Transformación Social e Industrial de España en el Siglo XIX: De la Sociedad Estamental a la Clase

La Sociedad de Clases en el Siglo XIX: Características y Comparación con el Antiguo Régimen

En el siglo XIX, con el nuevo Estado Liberal, el Antiguo Régimen (A. Reg.) dio paso a la nueva sociedad de clases. En esta nueva estructura, las diferencias venían dadas por la *riqueza* y no por el privilegio, como ocurría en la sociedad estamental. Aunque los viejos estamentos del Antiguo Régimen (clero, nobleza y Tercer Estado) no desaparecieron, sí adquirieron nuevas características.

La Clase Alta

La Clase Alta estaba formada por la vieja aristocracia, las altas jerarquías del clero y la alta burguesía. Estos grupos monopolizaron el poder político, económico y los cargos públicos. Todos ellos eran conservadores y partidarios del proteccionismo. El sufragio restringido y la corrupción electoral aseguraban que casi todos los cargos públicos cayeran en sus manos, permitiendo que el gobierno les ayudara a defender sus intereses, aumentando su riqueza y distanciándoles del resto de clases sociales.

Las Clases Medias

Constituían un grupo heterogéneo y reducido. Existía una clase media rural y otra urbana, más poderosa e influyente, formada por la pequeña burguesía propietaria de negocios de tipo familiar. Sus ingresos estaban por encima de los obreros y campesinos, pero seguían siendo precarios. Su ideología era conservadora y católica, apoyando cualquier gobierno fuerte con tal de que les garantizase sus propiedades. Solo una minoría (estudiantes, profesores universitarios y periodistas) mostró una actitud política crítica y reivindicativa.

Las Clases Populares

Las clases populares constituyen el grupo mayoritario de la sociedad, incluyendo obreros y campesinos. (Nota del autor: Este segmento requiere un estudio detallado aparte.)

Evolución Industrial Española en el Siglo XIX: Textil, Siderurgia y Minería

A continuación, se describe la evolución de las principales industrias españolas durante el siglo XIX.

La Industria Textil Catalana

A partir de los años 30, Cataluña fue el centro de la industria textil. Las razones de este avance se debieron al dinamismo económico iniciado en el siglo XVIII, la actividad comercial y el proteccionismo. El proceso de mecanización del textil catalán se inició a partir de 1830 con la instalación de las primeras máquinas de vapor, financiadas por capital de agricultores o indianos ricos. Este despegue fue frenado por la Primera Guerra Carlista, con la quema de la fábrica de Bonaplata.

El periodo con mayor desarrollo se produce entre 1840 y 1861, con la modernización de la producción y el aumento de las exportaciones de algodón. En los años 60, este crecimiento se vio interrumpido por la desviación de capital hacia otras inversiones. Desde 1874 se produjo un periodo de recuperación gracias a la mecanización del tejido y al monopolio mercantil que España impuso en Cuba y Puerto Rico. Sin embargo, la independencia de estas colonias en 1898 supuso un duro golpe para la industria catalana.

La Siderurgia

Durante la primera parte del siglo, la industria siderúrgica permaneció estancada. El primer centro siderúrgico fue Málaga. En 1860, Asturias se situó a la cabeza. La hegemonía pasó a Vizcaya a partir de 1880. Las compañías eran británicas, pero participaban propietarios vascos, como la familia Ybarra, fundadora de la empresa Altos Hornos. El proteccionismo y otros factores aumentaron la producción, pero no a niveles de otros países europeos. Sin embargo, la consolidación de la industria siderúrgica de Vizcaya desarrolló otros sectores industriales, como la fabricación de maquinaria naval y compañías navieras.

La Minería

Aunque no se detalla su evolución, la minería fue fundamental para el desarrollo de la siderurgia y la exportación de materias primas durante el siglo XIX.