Transformación del Teatro en España: Un Recorrido desde el Siglo XIX hasta la Generación del 27
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Evolución del Teatro Español: Desde Benavente a Lorca
Hacia finales del s. XIX, el público del teatro estaba compuesto principalmente por aristócratas y burgueses, defensores de los valores conservadores y reticentes ante las innovaciones estéticas y escenográficas. Los empresarios y el público en general tardarían décadas en recibir con entusiasmo obras arriesgadas y menos comerciales.
El Teatro Comercial y Jacinto Benavente
El autor más representativo de este teatro de éxito comercial, continuador del teatro decimonónico, es Jacinto Benavente. Sus comienzos como dramaturgo parecían vislumbrar una cierta renovación en el teatro. El nido ajeno, que reflejaba la difícil situación de la mujer en la sociedad de la época, fue un fracaso comercial. A partir de ahí, el autor decide seguir las directrices del teatro comercial, aunque deje ver un suave desengaño crítico. Sus obras más destacadas son: Lo cursi, La malquerida y, sobre todo, Los intereses creados, un homenaje a la “commedia dell´arte” italiana que desarrolla el tema del poder del dinero.
Otras Tendencias Teatrales
Paralelamente, existía un teatro en verso, de corte modernista. Antonio y Manuel Machado y Valle-Inclán contribuyeron con obras de este tipo al principio de sus carreras.
Otra fórmula teatral que gozó del reconocimiento del público fue el teatro cómico, costumbrista, con autores como los hermanos Álvarez Quintero, C. Arniches y Pedro Muñoz Seca, cuya obra pseudo-histórica La venganza de don Mendo fue un éxito total en la posguerra.
La Renovación Teatral y Valle-Inclán
En las primeras décadas del s. XX, los jóvenes escritores pertenecientes a distintas tendencias estilísticas intentaron renovar el teatro con propuestas arriesgadas e innovadoras. Autores como Unamuno y Azorín realizaron incursiones muy interesantes en el género teatral. Sin embargo, el estilo y la personalidad de Ramón Mª de Valle-Inclán destaca sobre todos los demás.
Valle-Inclán buscó un estilo elegante y modernista, pero con notables influencias del género chico y los ambientes populares; lenguaje coloquial, con humor y una desbordante imaginación. Su producción teatral se suele agrupar en tres ciclos:
- Teatro mítico
- Farsas
- Esperpento
Teatro Mítico
El teatro mítico está ambientado en una Galicia mítica y atemporal, que ofrece una visión del mundo regida por los instintos. Comedias bárbaras y Divinas palabras son las obras más representativas.
Farsas
En las farsas, Valle-Inclán sitúa al espectador en un espacio un tanto ridículo, en el que introduce personajes de farándula y pretende la ruptura con la realidad.
El Esperpento
Sin embargo, su máxima aportación al teatro fue el esperpento, que consiste en combinar la seriedad de los asuntos con la risa; así surge lo grotesco.
La Generación del 27 y Federico García Lorca
Este teatro innovador culmina con la obra de los autores del 27, muy especialmente Federico García Lorca. Sus primeras obras fueron de influencia modernista, drama histórico y farsas trágicas sobre amores desgraciados. Posteriormente, compuso comedias imposibles de influencia vanguardista. En la etapa de plenitud escribe dramas que alcanzan éxito comercial, protagonizadas por mujeres.