Tito Livio: Biografía, Obra y Filosofía Histórica de *Ab Urbe Condita*

1. Vida de Tito Livio: Contexto Histórico y Legado

Tito Livio nació en Padua en el 59 a.C. y murió en el 17 d.C. No tuvo una carrera política ni militar, sino que se dedicó a la historia y la literatura. Vivió durante la transición de la República al Imperio, bajo el gobierno de Augusto, con quien mantuvo una buena relación, aunque simpatizaba con la antigua República. Entró en el Círculo de Mecenas, donde se relacionó con importantes intelectuales. Tras la muerte de Augusto, se retiró a su ciudad natal, donde falleció.

2. La Obra Monumental de Tito Livio: *Ab Urbe Condita*

Tito Livio escribió diálogos filosófico-históricos y un tratado de retórica, pero su obra más importante fue Ab Urbe Condita (Desde la fundación de la Ciudad), una historia de Roma desde su fundación hasta el 9 a.C., compuesta por 142 libros, de los cuales solo 35 se han conservado.

Los libros preservados se organizan en décadas:

• Primera década: El libro I relata los orígenes de Roma y la época de la monarquía romana. Los libros II-V cuentan la historia de la República hasta la invasión de los galos. Los libros VI-X siguen contando la historia hasta la tercera guerra de los samnitas.
• Tercera década: Dedicada a la Segunda Guerra Púnica.
• Cuarta y Quinta décadas: Narran la sumisión de Macedonia por L. Emilio Paulo.

Debido a su enorme extensión, gran parte de la obra se perdió con el tiempo. Su fama fue tal que un gaditano viajó a Roma solo para conocerlo.

3. Método Historiográfico y Estructura

Livio, en Ab Urbe Condita, adopta un enfoque historiográfico nacionalista, centrado en la identidad romana, relatando la historia del pueblo romano desde sus orígenes. Su método sigue la tradición analística de los historiadores romanos antiguos, con obras que narran los eventos año por año, al estilo de los Annales.

Esta forma también tenía un componente religioso, ya que el Sumo Pontífice registraba los eventos anuales en tablas de bronce en el templo de Júpiter. El método de Livio se basa en:

1. La cronología.
2. La descripción topográfica.
3. La exposición de intenciones.
4. Los sucesos y sus resultados.
5. Un análisis de las causas, siguiendo las normas de la oratoria de Cicerón.

4. Fuentes Históricas Utilizadas por Tito Livio

En cuanto a las fuentes de Ab Urbe Condita, Livio rara vez utilizó documentos originales y generalmente se basó en un solo autor para cada conjunto de eventos, complementándolo con fuentes secundarias y corrigiendo contradicciones. A veces, adoptó los prejuicios de sus fuentes, y no siempre las citó de manera precisa.

Livio no estudió las fuentes originales ni visitó los lugares de los hechos debido a la amplitud de su tema y la dispersión de los archivos. Usó obras de analistas como:

• Valerio Antias
• Claudio Cuadrigario
• Fabio Pictor
• Celio Antípater
• Polibio
• Catón el Viejo

Aunque carecía de espíritu crítico, su honradez es destacable, aunque su pasión por el pueblo romano lo llevó a enfatizar ciertos detalles y omitir otros, ajustándolos a su visión moralizadora. Utilizó un enfoque cronológico, siguiendo la tradición de los analistas, narrando los eventos año por año.

5. Filosofía de la Historia y Visión Moralizadora

La filosofía de la historia de Tito Livio destaca la importancia de la pietas (piedad/deber) y la virtus (virtud/valor) como fuerzas esenciales para la prosperidad de un pueblo, y considera que el engrandecimiento de Roma se basó en las virtudes de sus antepasados. Livio ve al romano antiguo como un hombre heroico, justo y laborioso, y considera que el abandono de estas virtudes lleva a la decadencia y la corrupción moral, lo que anuncia la ruina del pueblo. Además de esta lección general, ofrece enseñanzas prácticas sobre estrategia y política a partir de episodios de su Historia.

Livio interpreta la historia a través de la psicología de sus personajes, destacando tanto retratos ficticios como reales, y la considera una manifestación del alma romana. Para él, la historia es un conjunto de exempla (ejemplos morales) que reflejan la ética y la política romana, identificando el crecimiento de Roma con el fatum estoico, predestinado por la voluntad de los dioses. En política, comparte con Cicerón la idea de que la perfección del Estado y el individuo depende de los valores tradicionales romanos.