Sur.
Conclusión sobre las Dictaduras del Cono Sur
Las dictaduras del Cono Sur durante la Guerra Fría se desarrollaron en un contexto internacional y económico complejo, influenciadas por la doctrina de seguridad nacional y respaldadas por actores internacionales y nacionales. Aunque cada país tiene sus particularidades, las fuerzas armadas desempeñaron un papel central en la represión y consolidación del poder, apoyadas por una convergencia de intereses de diferentes sectores de la derecha y el apoyo internacional.