Transformación Económica y Crisis Globales: 1870-1939

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Movimientos Internacionales de Capitales

Los avances tecnológicos, monetarios y políticos posibilitaron la integración internacional de los mercados de capitales: mejora en la rapidez y seguridad del transporte, difusión del telégrafo, generalización del patrón oro, estabilidad política, ausencia de guerras generalizadas y libertad de movimientos de capital. Las exportaciones de capital procedían de Europa occidental.

América del Norte y del Sur, Australia y Rusia recibieron casi el 68% de toda la inversión extranjera británica entre 1870 y 1913, el 40% de la alemana y el 43% de la francesa. Los flujos de capital se materializaron en inversiones en cartera (un 80%): los británicos adquirían acciones y bonos emitidos por emisores extranjeros, generalmente gobiernos. Estos fondos se destinaron a inversiones en capital social fijo: ferrocarriles, puertos, servicios municipales y teléfonos.

La inversión internacional acudió a los países con instituciones similares a las europeas, en muchos casos porque previamente habían sido colonias suyas. En los países restantes, los acreedores europeos se encontraron con mayores riesgos. En algunas ocasiones, se recurrió al uso de la fuerza militar para cobrar las deudas en los países en bancarrota y, al mismo tiempo, defender los intereses políticos.

Desarrollo de Nuevos Sectores Industriales

Al textil algodonero y la siderurgia como sectores líderes les suceden ahora la industria química y diversas ramas siderometalúrgicas (acero, cobre, aluminio, etc.).

La química emerge como actividad relacionada con la modernización de la agricultura (fertilizantes), los avances médicos (farmacia), los textiles (fibras artificiales) o la industria militar (explosivos). La siderometalúrgica tiene que ver con los procesos de urbanización (nuevos servicios públicos), el desarrollo eléctrico y la propia demanda de las industrias de bienes de consumo.

En los países más industrializados se avanza hacia una estructura industrial crecientemente participada por las ramas intermedias y de inversión frente a las industrias de bienes de consumo, pero, asimismo, hacia un sensible incremento en el producto industrial de la participación de la energía (electricidad) y de la minería, en relación con la industria manufacturera.

Papel del Estado

  • Políticas comerciales protectoras del mercado interior.
  • Construcción de infraestructuras.
  • Control más estricto sobre la actividad empresarial.
  • Aumento de la demanda pública de bienes industriales.
  • Mayor inclinación por mejorar la dotación del capital humano (educación) y por profundizar las competencias sociales atendidas por el sector público. El gasto público de carácter social se incrementó notablemente debido, sobre todo, a las presiones sindicales y a la ampliación del cuerpo electoral.

A Gran Bretaña, que siguió basando su especialización manufacturera en el algodón y la siderurgia, le fue muy difícil conseguir incrementar los niveles de productividad y tuvo crecientes problemas para penetrar en los mercados de aquellos países que habían comenzado a industrializarse. Por otro lado, el imperio le aseguraba el control sobre un porcentaje elevado de la materia prima consumida por sus industrias y le proporcionaba una demanda para sus manufacturas, pero le exigía mantener un enorme gasto militar. Al mismo tiempo, la facilidad de acceso a ese mercado natural le hizo perder competitividad a nivel internacional.

En Alemania, unificada políticamente en 1871, el Estado impulsó una política económica muy vinculada con la defensa de los intereses industriales: apostó por la modernización de las infraestructuras, la protección del mercado interior frente a la competencia extranjera y la apertura de su economía al exterior. La decidida apuesta por las ramas más cercanas al nuevo paradigma tecnológico (química, electricidad, aluminio, acero) le permitió una mayor presencia en el mercado europeo y una participación más destacada de la gran empresa centralizada.

En Japón, la instauración en 1868 de la dinastía Meiji supuso la rápida occidentalización política y económica. La intervención del Estado resultó mucho más activa y decidida. A pesar de la temprana liberalización de los factores, la ausencia de un mercado interior suficientemente amplio obligó a sustituir la demanda privada por la pública (inversión en armamentos e infraestructuras) y a profundizar en los mercados exteriores. Además, la falta de recursos energéticos planteó un modelo de relaciones comerciales internacionales basado en la exportación de productos agrarios y manufacturas textiles y en la importación de materias primas, capital y tecnología.

