Tirso de Molina y Don Juan: Un Legado Dramático Inmortal
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La Obra Dramática de Tirso de Molina
Solo han llegado a la posterioridad unas 60 piezas dramáticas de Tirso de Molina, aunque, según su propio testimonio (algo exagerado), habría escrito en 1634 entre 300 y 400. La atribución de algunas obras presenta rompecabezas bibliográficos. La complejidad de sus argumentos los hace, en ocasiones, difíciles de seguir, como en el caso de Don Gil de las calzas verdes.
El secreto de la intriga y la capacidad de interesar al espectador son elementos clave en su dramaturgia. Sus personajes poseen una profundidad psicológica notable. Los caracteres femeninos, en particular, destacan: desde figuras de gran prudencia (como María en algunas de sus obras) hasta otras increíblemente enredadoras e intrigantes, como Marta de Marta la piadosa, que siempre encuentra salidas ingeniosas para las situaciones. Entre sus comedias más destacadas se encuentran Marta la piadosa y La villana de Vallecas.
Tirso de Molina cultivó también las obras religiosas, abarcando diversos géneros:
- Autos sacramentales: Como Los hermanos parecidos.
- Dramas hagiográficos: Por ejemplo, Santo y sastre.
- Dramas bíblicos: Como La vida y muerte de Herodes.
- Obras teológicas: Con incursiones teológicas significativas, como en El burlador de Sevilla.
Además, escribió dos misceláneas. El estilo de sus obras es abiertamente conceptista, mostrando un gran dominio y juego con el vocablo.
El Burlador de Sevilla: Origen y Atribución
El Burlador de Sevilla y convidado de piedra es una obra de teatro fundamental que, por primera vez, recoge el mito de Don Juan Tenorio, el personaje más universal del teatro español. Su autoría se atribuye a Tirso de Molina y se estima que fue escrita alrededor de 1630. No obstante, otros investigadores señalan al dramaturgo Andrés de Claramonte como posible autor.
Contexto y Origen del Mito de Don Juan
Don Juan, el personaje central, personifica la leyenda sevillana que ha inspirado a grandes figuras como Molière, Azorín y Zorrilla. Es un libertino que, aunque cree en la justicia divina, confía en que podrá arrepentirse y ser perdonado antes de comparecer ante Dios. La obra es profundamente moralizante, sirviendo como respuesta a la teoría de la predestinación de Juan Calvino (que sostenía que la entrada al reino de los cielos ya había sido determinada por Dios).
Se dice que la obra se inspira en un personaje real, Miguel de Mañara, y que dedicó un guiño a los caballeros de la época, ya que la honra de las mujeres era un valor muy elogiado.
Origen del Mito
El origen del mito de Don Juan es difícil de determinar. Según Saad, el Don Juan de España es una figura auténticamente española, pero presenta muchas semejanzas con una figura árabe, Imru, quien vivió en Arabia durante el siglo V. Imru era un burlador y seductor famoso de mujeres, fue rechazado por su padre por sus burlas y desafió abiertamente la ira divina.
Según Said, las raíces literarias de Don Juan se pueden encontrar en los romances gallegos y leoneses medievales. Su precursor típicamente llevaba el nombre de Don Galán, pero con una actitud más piadosa hacia Dios.
Evolución del Mito de Don Juan
A lo largo de la historia, se han producido varias imitaciones y reinterpretaciones del mito de Don Juan:
- Molière: Su Don Juan roza los límites de la más cínica arrogancia y un gran escepticismo religioso, lo que lo distingue notablemente del personaje de Tirso.
- Siglo XVIII: Destacan obras como No hay plazo que no se cumpla (de Antonio de Zamora) y la ópera de Da Ponte con música de Mozart, Don Giovanni o El castigo del libertino.
- Romanticismo: El mito se une a la vivencia personal, como se observa en el Don Juan de Lord Byron y José de Espronceda. El Don Juan de José Zorrilla, por su parte, es presentado casi como un juguete que, al final, se enamora.