Transformación Urbana de Madrid y Barcelona: De la Expo 92 a la Actualidad

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España 92: De Barcelona 1992 a Madrid 2016

Mientras que en Barcelona el evento de los JJOO duraría sólo 20 días, los eventos de Madrid y Sevilla se extendieron durante todo el año. En 1992, en Sevilla, se expande desde la Cartuja un gran espacio hacia la izquierda para poder albergar los pabellones nacionales y temáticos. Sevilla, que en el pasado fue la ciudad más importante de España, busca recuperar ese estatus. Las operaciones de Madrid, Sevilla y Barcelona son proyectos que buscan proyectar hacia el futuro su glorioso pasado.

En Madrid, la nueva arquitectura no es protagonista, aunque forma parte del paisaje urbano. La "Movida Madrileña" se convierte en la expresión más visible de la modernidad. Dos factores clave que impulsan la capitalidad son el Museo del Prado, como referente cultural, y la Movida, un marco cultural en el que la arquitectura madrileña tuvo una presencia notable. Los arquitectos están inmersos en la Movida, y algunos de sus proyectos no se entienden sin ese contexto.

En esta época destacan figuras como Pérez Villalta o Alberto Campo Baeza, quien puede ser considerado pintor, escultor y arquitecto; es el pintor de la luz.

Madrid

Durante los años del desarrollismo se construye la "ciudad análoga": el eje Castellana, las Torres Kio y la Operación Chamartín. Las Torres Kio son un ejemplo de arquitectura banal. La Operación Chamartín no se construyó en su totalidad; solo se levantaron las cuatro torres que, en la distancia, se perciben como hitos continuos y proporcionales, cuatro iconos de la modernidad relacionados según los principios de la arquitectura clásica.

Para abordar el desarrollo de infraestructuras y la remodelación fluvial, se presentan tres enfoques distintos: la M-30, el Plan Especial del Manzanares y el Paseo del Prado.

Plan del Manzanares

Mientras que el hombre del siglo XIX buscaba embellecer los paseos, el del siglo XX se vuelve más desarrollista. El Plan del Manzanares buscaba conciliar los ideales de los siglos XIX y XX mediante una vaguada natural que urbanizara la autopista. Una autopista que recorre la ciudad de norte a sur, atravesando y conectando las zonas históricas. Aspira a ser, simultáneamente, M-30 y Paseo del Prado.

Eje Castellana y Ordenación del Paseo del Prado

Es la vaguada central de Madrid. El tramo de Colón a Atocha (aproximadamente 1,5 km) existe desde tiempos de Carlos III, pero sufrió un proceso de degradación. Se recurre a Álvaro Siza para remodelar lo existente. Siza, en el Paseo del Prado, replica la estrategia de Correa en la Plaza de España (Barcelona): mediante intervenciones mínimas en bordillos y aceras, transforma estos espacios en el corazón de la ciudad. Se replantean las continuidades del Paseo de Recoletos, recuperando elementos perdidos y reubicando estatuas en nuevos centros.

A este Paseo del Prado se le sumaron una serie de equipamientos culturales:

  • Museo Reina Sofía: Ubicado en un antiguo hospital del siglo XVIII, Jean Nouvel crea una nueva fachada con una marquesina.
  • Museo Thyssen: Se reutiliza un antiguo banco. Rafael Moneo conserva la fachada neoclásica del edificio. Es una de las obras clave del Madrid de los 90.
  • Ampliación del Museo del Prado: Llevada a cabo por Rafael Moneo junto a la iglesia de los Jerónimos.

Siza tendrá la tarea de integrar todos estos elementos de forma imaginativa. La vaguada se concibe como una autopista que alberga equipamientos.

  • CaixaForum: Situado frente al Museo del Prado, presenta una plaza con un jardín vertical. Es un edificio icónico. Conserva el patrimonio industrial del edificio original neoclásico, pero lo modifica y lo amplía en altura.

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