En EEUU la victoria de los estados del norte en la guerra civil significó la definitiva integración del mercado interior y, con ella, nuevos avances en la construcción de infraestructuras y en la especialización productiva del país. Además, mientras que el triunfo de las políticas proteccionistas significó que el mercado interior estadounidense resultara prácticamente inaccesible para los bienes manufacturados europeos, EEUU fue un gran exportador de energía (carbón, petróleo), minerales (cobre, hierro) y productos agrarios (algodón, tabaco, cereales, carne). Por último, sus recursos energéticos, las disponibilidades de capital y la conformación de una amplia demanda le permitieron evolucionar con rapidez hacia una estructura industrial muy vinculada con la segunda revolución tecnológica.

Crisis Finisecular

Se manifestó con retraso, en 1882, por el mayor proteccionismo vigente en España. Descenso de los precios y las rentas agrarias. Reducción de la demanda y de la producción industrial. La recuperación ocurrió a partir de 1896, en parte por la protección arancelaria, que aumentó los precios interiores y contuvo las importaciones, y por la depreciación de la peseta.

La protección impulsó el desarrollo de la industria siderúrgica en Vizcaya, apoyada en los capitales y la experiencia acumulada por los empresarios vascos en la minería y la exportación del mineral de hierro a Gran Bretaña. La localización de esta siderurgia lejos de las minas de carbón fue posible porque los empresarios vascos aprovecharon que los barcos retornaban vacíos, para importar carbón de aquel país con fletes bajos.

La Primera Guerra Mundial

- La guerra se inició en el verano de 1914 y finalizó 4 años y medio más tarde.
- Países contendientes: por un lado, los imperios alemán y austrohúngaro, Turquía y Bulgaria. Por otro, los aliados: Rusia, Francia, Reino Unido, EEUU, Italia, Japón, Serbia, Bélgica, Rumania, Grecia, Portugal y Montenegro.
- Aunque la guerra se desarrolló fundamentalmente en el interior del continente europeo, y especialmente en el norte de Francia, Bélgica, norte de Italia y Alemania, también afectó a los territorios coloniales, tanto africanos como asiáticos.
- La IGM fue el último de los enfrentamientos armados tradicionales (trincheras, bayonetas, cuerpo a cuerpo) y el primero de los modernos (tanques, submarinos, aviación, armas químicas).

Consecuencias Materializadas Durante el Conflicto Bélico

- Creciente militarización de las economías occidentales.
- Desarticulación productiva: en general, descendió la producción agraria e industrial y el comercio exterior experimentó una profunda contracción. Hubo un agudo proceso inflacionista. Aumento de la renta nacional en casi todos los países contendientes, excepto EEUU y Japón.
- Los países más afectados fueron los que sufrieron en su territorio el desarrollo de las operaciones militares (Francia, Bélgica, Alemania, Holanda). En Gran Bretaña la renta nacional se mantuvo, en EEUU y Japón crecieron. Los neutrales ofrecieron durante la guerra tasas de crecimiento muy elevadas y una balanza comercial positiva.
- Hubo más de 60 millones de víctimas directas e indirectas del conflicto. Como un porcentaje muy elevado de los fallecidos correspondió a hombres jóvenes, de 20 a 30 años, hubo profundas consecuencias sobre la evolución posterior de la nupcialidad y la natalidad y los mercados de trabajo. La gripe española segó en el invierno de 1918 la vida de más de 20 millones de personas en todo el continente.

Consecuencias a Corto y Medio Plazo


-Descentralización de la economía mundial. Se produjo un desplazamiento en el equilibrio del poder económico desde Europa hacia América y, en menor medida, hacia el Pacífico. La guerra favoreció a las economías de EEUU, Canadá, Argentina y Japón.

-Las reparaciones de Alemania se evaluaron en 33.000 millones de dólares a satisfacer en oro mediante pagos anuales. Alemania sufrió severas pérdidas territoriales (Alsacia, Lorena, colonias africanas y asiáticas) y de capital físico. En definitiva, Alemania no podía producir ni exportar. Las autoridades alemanas decidieron aumentar la oferta monetaria, lo cual contribuyó a desatar una hiperinflación. A su vez, Gran Bretaña y Francia, endeudadas con EEUU, no podían pagar. En 1924 EEUU concedió al gobierno alemán una línea de crédito superior a los 800 millones de dólares (Plan Dawes) a cambio de que pusiese en marcha una política económica deflacionista, basada en el control de los precios, la contención del gasto público y la moderación salarial.

