Transformaciones de la Estética: De Kant a la Crítica de la Cultura de Masas

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La Belleza según Kant

La primera crisis de la belleza empieza con los empiristas ingleses, quienes valoraban el conocimiento a través de la experiencia. Kant sigue estas ideas e introduce la noción de subjetividad en los juicios del gusto individuales. En su obra Crítica de la facultad de juzgar (1790), introduce la noción de gusto como la facultad individual de juzgar. Aparecen muchas categorías estéticas y se diversifica la belleza, incorporando conceptos como “lo sublime” o “lo pintoresco”.

Kant define la belleza como una finalidad sin fin o por el desinterés. Estableció dos distinciones clave:

  • Lo bello libre: Aquello que es bello por su forma intrínseca.
  • La belleza adherente: Aquella belleza que se percibe por el interés o la función del objeto.

“Pero cuando la cuestión es si una cosa es bella, no queremos saber si algo depende o puede depender, para nosotros o para otros, de la existencia de ese objeto…” - Immanuel Kant, Crítica de la facultad de juzgar.

La Dialéctica de Hegel

Hegel, filósofo alemán, se sitúa en los inicios de las tendencias románticas. En este periodo, se empieza a valorar la espontaneidad, la intuición y la inspiración hacia el infinito, así como la idea del genio romántico: aquel que supera todas las reglas y destaca por encima de su época.

Desarrolla la idea del progreso, fundamental en la modernidad, que explica cómo la sociedad mejora con el paso del tiempo. La idea de cambio está basada en el principio de la contradicción. Cuestiona el concepto de totalidad. En la dialéctica de Hegel, un ejemplo simplificado podría ser:

  • Tesis: Monarquía Absoluta
  • Antítesis: Revolución Francesa
  • Síntesis: Monarquía Parlamentaria

Esteticismo y Decadentismo

El esteticismo es un movimiento artístico inglés de finales del siglo XIX, basado en la doctrina de que el arte existe para beneficio de la exaltación de la belleza. Esta debe ser elevada y priorizada por encima de la moral y de las temáticas sociales, es decir, incluso por encima de una profunda reflexión sobre lo que obstruye la felicidad y el buen desarrollo del ser humano en la sociedad. Este movimiento representa tendencias similares a las que pregonaron en Francia el simbolismo y, en particular, el decadentismo, por lo que podría ser considerado como la rama inglesa de esos movimientos.

El decadentismo es una corriente artística, filosófica y, principalmente, literaria que tuvo su origen en Francia en las dos últimas décadas del siglo XIX y se desarrolló por casi toda Europa y algunos países de América. La denominación de decadentismo surgió como un término despectivo e irónico empleado por la crítica académica; sin embargo, la definición fue adoptada por aquellos a quienes iba destinada.

Oscar Wilde (1854-1900) es una figura clave. Los decadentistas expresan nostalgia por el pasado, critican lo burgués y las nuevas tecnologías. Son partidarios del arte por el arte, oponiéndose al Realismo. Denuncian la banalización del progreso y el capitalismo incipiente, que valora más el dinero que el arte, volviendo sus ojos hacia el pasado. Consideran que el arte y la vida no son compatibles y se muestran melancólicos frente a la sociedad industrializada. La teoría del arte por el arte postula que este no tiene nada que ver con la realidad (se sitúa en una"torre de marfi"), y Wilde critica la mercantilización de la sociedad.

Cultura de Masas frente a Pensamiento Crítico (Adorno)

Theodor W. Adorno fue un filósofo alemán cuyo trabajo se enmarca dentro de la Modernidad, y más concretamente en el fin de esta época, actuando como bisagra entre esta y la Posmodernidad. Esto se debe a que Adorno, moviéndose siempre en las postrimerías de la Modernidad, representa mejor que nadie el fin del proyecto de la Ilustración, ya que toma consciencia de la situación a la que ha llevado la razón instrumental.

Así pues, el discurso dialéctico del autor se centra en analizar la sociedad moderna, ahora enferma debido a la aparición de la industria cultural, que se ha apoderado del gusto. En cuanto a la estética, Adorno considera que esta es verdad representada y que el mundo que hemos creado es falso porque está construido en base al pensamiento identificador, el cual opera de manera contraria a la complejidad de la realidad.

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