La Transformación Económica y Social de España en el Siglo XIX: Desamortización, Industria y Transporte

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La Transformación Económica y Social de España en el Siglo XIX

I. La Desamortización: Reestructuración de la Propiedad

El proceso de desamortización se desarrolló a lo largo del siglo XIX y se dividió en tres etapas fundamentales:

Fases del Proceso Desamortizador

  1. Primera Etapa (1798 - Trienio Liberal): Inició en 1798 y continuó bajo el reinado de José I. Posteriormente, las Cortes de Cádiz reinstauraron esta desamortización, aunque tan solo se mantuvo vigente durante el Trienio Liberal.
  2. Segunda Etapa (Desamortizaciones de Mendizábal): Afectó inicialmente a los bienes del clero regular y, posteriormente, también a los del clero secular. Su objetivo principal era sanear la Hacienda pública y crear una clase de propietarios afín al régimen liberal.
  3. Tercera Etapa (Ley Madoz): Iniciada con la Ley Madoz, afectó tanto a los bienes de la Iglesia como a los bienes de los municipios (bienes comunales y de propios).

Consecuencias Sociales y Económicas

Los compradores de estas tierras fueron, en su mayoría, gente adinerada. Esto provocó que la nobleza consolidara su patrimonio y que aumentara el número de grandes terratenientes. Los verdaderos afectados de este proceso fueron:

  • Los campesinos, quienes pasaron a pagar rentas más elevadas.
  • La Iglesia, que perdió gran parte de su patrimonio.
  • Los municipios, que perdieron su principal fuente de ingreso.

Aun así, la desamortización permitió poner en cultivo una gran cantidad de tierras abandonadas. Pese a que cambiaron de dueño más de 10 millones de hectáreas, el crecimiento de la producción fue escaso hasta el último cuarto de siglo, y la estructura productiva de la agricultura española apenas se modificó.

II. Agricultura e Industrialización

El Atraso Agrícola

En cuanto a la agricultura, los niveles de consumo y productividad fueron muy bajos. La producción nacional no bastaba para cubrir la demanda de la población, y el sector agrícola no favoreció la demanda de productos industriales ni aportó capital significativo. El atraso agrícola fue una de las principales causas del atraso general de la economía española.

El Despegue Industrial: El Sector Textil

El camino hacia la industrialización fue iniciado por el sector textil, principalmente el algodón. Cataluña fue el centro de este desarrollo gracias a la gran cantidad de mano de obra disponible, la mentalidad empresarial y las políticas proteccionistas. El desarrollo industrial comenzó a principios del siglo XIX con la aparición en España de máquinas movidas por ruedas hidráulicas y de vapor, aunque el nivel de la industria española se mantuvo lejos del alcanzado por la industria británica.

Desarrollo de la Siderurgia y la Minería

La siderurgia española se basó en la minería de hierro y carbón, la cual se mantuvo estancada durante casi todo el siglo debido a la escasa demanda. La Ley de Bases sobre Minas favoreció este sector, puesto que la arquitectura del hierro y la mecanización de los procesos industriales aumentaron la demanda.

Esta expansión se apoyó en inversores extranjeros y en la llamada «desamortización del subsuelo», tras la cual se fundaron más de veinte empresas británicas. El aumento de la minería, que desarrolló la siderurgia, dio origen a los Altos Hornos de Vizcaya.

III. Infraestructuras y Comercio

La Revolución del Transporte

Durante este siglo se produjo una mejora en los medios de transporte gracias a la construcción de carreteras. Aunque gran parte de la red viaria era deficiente, se redujo en gran medida la duración de los viajes.

  • Transporte Marítimo: Aumentó gracias a las mejoras y ampliaciones de los puertos, el perfeccionamiento de las naves a vela y, a finales de siglo, la aparición de la navegación a vapor.
  • Transporte Ferroviario: Se inició en 1844 con el primer proyecto ferroviario, la línea Barcelona-Mataró (no Madrid, como se indica erróneamente en el texto original, aunque la intención era conectar grandes centros). Durante el Bienio Progresista se aprobó la Ley General de Ferrocarriles, que estimuló la creación de la red viaria básica. Se llegaron a construir 13.200 kilómetros en 1900, de los que tan solo 2.000 eran de vía estrecha, lo que provocó grandes problemas técnicos de conexión con el resto de Europa. En este periodo se crearon gran cantidad de compañías ferroviarias (como la SJC), pero la rentabilidad fue escasa y la especulación arrastró a la economía a una gran crisis.

Unificación del Mercado y Comercio Exterior

Las medidas para acabar con las barreras fiscales y aumentar el comercio interno se iniciaron ya en las Cortes de Cádiz. Se eliminaron los aranceles que gravaban el comercio dentro de una provincia o región. Otras medidas tomadas para unificar el mercado fueron la adopción del sistema métrico decimal y un nuevo sistema monetario basado en la Peseta.

El comercio exterior español tuvo una primera fase de retroceso en la primera mitad de siglo debido a la pérdida de las colonias y las guerras. La segunda mitad fue de expansión, en paralelo al desarrollo industrial. El comercio exterior español tuvo que adaptarse a un nuevo escenario. Desde las décadas de 1830 y 1840, el crecimiento fue continuo; el proteccionismo y la escasa demanda interna aumentaron la exportación en algunos sectores clave.

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