Transformación de la Iglesia Católica: Concilio Vaticano II y su Impacto
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El Concilio Vaticano II y la Renovación de la Iglesia Católica
1. Las Reformas Internas de la Iglesia
Una vez finalizado el Concilio, Pablo VI desarrolló una serie de orientaciones para aplicar toda esa renovación a la vida de la Iglesia:
- Instituyó el Sínodo de los Obispos y dio mucha más autonomía a las Conferencias Episcopales de cada país.
- Promulgó y desarrolló la reforma litúrgica. Se reformaron los ritos de todos los sacramentos haciéndolos más cercanos a la vivencia de las personas. El latín dejó de ser la lengua oficial de las celebraciones.
- Animó al compromiso social y político de los cristianos con su encíclica Populorum Progressio, asentando las bases de la nueva Doctrina Social de la Iglesia.
- En la vida de las parroquias se llamó a una mayor participación de todos los fieles. En este sentido se fortalecen las “iglesias jóvenes", en especial las de América Latina, África y Asia.
- Promovió mucho la participación de los laicos en la vida de la Iglesia en todos sus ámbitos, incluso en el ámbito de las celebraciones donde se instituyó el diaconado para personas casadas.
2. Compromiso Ecuménico
El Vaticano II impulsó el compromiso de la Iglesia con el trabajo ecuménico; es decir, promover y potenciar las acciones que tienen como objetivo la unidad de todos los cristianos. Tal como pidió el Concilio, todos los cristianos están llamados a favorecer la unidad, lo cual implica:
- Vivir con autenticidad la fe cristiana, renovando constantemente el seguimiento personal de Jesús y la vida misma de la Iglesia en busca de una mayor fidelidad al Evangelio.
- Considerar a los cristianos no católicos como hermanos que creen en el mismo Jesús.
- Conocer las causas de la separación, pero sobre todo qué creencias comunes existen.
- Trabajar juntos en la evangelización del mundo y en la búsqueda de la justicia y la paz.
- Pedir ayuda a Dios para restablecer la unidad.
3. Diálogo Interreligioso
En las religiones encontramos diferentes percepciones de la divinidad, incluso del Dios Padre. Ante las demás religiones, la Iglesia Católica se compromete a:
- Conocerlas mejor y comprenderlas en profundidad eliminando todo prejuicio.
- Darles a conocer la propia fe y los valores de la experiencia cristiana, además de enriquecerse con los valores que ellas tienen.
- Junto a ellas, dar testimonio del valor de la experiencia religiosa frente al materialismo, el consumismo y la vida sin sentido.
- Trabajar unidos por la justicia y la paz en el mundo, eliminando toda motivación religiosa a las diferencias y enfrentamientos entre las personas y los pueblos.
4. Reacciones ante la Pluralidad
- El laicista: "todo lo religioso es malo"
- El indiferente: "no siento necesidad de preguntarme"
- El tradicional
- El espiritual: "es personal y no institucional"
- El dialogante: "podemos ser cristianos en el siglo XXI"
5. Propuesta Cristiana para el Siglo XXI
- Creer que el amor de Dios nos hace vivir de una manera diferente, no ética.
- Descubrir un Dios no del poder, sino del amor y la reconciliación.
- Descubrir que la novedad del Evangelio no son leyes, sino darme a los demás: ser felices.
- Saber que quien está amando al prójimo está amando a Dios.
6. Crisis del Ideal de Progreso
- El fracaso del proyecto socialista de una sociedad comunista sin clases sociales en la que se viviría el ideal de igualdad entre todos. Desde la caída del muro de Berlín, todos esos países han ido incorporándose al sistema de economía de mercado.
- El coste medioambiental de un progreso incontrolado que exige cada día más consumo de fuentes de energía.
- El deterioro de nuestro planeta debido, por primera vez en la historia, a la propia acción de la actividad humana.
7. Una Minoría Más Consciente y Comprometida
- Una experiencia de fe solidaria que abre al encuentro del prójimo y que introduce en un ambiente de extraordinaria sensibilidad hacia los que sufren. El encuentro con la persona de Jesús, núcleo central de la vida cristiana, conduce al encuentro con el hermano como Él mismo lo hizo en su vida.
- Una experiencia creyente que aumenta los niveles de humanidad porque llama al compromiso, a la responsabilidad, a la sensibilidad y a la honradez.
- Una experiencia sin miedos ni complejos que es capaz de convivir en un entorno de pluralismo religioso y de sentidos de la vida haciendo oír su voz, siendo capaz de explicar al resto de la sociedad el sentido y la fuerza del seguimiento de Jesús.