Teorías Contractualistas del Estado: Hobbes, Locke y Rousseau

El Contrato Social: Hobbes, Locke y Rousseau

Introducción histórica

Hasta el siglo XVII, la ley natural sustentaba que cada ser humano pertenecía a la clase social que le correspondía por nacimiento. Nada se podía hacer contra ello; esto era otorgado por la gracia de Dios. Con la aparición de la burguesía, surgen nuevos ideales: el racionalismo, la autonomía, los avances científicos y la Revolución Industrial. La Iglesia pierde poder, y el hombre ya no trabaja para el Estado, sino que es al revés. De aquí nace el ciudadano individual.

Iusnaturalismo

Desde este punto de vista, la sociedad es connatural al ser humano. Para Aristóteles, partidario de esta postura, el hombre es un animal social. El gobierno y la sociedad son consecuencia directa de la naturaleza social del hombre. Se necesita vivir en sociedad para vivir y ser feliz. Tomás de Aquino cree en la sociabilidad humana natural. Las leyes del Estado se basan en nuestra inclinación natural hacia el bien o la felicidad. Un estado justo es aquel que hace felices a los ciudadanos. Sus teorías influirán en los contractualistas Hobbes, Locke y Rousseau, pero estos creen que la naturaleza humana es de carácter antisocial.

Contractualismo

Cree que la sociedad civil es un producto artificial. Para esta corriente, la legitimidad del Estado se basa en el consentimiento de los individuos gobernados y no en la fuerza bruta. Hace una distinción muy clara entre Estado de Naturaleza y Contrato Social:

A) Estado de Naturaleza: Situación en la que se encuentra el hombre antes de hacer el contrato social. No existen leyes ni autoridad y cada individuo es su propio juez/autoridad. Solo se pueden resolver disputas mediante la fuerza bruta.

B) Estado y contrato social: Surge cuando los individuos aceptan renunciar a la libertad del Estado de Naturaleza; esto les lleva al contrato de la sociedad civil y el Estado.

Teoría contractualista de Hobbes

La sociedad no es algo natural en el hombre, sino que surge de un contrato entre individuos. Por ley natural, el hombre es antisocial. El contractualismo sienta las bases de las democracias modernas, pero Hobbes concluye la necesidad de un monarca con poder absoluto (figura de Leviatán). Él sitúa al hombre y a la política dentro de una concepción mecanicista del mundo. Los hombres son cuerpos naturales definidos por la pasión y no la voluntad. El Estado proviene de la naturaleza y conducta humanas (cuerpo artificial).

Estado de Naturaleza en Hobbes

Las pasiones que definen al hombre en el Estado de la Naturaleza son egoístas (avaricia, desconfianza y prestigio). El hombre busca su propio interés. La razón humana nos enseña a conseguir nuestras metas utilizando cualquier medio. Para Hobbes, el estado natural es una situación de igualdad que lleva a los hombres a la desconfianza y competencia entre sí y, por tanto, a la guerra de todos contra todos. Las causas de esto son la competitividad (para beneficio), la desconfianza (para seguridad) y el honor (prestigio). Esta situación provoca miedo e inseguridad. En todo esto se fundamenta la paz para él.

Estado social en Hobbes

La situación del estado natural genera unas emociones que llevan a buscar la paz y el cese de la guerra. El resultado final será la creación del Estado a través del contrato social. Por tanto, el Estado tiene su origen en la naturaleza egoísta y desconfiada del hombre. El contrato social es fruto de la renuncia a la libertad, con dos condiciones básicas:

• La renuncia a la libertad debe ser recíproca.
• Dicha renuncia debe ser controlada. Debe haber un poder común para obligar al cumplimiento del contrato.

El que ejercerá este poder será el Leviatán (monarca absoluto). Este se queda fuera del pacto y permanece dentro del Estado de Naturaleza, no estando sujeto a ninguna ley. El rol de Leviatán es obligar al cumplimiento del contrato.

Pensamiento político de John Locke

Luchará contra el absolutismo y contra las teorías que lo justificaban:

• Teoría de origen divino: El poder patriarcal viene dado de Dios a Adán. Él lo rebate diciendo que en la Biblia no se habla de realeza ni monarquía.
• Teoría absolutista de Hobbes: justifica el poder absoluto.

Estado de Naturaleza como Estado Social y no Político

Hobbes, Locke y Rousseau son contractualistas que establecen un tipo de Estado Civil.