-Los países neutrales crecieron durante la IGM, pero n oescaparon de las consecuencias negativas.

-EEUU se convirtió en el país más poderoso del mundo. También salió beneficiado Japón

-Los dos imperios europeos (alemán y austro-húngaro) desaparecieron y en su lugar nacieron o renacieron nuevos estados nacionales (Austria, Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Estonia, Letonia, Lituania) que tuvieron que afrontar numerosos problemas económicos como consecuencia de la falta de recursos, la escasa ayuda exterior y la inexistencia de una estructura de poder mínimamente consolidada. El imperio otomano perdió gran parte de su territorio.

-En 1917 una revolución acabó en Rusia con la monarquía de los Romanos. Se estableció una democracia parlamentaria que, a finales de ese mismo año, desembocó en la primera experiencia socialista. A partir de ese momento, y hasta la caída de muro de Berlín en 1989, la Unión Soviética mantendría un modelo político, social y económico antagónico al capitalismo.

Se trataba, en definitiva, de una economía centralizada y planificada, donde la empresa pública asumía las funciones que la iniciativa privada desempeña en las economías de mercado. En un primer momento, durante el denominado comunismo de guerra (1918-1922), todos los recursos se orientaron para vencer en el conflicto. A continuación, la Nueva Política Económica
(1922-1928) supuso un retorno temporal a los presupuestos básicos de la economía de mercado para estabilizar la situación del aparato productivo y relanzar el socialismo. Por último, a partir de 1928, con Stalin asentado en el poder y con un sector público que ya aportaba más del 85% del PIB, se publicaron los primeros objetivos de planificación.

Los felices años veinte (1924-1929)
· La normalización de la economía alemana, a partir de 1924, benefició al conjunto de las economías capitalistas, que en el
quinquenio siguiente ofrecieron elevadas tasas de crecimiento, especialmente en los EEUU. El restablecimiento del patrón oro por
parte de Gran Bretaña en 1925 y, un año más tarde, por las economías capitalistas más importantes, amplió a los intercambios
internacionales (capitales, bienes y servicios) los síntomas de recuperación que parecían señalar la superación definitiva de las consecuencias económicas de la IGM. Un ambiente cercano a la euforia se instaló en los países más industrializados. Sin embargo, apenas cinco años después de la entrada en vigor del Plan Dawes la cruda realidad demostró que la crisis posbélica se había cerrado en
falso. La recuperación había sido parcial y desequilibrada. Ni todos los países, ni todos los sectores productivos o los grupos sociales, se beneficiaron de igual medida.


El crac de 1929 y la Gran Depresión (1929-1939)
· La más extensa y profunda crisis económica del siglo XX se inició en la Bolsa de Nueva York a finales de octubre de 1929. Se trasladó con rapidez al sistema financiero.Más tarde, a la economía productiva estadounidense y, a continuación, al resto de las economías capitalistas. Una espiral deflacionista, alimentada por la severa contracción de la demanda, afectó directamente a la producción agraria e industrial, así como al volumen de los intercambios interiores y exteriores. El pronunciado descenso de estas variables se reflejó en los niveles de desempleo
· La respuesta de los gobiernos fue tardía, ineficaz y desacertada. En principio, se creía que era una crisis más de las sufridas anteriormente por el capitalismo.

· La situación fue especialmente grave en los EEUU, donde las primeras manifestaciones del traslado de la crisis de la economía especulativa supusieron el agravamiento de las tendencias negativas ya apuntadas en el periodo anterior: depresión agraria, descenso de  os precios, masiva retirada de inversiones en el exterior, crisis industrial y desempleo
· La depresión se trasladó al resto del sistema capitalista, fundamentalmente a través de la retirada masiva de dólares y la adopción de una política marcadamente proteccionista  que pretendía reserva el mercado interior de la competencia europea (manufacturas) y latinoamericana.
-También los gobiernos europeos, asiáticos y americanos tuvieron una importante cuota de responsabilidad en el desarrollo de la
crisis: siguieron las reglas de la ortodoxia financiera y establecieron una política comercial acusadamente proteccionista.

-Las crisis sólo comenzó a superarse cuando se abandonaron los presupuestos doctrinarios vinculados al patrón oro, lo que ocurrió a
partir de 1932. El abandono del patrón oro significó, en la práctica, la apuesta por un tipo de cambio flotante

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