Toxicidad de Metales Pesados y Gestión de Residuos Peligrosos: Impacto en la Salud Humana

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Metales Pesados y su Toxicidad

El hierro (Fe) es un oligoelemento esencial, con un requerimiento diario de 10 a 18 mg. Se encuentra en alimentos como carne, lentejas y verduras. La sobredosis de hierro puede causar vómito y diarrea. En general, los metales pesados ejercen su toxicidad al desactivar enzimas. Por ejemplo, en el envenenamiento por mercurio, las enzimas que catalizan reacciones se ven afectadas al unirse el mercurio al sitio activo de una molécula receptora, lo que altera la forma de la enzima y deforma su sitio activo, impidiendo su función.

Mercurio (Hg)

El vapor de mercurio (Hg) es sumamente tóxico. Un recipiente abierto de mercurio o un derrame en el suelo pueden liberar suficiente vapor para causar envenenamiento. Posee un efecto acumulativo: el organismo tarda aproximadamente 70 días en eliminar la mitad de la dosis absorbida. El envenenamiento es crónico en individuos expuestos de forma continua. El mercurio es particularmente peligroso para quienes trabajan con él, como los dentistas que lo utilizan en amalgamas dentales. Existe un antídoto. Cabe mencionar que otras sustancias tóxicas, como ciertos compuestos de arsénico, también desactivan enzimas al formar iones complejos que son absorbidos, un mecanismo similar al de otros metales pesados. El vapor de mercurio es más tóxico que el mercurio metálico líquido.

Síntomas de Envenenamiento por Mercurio:

  • Pérdida de equilibrio
  • Alteraciones visuales
  • Disminución de la sensibilidad táctil
  • Deterioro auditivo

Plomo (Pb)

Muchos alimentos pueden contener hasta 0.3 ppm (partes por millón) de plomo. En el agua potable, se han detectado concentraciones de hasta 0.1 ppm, a menudo provenientes de cañerías antiguas. Históricamente, la gasolina (nafta) contenía plomo, lo que contribuía a la exposición por inhalación; esta práctica ha sido eliminada en gran medida. Una vez en el organismo, el plomo metálico se convierte en su forma iónica, Pb²⁺. El cuerpo puede excretar hasta 2 mg por día. Actualmente, la cantidad de plomo que se ingiere o inhala del aire, el agua y los alimentos es generalmente mucho menor, y rara vez se acumula a niveles tóxicos en la población general. Sin embargo, sigue siendo muy perjudicial, especialmente para los niños que residen en edificios antiguos y descuidados, donde la exposición puede causar retraso mental y trastornos neurológicos.

Cadmio (Cd)

El cadmio (Cd) se utiliza con menor frecuencia que el plomo (Pb) y el mercurio (Hg). Sus aplicaciones incluyen aleaciones, la industria electrónica y las baterías recargables de níquel-cadmio. El envenenamiento por cadmio provoca la pérdida de iones de calcio (Ca²⁺) de los huesos, lo que los vuelve quebradizos. Otros síntomas incluyen dolores abdominales, vómitos, diarrea y, en casos graves, asfixia.

Influencia en el Sistema Nervioso:

El cadmio perturba la acción de la acetilcolina, un neurotransmisor esencial. Esto impide que los mensajes nerviosos se transmitan correctamente a los receptores, lo que puede resultar en parálisis, problemas respiratorios e incluso la muerte.

Residuos Peligrosos

Se define como aquel material que, por sus características, puede causar o contribuir significativamente a un aumento de la mortalidad o a una enfermedad grave incapacitante, o que representa una amenaza sustancial para la salud humana o el medio ambiente cuando se gestiona de forma inadecuada.

Clasificación de los Residuos Peligrosos:

Residuos Reactivos:

Son aquellos que reaccionan violentamente con el agua (H₂O) o el aire. Ejemplos incluyen gases tóxicos como el ácido cianhídrico y el sulfuro de hidrógeno.

Residuos Inflamables:

Materiales que pueden arder fácilmente. Un ejemplo es el hexano, un hidrocarburo comúnmente utilizado como solvente.

Residuos Tóxicos:

Sustancias que pueden causar efectos adversos para la salud. Por ejemplo, los PCB (bifenilos policlorados), que eran emitidos por transformadores eléctricos grandes y están asociados con el riesgo de cáncer.

Residuos Corrosivos:

Sustancias que pueden corroer materiales. Los ácidos, por ejemplo, no deben almacenarse en tambores de acero porque los corroen. Pueden neutralizarse con agua de cal para su desecho seguro.

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