• Rousseau: paraíso.
• Hobbes: guerra total.
• Locke: Intermedio. Estado de libertad, pero sin que cada individuo haga lo que quiera.

Toda su filosofía política parte de la idea del derecho natural. En el Estado de Naturaleza, el hombre está capacitado para cumplir la ley moral: derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. El derecho natural hace a los hombres libres y convierte al Estado natural en Estado Social. Dice que los hombres pueden relacionarse sin autoridad, pero no garantiza el cumplimiento de la ley moral, por lo que agrega dos derechos más: juzgar y castigar.

Necesidad de Estado Civil y Político

La conclusión es que el estado de naturaleza es social y debe ser fortalecido por un estado civil y político. De aquí deriva el derecho a la propiedad y el dinero como causa de desigualdad:

A) Derecho de propiedad: solo es legítima aquella propiedad que uno pueda trabajar.

B) Dinero y desigualdad: discrepa con Hobbes. Hobbes decía que la igualdad natural era imprescindible y que las desigualdades existentes eran irrelevantes. En cambio, Locke decía que de esas pequeñas desigualdades deriva la riqueza, ya que el oro (riqueza) corrompe cualquier ley en contra de la acumulación de riqueza.

Contrato Social y el Estado Civil

Por la situación creada de la avaricia y la desigualdad, y para protegerse de aquellos que quebrantan el Derecho Natural, es necesario vivir en una sociedad protegida por un sistema jurídico. Aparece la necesidad de un Contrato Social y se pasa así de lo social a lo político. Los hombres libres, iguales e independientes se vuelven ciudadanos por decisión propia. Los individuos deben renunciar a ser intérpretes de la ley natural para someterse a un Poder Legislativo que se encargará de castigar a los que no cumplen la ley. El pueblo tiene el poder de disolver una legislatura que atente contra su libertad.

Pensamiento político de Rousseau

Escritos: “Contrato social”, “Discurso sobre las Ciencias y las artes”, “Discurso sobre el origen de la desigualdad”. Su objetivo era descubrir cómo devolver al hombre la libertad que tenía antes de formar parte de la sociedad y que así vuelva a ser un ser bondadoso y feliz. El eje de su reflexión es el de esclavitud-libertad.

Estado de naturaleza y la bondad natural del hombre

Justifica el estado civil como un artificio creado por el hombre. Es la convivencia y la sociedad lo que corrompe al hombre y le aleja del Estado Natural, basado y guiado por:

• Amor a sí mismo: No es lo mismo que narcisismo (odio a uno mismo).
• Compasión por los semejantes.

Con estos dos valores, el ser humano podría ser bueno. Pero actualmente es imposible porque se ve obligado a asegurar su supervivencia. La sociedad es, pues, la culpable de todos los males del ser humano. Para huir de esta situación, no queda otra que confiar en la sociabilidad democrática e igualitaria.

De la esclavitud a la libertad: contrato social, Estado Civil o Político

Hobbes y Locke defienden el Contrato Social como base del Estado.

• Hobbes: para evitar la guerra.
• Locke: para fortalecer el Derecho Natural (derecho más importante: el de propiedad).

Rousseau veía el Estado como una imposición de los ricos sobre el resto. La propiedad era también una imposición de los ricos, y plantea el Contrato Social para frenar los excesos.

Contrato Social y la voluntad general

A) Contrato Social: Hemos visto que la condición inicial del hombre es la libertad y la del presente es la esclavitud. Rousseau plantea que la condición futura del hombre sea el contrato social, diciendo que conviene unirse para la supervivencia. La cuestión principal es organizar un nuevo tipo de sociedad democrática igualitaria para que el hombre recupere sus sentimientos naturales. No plantea volver a vivir en lo salvaje, sino recuperar la libertad. En su contrato social no existe una renuncia del individuo al poder político.

B) Voluntad general: La identifica con el bien común sin intereses particulares. Lo primordial es lo que le conviene al Estado y luego a la comunidad, de tal forma que “lo que uno quiera para sí, lo quiera para los demás” (Imperativos categóricos de Kant). Al seguir la doctrina de “Voluntad general”, nos estamos “obedeciendo a nosotros mismos” y, por ello, somos libres. El hombre pierde el derecho a poseer todo cuanto pueda, pero gana libertad civil y moral cuando se hace dueño de sí mismo y no de sus deseos y pasiones. Por otro lado, se armonizan los intereses individuales y la voluntad general.