Transformación Hispana: Romanización y Reconfiguración Política Medieval
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La Romanización en Hispania
La romanización se define como el proceso de adaptación de los pueblos hispanos a las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales de Roma, tanto en la época republicana como imperial. Este proceso implicó la modificación o desaparición de elementos autóctonos, transformando y reorganizando las estructuras existentes.
La romanización no fue uniforme en el tiempo, intensificándose tras la conquista en el siglo I a.C., ni en su aplicación geográfica. Fue más pacífica y acentuada en las áreas urbanizadas del litoral mediterráneo (sur y este de la península), mientras que en el resto de la península fue más lenta y conflictiva.
Los principales vehículos de la romanización fueron:
- El latín, que se impuso a las lenguas locales (excepto el euskera).
- La economía monetaria.
- La construcción de vías de comunicación (calzadas y puertos).
- La expansión de las ciudades.
- El derecho romano.
- La religión (el cristianismo).
Es importante destacar que este proceso también fue, en ocasiones, conflictivo y violento, incluyendo el exterminio de población masculina, destierros y esclavitud.
Reconfiguración Política de la Península Ibérica en el Siglo XIII
La Reconquista es el proceso de expansión de las entidades políticas cristianas medievales hacia el sur de la Península, entre los siglos VIII y XV, con el objetivo de recuperar territorios ocupados por entidades políticas musulmanas. Tras la conquista, se procedía a la repoblación y puesta en producción de los territorios.
Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana (hasta el año 1000)
En esta etapa se distinguen los ámbitos geográficos:
- Núcleo Asturiano: Destaca la batalla de Covadonga (722) y la fijación de la frontera del río Duero a finales del siglo IX.
- Núcleo Navarro: Marcado por las ambiciones carolingias y musulmanas, que se resolvieron a favor de los primeros, dando lugar al Reino de Pamplona en el siglo IX.
- Núcleo Aragonés: El condado de Aragón se estructuró en torno a Jaca y se integró en el reino de Pamplona en el 970.
- Núcleo Catalán: Bajo el amparo carolingio, formó parte de la Marca Hispánica. En el 801 se conquistó Barcelona, dando lugar a numerosos condados independientes, destacando el de Barcelona.
Expansión Territorial de los Reinos Cristianos (Siglos XI-XIII)
Esta etapa se subdivide en tres periodos:
Primera Etapa (Siglo XI - Primera Mitad del Siglo XII)
Se produce la ocupación de los valles del Ebro (Alfonso I el Batallador, Ramón Berenguer IV) y el Tajo (Alfonso VI de Castilla conquista Toledo en 1085), en un contexto de declive musulmán por la desaparición del Califato de Córdoba.
Segunda Etapa
Avance más lento con la ocupación de la cuenca del Guadiana. Importancia de las Órdenes Militares (Santiago, Calatrava) debido a las razzias musulmanas. En la zona occidental se controla la cuenca del Guadiana. En la parte oriental, Aragón y Cataluña se unen y toman las tierras altas de Teruel. La victoria cristiana en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) marca el fin de la hegemonía musulmana en el sur peninsular.
Tercera Etapa
Castilla se une a León y se ocupa el valle del Guadalquivir, el Bajo Guadiana y cuencas bajas del Turia, del Júcar y el Segura. Expansión rápida con figuras como Fernando III el Santo, Alfonso X el Sabio o Jaime I. A partir de entonces, solo queda el reino musulmán de Granada, que sobrevivirá hasta su conquista por los Reyes Católicos en 1492.