Transformaciones Políticas en España: Del Revisionismo de Alfonso XIII a la Dictadura de Primo de Rivera

Tras la muerte de Cánovas y Sagasta, comenzó el revisionismo político, protagonizado por Antonio Maura (Partido Conservador) y José Canalejas (Partido Liberal). Los primeros años del reinado de Alfonso XIII estuvieron marcados por la oposición de los regeneracionistas, quienes criticaban un sistema político que no lograba resolver los problemas del país.

Los primeros intentos de reforma fueron impulsados por gobiernos conservadores. Su intención era hacer la "revolución desde arriba para evitar la revolución desde abajo" e intentar desbancar el caciquismo. Propusieron una ley para acabar con el fraude electoral y una serie de medidas políticas:

• Ley de Reforma Electoral de 1907: No consiguió acabar con la corrupción ni democratizar el sistema político.
• En el plano de la economía se optó por el intervencionismo, alentando la creación de empresas con capital español.
• Se inició una tímida legislación laboral. Tuvo su máxima expresión en la creación del Instituto Nacional de Previsión.
• La política internacional: Tras el desastre del 98, se priorizó la expansión por el norte de África.

El gran problema del Régimen de la Restauración fue su incapacidad para solucionar los graves conflictos sociales. Maura tuvo que enfrentarse al triste episodio de la Semana Trágica de Barcelona.

El Tratado de Algeciras dividió Marruecos en dos zonas coloniales entre Francia y España, obligando a España a iniciar la colonización. Durante el embarque de las tropas se produjeron enfrentamientos y protestas, dirigidos por anarquistas. Durante una semana la ciudad quedó paralizada. Este hecho le costó el cargo a Maura, forzando su dimisión por el Rey Alfonso XIII.

Consecuencias: Sentimiento de repudio hacia el ejército y la disgregación de ambos partidos, tanto el conservador como el liberal, lo cual debilitó aún más el sistema político.

Las causas principales que condujeron al golpe de Estado de 1923 fueron:

• El aumento de los conflictos desde 1917, y el incremento del paro y la inflación.
• Protagonismo del Ejército en la vida política, ya manifestado en la crisis de 1917 con la formación de la Junta de Defensa y agravado por el desastre de Annual, lo que incrementó el descrédito de políticos y salpicó a la Corona.
• El auge de los movimientos periféricos.
• La crisis de los sistemas democráticos y la emergencia de ideologías totalitarias de derecha.

Los apoyos al golpe incluyeron:

• La Monarquía.
• La burguesía.
• Los regeneracionistas.
• El seno del PSOE (con Francisco Largo Caballero).
• El Ejército.

El golpe contó con la aprobación del rey, el apoyo del ejército, y el respaldo de la burguesía catalana. También obtuvieron el apoyo de las élites económicas y amplios sectores de las clases medias. El PSOE mostró una corriente favorable al dictador, y Francisco Largo Caballero llegó a asumir ser consejero de Estado.

Esta etapa se centró en una serie de claves fundamentales:

• Represión a las libertades.
• Represión del movimiento obrero.
• Represión contra los nacionalismos.
• Resolución de la cuestión marroquí.

El gabinete militar fue sustituido por otro de carácter civil. Se constituyó la Asamblea Nacional Consultiva, cuyo cometido fue elaborar una Constitución que permitiera la institucionalización del régimen. Entre 1925 y 1930 se emprendió un programa económico cuyo éxito se produjo sobre los felices años veinte. Se aprobó el Decreto de Protección de la Industria Nacional y se pretendió reducir la conflictividad a través de la Organización Corporativa del Trabajo.