Tragedia griega: Esquilo, Sófocles y Eurípides

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Tragedia griega: Orígenes y evolución

Un género milenario

La tragedia griega, género teatral originario de la Antigua Grecia, tiene sus raíces en ritos y representaciones sagradas de Grecia y Asia Menor. Alcanzó su máximo esplendor en la Atenas del siglo V a.C., llegando con pocas modificaciones hasta el Romanticismo. Fue en esta época, con la discusión sobre los géneros literarios, cuando la tragedia griega experimentó un análisis más profundo que durante el Renacimiento.

Definir la tragedia

Debido a la larga evolución de la tragedia griega a lo largo de más de dos mil años, resulta difícil dar una definición unívoca del término. Su significado varía según el periodo histórico o el autor en cuestión.

Características de la tragedia griega

Argumento y motivo

El argumento central de la tragedia griega es la caída de un personaje importante. Su motivo principal, al igual que en la épica, es el mito; sin embargo, la tragedia desarrolla nuevos significados. El mythos (μύθος) se fusiona con la acción, la representación directa (δρᾶμα, drama). El público observa personajes que actúan de forma independiente, cada uno con su propia dimensión psicológica, en la escena (σκηνή).

Autores de la tragedia griega

Los tres grandes

Los autores más importantes y reconocidos de la tragedia griega son Esquilo, Sófocles y Eurípides, quienes abordaron los temas más sensibles de su época.

Esquilo: El primer trágico

Contexto histórico

Esquilo (finales del siglo VI a.C.), participó en las guerras médicas, combatiendo en Maratón y Salamina. Sus obras, con un carácter primitivo y poca acción (solo dos actores), destacan por la importancia del coro. El mensaje básico es el temor a los dioses y la justicia divina, que se cumple a través de la venganza, la ira y los celos de los personajes, instrumentos de la voluntad divina.

Temas y obras

Los problemas humanos trascendentales (familia, estado, política) aparecen como cuestiones comunitarias, sujetas a los designios divinos. Sus tragedias se agrupaban en trilogías (tres obras con temática unida). Se conservan siete tragedias completas: Persas, Siete contra Tebas, Suplicantes, Prometeo encadenado y la Orestiada (Agamenón, Coéforas y Euménides).

Estilo

Esquilo, reconocido por su estilo grandioso que provoca fuertes emociones, innovó con epítetos compuestos, imágenes, metáforas y expresiones enigmáticas que dificultan la comprensión. Es considerado el primer dramaturgo de Grecia y Europa.

Sófocles: El maestro del drama

Vida y obra

Sófocles (siglo V a.C.), de familia aristocrática, ocupó cargos públicos y estuvo comprometido con la vida religiosa de Atenas. Fue el dramaturgo más exitoso de su tiempo, componiendo más de cien tragedias, de las que se conservan siete: Ayax, Filoctetes, Traquinias, Electra, Edipo en Colono, Antígona y Edipo Rey.

Edipo Rey

Edipo Rey es una obra cumbre. Tebas, donde reina Edipo, sufre una epidemia cuyo origen es la impunidad del asesino del rey Layo. Edipo, al investigar, descubre que él mismo mató a Layo (su padre) y se casó con Yocasta (su madre). Yocasta se suicida, Edipo se ciega y es desterrado.

Innovaciones y estilo

Sófocles renovó la tradición al establecer tres actores e introducir cambios escenográficos. Abandonó la trilogía ligada y compuso tragedias en torno a un personaje individual. Situó al hombre en el centro, creando el héroe trágico: un ser superior, modelo para los demás. Sus héroes aceptan el dolor con serenidad, buscando la verdad y la justicia, lo que los lleva a la muerte.

Lenguaje

El lenguaje de Sófocles, a diferencia de la grandilocuencia de Esquilo, es más transparente y directo, con toques poéticos.

Eurípides: El innovador

Vida y obra

Eurípides (nacido en Salamina en 480 a.C.) se alejó de las enseñanzas de Esquilo y Sófocles, escandalizando a los espectadores al destacar personajes antes marginales (esclavos) y utilizando un lenguaje más contemporáneo. Su falta de popularidad le llevó a un final trágico: fue despedazado por perros en Macedonia. De sus 88 obras, se conservan 18, entre ellas: Alcestis, Medea, Hipólito, Hécuba, Andrómaca, Las Troyanas, Helena, Electra, Orestes, Las Bacantes y El Cíclope.

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