Tomás de Aquino: La Demostración de Dios y el Debate de los Universales en la Filosofía Medieval
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La Cuestión de Dios en la Filosofía Medieval: Agustín y Tomás de Aquino
El problema de Dios surge prominentemente en la filosofía medieval, abarcando aproximadamente los siglos V al VI d.C. Dos figuras centrales, Agustín de Hipona y Tomás de Aquino, abordaron esta cuestión desde perspectivas distintas, influenciadas por corrientes filosóficas previas.
Agustín de Hipona y la Idea Innata de Dios
Para Agustín de Hipona, fuertemente influenciado por el platonismo, la idea de Dios era innata en el ser humano. Sostenía que la existencia de Dios era demostrable, aunque su esencia y naturaleza permanecían incomprensibles para la razón humana.
Tomás de Aquino y las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios
En contraste, Tomás de Aquino, adherente al aristotelismo, rechazaba la noción de ideas innatas. Para él, la demostración de la existencia de Dios no partía de la metafísica pura o de conceptos a priori, sino del dato sensible, de la experiencia del mundo. Tomás de Aquino defendió que, conociendo la existencia de las cosas, el hombre puede inferir la existencia de Dios. Esto lo articuló a través de sus célebres Cinco Vías:
- La Primera Vía (por el movimiento): Observamos que todo lo que se mueve es movido por otro. Esta cadena no puede ser infinita, por lo que debe existir un Primer Motor Inmóvil, que es Dios.
- La Segunda Vía (por la causa eficiente): Nada puede ser causa de sí mismo. Existe una cadena de causas eficientes, que no puede ser infinita. Por lo tanto, debe existir una Primera Causa Incausada, que es Dios.
- La Tercera Vía (por la contingencia y necesidad): Las cosas en el mundo son contingentes, es decir, pueden existir o no existir. Si todo fuera contingente, en algún momento nada habría existido. Pero las cosas existen, por lo que debe haber un Ser Necesario, que es Dios.
- La Cuarta Vía (por los grados de perfección): En el mundo existen grados de perfección (bondad, verdad, nobleza, etc.). Estos grados implican la existencia de un Ser Supremo que es la causa de toda perfección, que es Dios.
- La Quinta Vía (por el gobierno o la finalidad del mundo): Observamos que los seres inanimados y carentes de conocimiento actúan con un fin. Esto solo es posible si son dirigidos por una inteligencia superior. Por lo tanto, debe existir una Inteligencia Ordenadora, que es Dios.
La Reconciliación Filosófica de Tomás de Aquino: Esencia y Existencia
Tomás de Aquino se enfrentó al desafío de conciliar el aristotelismo, que postulaba un Dios creador de un único mundo, con el cristianismo y, en cierta medida, con el platonismo, que sugería la existencia de dos mundos (el sensible y el de las Ideas). Para lograr esta síntesis, modificó la distinción entre esencia y existencia.
- Para Platón, la esencia se encontraba en el mundo de las Ideas y en el alma, coincidiendo la esencia y la existencia cuando el alma ocupaba el cuerpo.
- En cambio, para el cristianismo, la esencia y la existencia coincidían plenamente solo en Dios. En el hombre, y en las criaturas en general, la existencia era un don recibido, distinto de su esencia.
El Problema de los Universales en la Filosofía Medieval
En relación con la distinción entre esencia y existencia, surgió un problema fundamental en la filosofía medieval: ¿dónde residía la esencia universal de las cosas? ¿En las propias cosas, en una realidad trascendente (como Dios o un mundo de Ideas), o eran meras construcciones mentales? Se ofrecieron tres explicaciones principales:
- Realismo Exagerado: Sostenía que los universales existen antes que las cosas (ante rem), situados en un mundo de Ideas separado, como defendía Platón.
- Realismo Moderado: Postulaba que los universales existen en las cosas (in rem) y son aprehendidos por la mente humana mediante abstracción a partir de la experiencia sensible. Esta fue la postura adoptada por Tomás de Aquino.
- Nominalismo: Afirmaba que los universales existen después de las cosas (post rem), siendo meros nombres o conceptos que la mente humana asigna para agrupar realidades particulares.
Las Categorías y el Empirismo Tomista
En relación con la esencia y la existencia, las categorías son los predicados del ser, lo que significa que, una vez que algo existe, puede predicarse de modos distintos. Las categorías son varias, como por ejemplo: sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión.
Al ser una filosofía de raíz aristotélica, el tomismo parte de la empiria, es decir, de la experiencia sensible. De este modo, rechaza las ideas innatas. Sin embargo, a pesar de este enfoque empírico, sostiene que conocer a Dios es posible, aunque sea de manera indirecta, a través de sus efectos en el mundo.
Conclusión: La Postura de Tomás de Aquino sobre los Universales
En conclusión, Tomás de Aquino adopta una postura de realismo moderado. Sostiene que los universales existen en las cosas (in re) y son aprehendidos por la mente humana mediante abstracción (post rem), siendo así entidades mentales que reflejan propiedades reales de las cosas. Esta síntesis le permitió integrar la filosofía aristotélica con la teología cristiana, ofreciendo un sistema filosófico coherente y de gran influencia.