La Teoría de la Deriva Continental: El Origen de los Continentes Modernos
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La Teoría de la Deriva Continental de Wegener
El nacimiento de una idea revolucionaria
A comienzos del siglo XX, Alfred Wegener (meteorólogo alemán) presentó una teoría denominada Deriva Continental. Propuso que hace unos 300 millones de años, todos los continentes estuvieron unidos en una única masa continental, que posteriormente se había fragmentado y dispersado. A este supercontinente lo llamó Pangea.
Wegener había observado, como muchos otros antes, el parecido entre las costas de África y Sudamérica. Al consultar un atlas recién publicado que ofrecía datos de la profundidad de la zona sumergida (batimetría) de estas costas, se dio cuenta de que los bordes de ambos continentes coincidían también bajo el mar. Por esto pensó que, quizá, las superficies continentales pertenecían a una capa de tierra y el fondo oceánico a otra, al igual que sucede con las capas de la atmósfera, que él estudió.
Pruebas que sustentaban la teoría
Para argumentar su hipótesis, Wegener buscó pruebas acudiendo a distintos campos como la geología, la geofísica, la paleontología y la oceanografía.
Pruebas geográficas
Los bordes de los continentes encajan entre sí como las piezas de un puzle. Aunque en una primera aproximación el encaje parecía muy imperfecto, si se tomaba el borde de la plataforma continental en vez de la actual línea de costa, el encaje era prácticamente perfecto.
Pruebas paleoclimáticas
Wegener analizó los depósitos glaciares, las tillitas, y las estrías dejadas por el paso de los glaciares en Sudamérica, África, India, la Antártida y Australia. Si se disponían los continentes juntos formando una Pangea, aquella distribución de las tillitas se correspondería con un casquete glaciar que se habría formado en el hemisferio sur durante el período Carbonífero.
Pruebas paleontológicas
Desde el siglo XX se conocían especies fósiles idénticas que se encontraban a ambos lados del océano Atlántico. Al reunir los continentes, formando Pangea, estas extrañas distribuciones biogeográficas dejaban de ser un enigma.
El rechazo inicial y la pieza que faltaba
La mayoría de los geólogos rechazaron la teoría de Wegener porque no podía explicar la razón por la que los continentes se movían. Aun así, fue la primera teoría que apuntó al movimiento de las masas continentales como causa de la formación de continentes y océanos.
El geólogo británico Arthur Holmes propuso que el motor de la deriva continental podían ser las corrientes de convección del interior terrestre. Aunque acertada, por falta de pruebas para demostrarla, su teoría tampoco fue aceptada por la comunidad científica en ese momento.
La confirmación desde el fondo del mar
Los datos definitivos para entender cómo funciona la dinámica terrestre provinieron de los fondos oceánicos, pues se descubrió que:
- Estaban formados por enormes cordilleras submarinas (dorsales oceánicas) y por fosas abisales de enorme profundidad.
- El espesor de los sedimentos marinos era mayor cuanto más lejos se situaban de las dorsales.
- En la parte central de las dorsales, el flujo de calor era anormalmente alto.
Esto hizo pensar a los científicos que las rocas fundidas procedentes del interior terrestre ascendían por el eje de dichas dorsales para formar nueva corteza oceánica, en lo que se denominó la teoría de la expansión de los fondos oceánicos.